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El racismo es una de las caras del odio a todo lo que es distinto, odio que nace del miedo que siente el hombre cuando tiene que enfrentarse con el mundo externo. El deseo de la normalidad y la uniformidad es una propension natural del hombre. Aceptar al otro y su diferencia es aceptar que no seamos el único modelo, es aceptar que nuestra representación del mundo no sea la única ni, tal vez, la mejor, la verdadera. El otro, si no es y actúa como nosotros, pone en tela de juicio nuestras creencias, nuestro sistema de vida, introduce la duda en las verdades sobre las cuales levantamos el frágil andamiaje de nuestra filosofía. Por eso es más fácil rechazar al que no se deja encasillar en las rígidas celdas de nuestro espíritu pusilánime. Y así el viejo odia al joven, el mujeriego odia al maricón, el blanco odia al negro. Pero, como decía André Gide " Cuanto menos inteligente es el blanco, más tonto le parece el negro". |
Querido amigo blanco, un par de cosas deberías
saber:
* Cuando yo nací, yo era negro. * Cuando empecé a crecer, era negro. * Cuando voy a la playa soy negro. * Cuando tengo frío sigo siendo negro. * Cuando tengo pánico soy negro. * Cuando estoy enfermo soy negro. * Inclusive cuando me muero continuo siendo negro. En cambio tu mi querido amigo blanco.
Y TU TODAVÍA TIENES LAS SANTAS BOLAS
DE DECIRME QUE YO SOY DE COLOR!!!!
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