| Nacido en Gibara, Cuba, en 1929,
debutó en el campo del periodismo y la diplomacia. En 1961, la censura
de Castro obliga a clausurar el magazine literario “Lunes de Revolución”,
que Cabrera venía dirigiendo. A los pocos años, en 1965,
renuncia al cargo de agregado cultural en Bélgica y expresa públicamente
su disidencia de la política del régi-men dictatorial cubano.
Acaba por exiliarse en Londres, ciudad en la que se convierte en una figura
emblemática de la lucha anticastrista y donde reside y trabaja actualmente.
Su libro más célebre es Tres tristes tigres , novela
de gran modernidad y creación verbal. |
La novela La
Habana para un infante difunto, escrita en Londres en 1979, constituye
un alegre y vital canto de alegría y de libertad, que rinde homenaje
a la capital cubana anterior al advenimiento de Castro. El título
hace referencia a la “pavana” de Ravel, transformada en La “Habana” del
recuerdo por un infante, que no está difunto, sino que se corresponde
con el Infante del recuerdo, reconstruido a través de la apariencia
rutilante de sus múltiples caras. |