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 Prohibido el acceso a Internet

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LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - Un niño de mi barrio, de unos 14 años de edad, quien a veces juega ajedrez al frente del edificio donde vivo, me preguntó el otro día si yo tenía acceso a Internet. Cuando sonriéndome maliciosamente le dije que no con un movimiento de cabeza, abrió los ojos y repitió "¡¿no?!" con admiración e incredulidad. Le aclaré entonces que yo era periodista, pero no del gobierno, y que sólo los periodistas del gobierno -no todos, por supuesto- tienen acceso a Internet.

Más extrañado aún, quiso saber para dónde yo escribo. Cuando le aclaré que para Internet, me di cuenta por la expresión de su rostro que me entendió menos. Niño inteligente al fin, dedujo que si yo escribo para Internet, tengo que tener acceso a sus páginas.

Luego le expliqué que no tengo computadora, y aunque la tuviera, de poco me serviría, porque es el gobierno de Fidel Castro quien prohíbe que la población tenga acceso a Internet.

- ¿Por qué tu crees que sea? - ahora fui yo quien preguntó.

Movió los hombros, y haciendo una enigmática mueca con sus labios, dijo como en murmullos:

- Para no estar más informados, ¿no?

Mi joven interlocutor bajó la cabeza. Miró al piso. Con una mano movió en su cuello la pañoleta roja de pionero comunista, y luego me miró con seriedad, como queriendo parecer un hombre.

Anteayer me saludó como si fuéramos amigos de siempre. Conversamos sobre sus estudios, las notas que obtuvo recientemente, los programas de la televisión. Sin yo esperarlo, me pidió alguna revista extranjera prestada. Subí a mi apartamento y le di el volumen 20 de la revista Encuentro que se edita en España. Al día siguiente tocó a la puerta para devolvérmela, diciéndome que es demasiado intelectual. De momento no supe qué prestarle. Lo invité a pasar para que él mismo escogiera en mi librero. Para mi sorpresa, tomó un pequeño ejemplar titulado "Las ideas democráticas: armas de la libertad", edición a cargo de Juan Varonil. Me aclaró que el tema le interesaba, porque en la escuela se discutía mucho sobre la democracia. Abrió el libro, y luego de pasar la vista por una página, leyó en alta voz: "Los que verdaderamente valoran la educación cívica se dan cuenta de que lo más importante es equipar a los jóvenes con herramientas para que puedan elegir por sí mismos". Cuando se marchó mi nuevo amigo, leo el titular principal del periódico Juventud Rebelde, que momentos antes había puesto sobre la mesa: "Convertir al país en una gran universidad", palabras de Fidel Castro.

¡Como si la población cubana tuviera acceso a la mayor fuente de conocimientos del mundo actual!

Tania Díaz Castro

Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.

http://cubanet.org/CNews/y02/jan02/22a8.htm

 

22 de enero de 2002

 
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