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Alimentación de los escolares cubanos
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 LA HABANA, 11 de enero (Luis Viño Zimerman) - La alimentación de los estudiantes en las escuelas primarias es cada vez peor, tanto en el aspecto de la calidad como en el de la cantidad, según pudo comprobarse en diferentes planteles de Ciudad de La Habana.

Potaje de lentejas o de chícharos, arroz y la mitad de un panecillo de 80 gramos componen el menú de los escolares, quienes desde el comienzo del curso actual no reciben otra dieta.

La carencia de "plato fuerte", así como de leche o yogurt, importantes en cuanto a la recuperación de energías que pierden los educandos durante su actividad diaria de ocho horas, es uno de los puntos expuestos en reuniones con las direcciones de las escuelas por los padres de los niños, cuyas edades oscilan entre 6 y 11 años.

Como respuesta a estas preocupaciones, la respuesta siempre tiene el mismo denominador común: "El Estado no posee los recursos necesarios para satisfacer tales demandas".

Los padres, por su parte, han preguntado a qué se destinan los siete pesos mensuales que se deben abonar por cada alumno seminterno. Los funcionarios del Ministerio de Educación responden generalmente que "eso no es más que una pequeña contribución para sufragar los gastos docentes, y tal cuota es insuficiente".

Los directores de las diferentes escuelas para tratar de solucionar en parte el conflicto, sugirieron a los padres que aporten aceite y otros productos que permitan elaborar los alimentos con más calidad. El aceite se vende sólo tres o cuatro veces al año y tanto éste como las especies, el puré de tomate y otros productos propios de la cocina sólo se venden en dólares o en los agromercados en pesos, pero a precios impagables.

Por tanto, la recomendación fue rechazada pues lógicamente si no hay esos productos para cocinar en los fogones hogareños, cuando se consiguen no serán destinados al comedor escolar cuyo abastecimiento corresponde al Estado, único educador por norma nacional.

No obstante, el gobernante Fidel Castro reitera constantemente que el sistema de educación cubano tiene plenamente garantizadas las condiciones para sostener la calidad de vida de los estudiantes en todos los niveles de enseñanza.

"Si eso es así, ¿por qué es pésima la alimentación de los niños en las escuelas, y por qué se les pide a los padres que aporten para mejorar la confección de los alimentos?", cuestionó uno de los padres, que no quiso decir su nombre.

La opinión generalizada de los tutores de los estudiantes es que el Estado debe incrementar el presupuesto asignado al Ministerio de Educación. También se quejan de que la situación imperante en el país los obliga a desembolsar entre 3 y 5 pesos diarios para que sus hijos merienden con los cuentapropistas, pues el gobierno no surte sus cafeterías debidamente y a precios módicos.

"A todas luces, ésta es la realidad que enfrentamos, lo demás es puro engaño, propaganda política e imagen para el mundo exterior", concluyó la fuente.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
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