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¿Quién será el próximo
Presidente de Cuba?

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Con frecuencia se dice que Fidel Castro no ha preparado a su sucesor debidamente, que sólo atina a decir que la revolución seguirá su curso, por lo que deja a la imaginación el futuro y da por hecho de que existe una estructura que continuará su polémico legado con su hermano Raúl a la cabeza.

Pero pocos son los que verdaderamente creen que Raúl Castro pueda afrontar los retos de una Cuba posterior a la muerte de Fidel. No cuenta con el respeto internacional del establishment antinorteamericano, que de algún modo ha contribuido a la permanencia del castrismo. Mucho menos con el de la comunidad de naciones democráticas. No posee el carisma de su hermano al aparecer en público y "lavarle el cerebro" a las masas y a la opinión pública mundial. Aunque entrenado en las tareas propias de la conspiración para conservar el poder, no tiene ese sexto sentido de supervivencia de su hermano mayor. Y, por supuesto, ha avanzado demasiado por los laberintos del autoritarismo y la dictadura, como para encabezar una transición democrática, giro que espera la humanidad tras la desaparición de Fidel Castro.

Es tiempo de que Cuba, la de adentro y la de afuera, empiece a considerar posibles candidatos para la enorme responsabilidad que conlleva abrirle las puertas a la nación cubana rumbo a una nueva era. Hay, hasta donde se sabe, tres fuentes de las cuales nutrirse: el oficialismo, la oposición interna y el exilio.

Por supuesto, todo dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos al morir el máximo líder de uno de los períodos más difíciles y controversiales de la historia de Cuba, y en qué medida se tomarían en cuenta factores tales como el respaldo popular interno, las relaciones con la comunidad internacional, y de si se acudiría o no a las urnas.

Los Candidatos del Oficialismo

Formado por dos facciones visibles, los "dinosaurios" y los jóvenes, el oficialismo cubano tendría que demostrar que hay un talento político escondido en sus filas, que no pudo desarrollarse como Dios manda bajo las estrictas órdenes del autoritario Comandante en Jefe. Pero podría adelantarse que los "dinosaurios", apegados a las viejas y deplorables fórmulas del estalinismo, quedan descalificados de antemano. Fuera de Raúl Castro, si algunos tuvieran oportunidades mínimas serían Ricardo Alarcón, demasiado gastado y muy "chorro de plomo" para la tarea, y el general Abelardo Colomé Ibarra, no por su inteligencia política, sino por su privilegiada posición como ministro del Interior y uno de los más poderosos generales de la Cuba de hoy.

Los jóvenes del oficialismo tienen a mano el argumento de que hubiesen querido algo diferente para Cuba desde la perspectiva de un socialismo democrático. Que era muy difícil imponer nuevas fórmulas de bienestar frente a las presiones del "dinosauriato", encabezado por Fidel y Raúl Castro. Que las cosas no fueron peores porque ellos estaban allí, con ciertas ideas y algo de óxigeno humanista.

Entre los más destacados hay cuatro que se disputarán el liderazgo de la facción más joven, dos en activo y dos purgados: el actual vicepresidente encargado de los asuntos económicos, Carlos Lage; el ministro de Cultura, Abel Prieto; el otrora poderoso Carlos Aldana; y el ex canciller Roberto Robaina.

Lage es el personaje muelle por excelencia. Su cargo actual lo ha relacionado con casi todas las esferas del Partido y del gobierno. Cuenta también con numerosas relaciones internacionales. No tiene las manos manchadas de sangre, y casi nunca se ha aventurado a expresar ideas demasiado tremendistas. Aunque no ha hecho grandes ridículos, lo cual es ya un mérito dentro de las actuales estructuras de poder, sí afrontará un obstáculo mayúsculo: ha sido durante un tiempo notable el encargado de una de las áreas más fracasadas del castrismo, la economía.

Prieto dirige una de las esferas más delicadas, el arte y la cultura. Escritores, artistas y académicos que viven dentro del oficialismo cubano le agradecen ciertas cosas, entre ellas más respeto y bienestar para ellos. Sin embargo, es percibido por los artistas exiliados como un "comisario" de la cultura, que en el pasado se vio involucrado en eventos repudiables, como la carta de condena al Grupo de los Diez, y en especial contra la poetisa María Elena Cruz Varela, golpeada por turbas civiles y luego condenada a años de prisión por el delito de divulgar "propaganda enemiga". En esas fechas, 1991, Prieto era presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). El Grupo de los Diez fue repudiado y encarcelado - Cruz Varela y el poeta y periodista Raúl Rivero, entre ellos - por enviar una carta a Fidel Castro pidiendo un cambio de política, un acercamiento a la democracia y una renuncia a la consigna de "Socialismo o Muerte". Prieto, inteligente y carismático, afronta también un gran obstáculo: dirige una esfera para cuyo éxito se necesita un importante derecho humano incluido en la Declaración de la ONU, la libertad de expresión, algo inexistente en la Cuba de los últimos 42 años. En honor a la verdad, no fue él quien creó la censura y las prohibiciones de artistas y escritores, pero es el encargado de aplicar esta nefasta política.

Aldana, audaz conspirador, acaparó durante sus años de poder, a finales de los 80 y principios de los 90, importantísimas áreas de influencia dentro del Partido Comunista y el gobierno. Se le atribuye haber destrozado la autoridad de un histórico de la estatura de Armando Hart, y de haber estado a punto de colocarse entre Fidel y Raúl Castro. Fue destronado por corrupción, pero muchos aseguran que sus privilegios personales no eran superiores a los que disfrutan los hermanos Castro y casi todos los históricos. Como Lage y Prieto, es percibido dentro de la juventud oficialista como un reformador, con talento político.

Robaina, también encuadrado en el esquema reformista de los otros tres jóvenes, desarrolló importantes relaciones políticas a nivel internacional desde su cargo de ministro de Relaciones Exteriores. Sí tuvo momentos muy ridículos y de hecho audaces, como cuando se preguntó "¿por qué Estados Unidos y Cuba, dos grandes democracias, no podían tener relaciones normales?". Nunca se ha sabido a ciencia cierta por qué fue purgado, pero se sospecha que había avanzado demasiado en la tarea de crear una red de amistades internacionales de cierto poder. Su tarea de haber defendido y justificado la ausencia de libertades fundamentales en el país, podría convertirse en un boomerang para sus aspiraciones futuras.

De todos ellos, Lage es el único con cierta experiencia en la administración pública.

Candidatos de la Oposición Interna

Con la creación en 1976 del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, de la mano de Ricardo Bofill, nacen los gérmenes de una oposición o disidencia interna, en la que se destacan también los hermanos Gustavo y Sebastián Arcos Bergnes, este último ya fallecido. Esa oposición, en las circunstancias actuales de censura y autoritarismo, es casi desconocida por la población general de la isla, pero su labor ha sido importantísma y sus miembros son notablemente conocidos en el extranjero.

Con los años, los nombres de los líderes de la organizaciones disidentes han cobrado una importancia extraordinaria, y si se sigue el recorrido de la disidencia europea no comunista, es obligado tenerlos en cuenta. Después de todo, por lo menos dos importantísimos disidentes europeos han sido presidentes de sus respectivos países, el sindicalista polaco Lech Walesa y el dramaturgo checo Vlaclav Havel. Dos importantes opositores nicaragüenses, Violeta Barrios de Chamorro y Arnoldo Alemán, derrotaron en las urnas consecutivamente al ex gobernante sandinista Daniel Ortega a partir de 1989.

Entre los disidentes cubanos más destacados y posibles figuras a tomar en cuenta están el propio Bofill, del cual se hablará en el apartado del exilio ya que fue obligado a abandonar Cuba en la década de los 80; Gustavo Arcos, representante en Cuba del Comité Cubano Pro Derechos Humanos; Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional; Osvaldo Payá Sardiñas, presidente del Movimiento Cristiano Liberación; Oscar Elías Biscet, presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos y actualmente en prisión; los miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna y autores del documento histórico La Patria es de Todos, Vladimiro Roca, actualmente en prisión, René Gómez Manzano, Marta Beatriz Roque y Félix Bonne; la presidenta del Partido Democrático 30 de Noviembre "Frank País", Maritza Lugo, excarcelada recientemente, y Aida Valdés Santana, representante en Cuba de la Coordinadora Internacional de Ex Prisioneros Políticos Cubanos.

Es posible que no se hayan mencionado nombres de disidentes de importancia, dada la enorme cantidad de ellos y lo difícil que resulta conocer las trayectorias de éstos, fuera de Cuba.

En síntesis, la disidencia interna tiene frente al oficialismo la gran ventaja de haber sido el grupo que propuso, en circunstancias dificilísimas y bajo presiones extraordinarias, los cambios hacia una sociedad democrática con libertades y derechos. Si hace 40 años existió una mística de la redención de los pobres a través del peligroso ejercicio de las armas, no tiene por qué no existir hoy día una mística de la redención de los derechos del individuo, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La disidencia y los sectores más progresistas del exilio tienen saludables coincidencias, sólo que los opositores internos tienen una relación más directa con la realidad cubana de hoy, con el cubano de a pie.

Curiosamente, entre los posibles candidatos oficialistas no hay nombres de mujeres, mientras que entre los disidentes afloran tres, Roque, Lugo y Valdés Santana.

Gustavo Arcos Bergnes es una figura histórica de todos los tiempos. Estuvo presente en el asalto al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba, hecho encabezado por Fidel Castro en 1953, y decidió defender los postulados por lo que había luchado contra la dictadura de Fulgencio Batista, oponiéndose también a la larga dictadura de Fidel Castro. Es el disidente de mayor edad, el más experimentado, y al que los jóvenes atribuyen una sabiduría ganada a lo largo de más de 50 años de actividad política. Ha estado en prisión, es menos apasionado que los jóvenes y sabe calcular la dimensión de los hechos. Su mayor obstáculo es la edad, sobrepasa los 70 años.

Sánchez Santacruz es un socialdemócrata que, por una parte, ha propuesto hacer una transición democrática con Fidel Castro en el poder, lo que le ha ganado numerosas críticas del exilio, y por otra, dentro de Cuba y en sus recientes y sorprendentes viajes al extranjero ha hecho siempre fuertes críticas a las violaciones de los derechos humanos que comete el gobierno de Castro. Es el más entrevistado por la prensa internacional, tanto que en ocasiones parece ser el único disidente de la isla. Esto no va en su contra, sino en contra de la prensa.

Payá Sardiñas es un ingeniero eléctrico, católico, que actualmente está enfrascado en promover el Proyecto Varela, un plebiscito dentro de los códigos de la Constitución comunista cubana que permitiría el acceso de cualquiera a la Asamblea Nacional del Poder Popular, parlamento castrista con diputados que no son elegidos directamente por el pueblo sino por Comisiones de Candidaturas bajo el control del Partido Comunista. Fue de los primeros disidentes en alzar su voz contra las violaciones a los derechos humanos. Es aún joven y talentoso, y aunque su Proyecto Varela le ha creado problemas con el ala radical del exilio y con el propio régimen, no parece dispuesto a rendirse. Tiene amigos en los círculos internacionales de poder, entre ellos el presidente del gobierno español José María Aznar. Tiene también buenas relaciones con la cúpula de la Iglesia Católica cubana y con la dirigencia del Vaticano.

Biscet es un médico carismático, de menos de 40 años, de raza negra, que está en prisión por haber hecho una huelga de hambre de varios días, en la que pidió cambios democráticos y la libertad de los prisioneros de conciencia cubanos. Durante una aparición pública, colocó la bandera cubana al revés en gesto de protesta y ese fue el pretexto para su arresto y condena a varios años de prisión. Se ha convertido en un símbolo de la oposición. A diferencia de otros disidentes, no procede de las esferas oficiales y la juventud exiliada le ha creado su propio sitio web en Internet (biscet.org), en medio de una entusiasta campaña por su liberación. Amnistía Internacional se ha sumado a la campaña, lo ha acogido como prisionero de conciencia y ha distribuido tarjetas para que la gente pida su libertad al gobierno de Cuba. Su filosofía de trabajo es la lucha cívica no violenta. Sus héroes son Gandhi y Martin Luther King.

Roca, ex piloto de la Fuerza Aérea de Castro, es hijo de un histórico del comunismo cubano, Blas Roca. Líder de la Corriente Socialista cubana, es el único miembro del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna que en 1997 divulgó el documento La Patria es de Todos, que permanece en prisión, condenado a cinco años de cárcel. Pasa de los 60 años y junto a sus compañeros del GTDI cobró gran notoriedad por haber hablado con la prensa internacional y haber alertado inclusive a los inversionistas extranjeros sobre los riesgos de colocar su dinero en propiedades que habían sido confiscadas. Los coautores del documento, Roque, Gómez Manzano y Bonne tienen una formación sólida en economía y derecho.

Lugo estuvo encarcelada recientemente y se hizo popular precisamente por ello. Dirige el Partido Democrático 30 de Noviembre "Frank País" que es una organización opositora nacida desde el principio de la revolución de 1959. Valdés Santana, la otra mujer del grupo disidente, acaba de inaugurar una exposición sobre la historia del presidio político cubano, en el corazón de La Habana. Es conocida por su audacia y dinanismo, especialmente en el apoyo a los prisioneros de conciencia y sus familiares.

Ninguno de los disidentes cubanos tiene experiencia en administración pública, pero el fracaso del actual sistema es tan estruendoso en ese renglón que esto no parece ser una desventaja, frente a la condición de promotores del cambio. Si bien el exilio no tiene una relación directa con el cubano de a pie y la disidencia sí, la disidencia en cambio tiene poca relación con el mundo exterior.

Los Candidatos del Exilio

Alrededor de dos millones de cubanos viven en el extranjero, una gran cantidad de ellos en calidad de exiliados políticos. La inmensa mayoría vive en Estados Unidos. Fue en el exilio, especialmente a partir de la década de los 60, que se consolidó una oposición coherente al régimen de Castro. En un principio toda la lucha se basó en el derrocamiento del régimen por la vía de las armas, dentro y fuera de Cuba. A partir de los 80, afloraron más organizaciones encaminadas a divulgar por el mundo los principios democráticos de la diáspora.

Fue impresionante el auge que tuvo el presidente de la junta directiva de la Fundación Nacional Cubano Americana, Jorge Mas Canosa, fallecido en 1997. Su organización se dedicaba y se dedica a labores de cabildeo en Washington y ante gobiernos extranjeros. Pero la FNCA no ha sido la única organización anticastrista sino la más visible y sin dudas la más efectiva durante los últimos 20 años.

El exilio tiene figuras de gran relieve y de honrosa trayectoria democrática, como el ex comandante Huber Matos, presidente de Cuba Independiente y Democrática (CID); el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner, radicado en España y dirigente de la Unión Liberal Cubana; el propio Bofill, reconocido como fundador del movimiento defensor de los derechos humanos; Luis Zúñiga, de la FNCA; José Basulto, presidente de la organización humanitaria Hermanos al Rescate; Ramón Saúl Sánchez, dirigente del Movimiento Democracia, y el grupo Plantados, formado por respetados ex prisioneros políticos como Mario Chanes de Armas y Eusebio Peñalver. Hay dos grandes coaliciones de ex prisioneros, la Federación Mundial de Ex Presos Políticos Cubanos y la Coordinadora Internacional de Ex Prisioneros Políticos Cubanos.

La Junta Patriótica Cubana es una sombrilla de organizaciones, con integrantes muy dinámicos en sus respectivos grupos.

Hay también organizaciones no menos importantes que marcaron una época, como la Brigada de Asalto 2506 y Alpha 66.

Hay además académicos, investigadores, artistas y escritores de gran relieve, inclusive una serie de ciberactivistas que despliegan un formidable trabajo de denuncia y documentación de las violaciones de derechos humanos en Cuba, vía Internet, pero no es seguro que quieran participar en posiciones políticas de envergadura en una Cuba post-Castro.

Una fuerte campaña de descrédito hacia el exilio, manejada inteligentemente desde La Habana, ha colocado a las organizaciones de la diáspora a la defensiva en muchas ocasiones. Algunos, tal vez de buena fe, señalan que los líderes del exilio no podrán participar, inmediatamente después de la desaparición de Castro, en la vida política cubana. Que la mayoría ha estado muchos años fuera de Cuba y que inclusive muchos de ellos se han acogido a ciudadanías extranjeras. La historia demuestra lo contrario. Nada menos que José Martí, que era llamado presidente por los independentistas cubanos y es reconocido por castristas y anticastristas como el Apóstol de la Independencia, vivió la mayor parte de su vida fuera de Cuba. Sólo fue a Cuba a morir en combate pocas semanas después de haber llegado. Dos grandes próceres de las contiendas independentistas, Máximo Gómez y Antonio Maceo, vivieron fuera de la isla entre 1878 y 1895, año en que se inició la segunda guerra cubana contra España. Ernesto "Che" Guevara era argentino y desembarcó con Castro en las playas orientales el 2 de diciembre de 1956. Cuando huyó Bastista el 31 de diciembre de 1958, se convirtió en una de las figuras principales del gobierno revolucionario. No conocía la realidad cubana en ningún aspecto, excepto lo que vio durante los 24 meses y 28 días de lucha guerrillera en los campos de Cuba.

Los hemanos nicaragüenses Humberto y Daniel Ortega pasaron la mayor parte de la lucha contra Somoza, radicados en Costa Rica. Y a la caída del Sha de Irán, también en 1979, el ayatola Jomeini fue trasladado desde Francia para que gobernara el país islámico.

Matos fue un combatiente principalísimo del Movimiento 26 de Julio. Nombrado jefe militar de Camagüey al triunfo de la revolución, renunció en octubre del mismo año 1959 por la ya muy visible penetración de comunistas en el gobierno revolucionario. Fue acusado de sedición y condenado a 20 años de cárcel, que cumplió hasta el último día. Al llegar a Estados Unidos en 1979 fundó poco después Cuba Independiente y Democrática, organización que se mantuvo muy activa en la década de los 80. Su mayor obstáculo es la edad, es mayor que el propio Castro, y su organización ha estado muy pasiva en los últimos años.

Montaner, radicado en España, es el periodista más publicado en lengua española. De una mentalidad ágil, analista agudo y hombre de una cultura política descomunal es uno de los principales prospectos en las candidaturas del exilio. Es el líder de la Unión Liberal Cubana, con grandes lazos políticos en Europa y América. Su libro "Viaje al corazón de Cuba", y los que hizo junto al colombiano Plinio Apuleyo Mendoza y al peruano Alvaro Vargas Llosa, "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano" y "Fabricantes de Miseria", lo colocan a la vanguardia del pensamiento político lationamericano de nuestra época, en franca confrontación con los ideólogos del populismo y el marxismo.

Bofill, un ex profesor de ciencias sociales y a quien muchos atribuyen ser el padre de la actual disidencia cubana, se ha caracterizado por suministrar a las grandes organizaciones internacionales de derechos humanos suficiente documentación para condenar al gobierno de Castro. También analista agudo, es un hombre que se mueve sin ruidos y sin grandes escándalos publicitarios. La revista de su organización en Internet, Siglo XXI, es uno de los más aplastantes testimonios de la realidad cubana.

Zúñiga es tal vez el candidato más idóneo dentro de la FNCA. Más joven que el combativo y afable "Pepe" Hernández, y más maduro que los jóvenes cubano-estadounidenses que ahora dirigen la organización, ha sido un dinámico activista en el marco de los derechos humanos. Ha viajado constantemente a Ginebra para denunciar las violaciones cometidas por el gobierno cubano, y ha sido parte importante de la política civilista de la FNCA.

Basulto ha estado vinculado a la lucha anticastrista desde principios de la década de los 60. Participó en la expedición de Bahía de Cochinos en 1961, y 30 años después fundó Hermanos al Rescate, una organización humanitaria dedicada a rescatar "balseros" cubanos en altamar. Ha confesado que se siente partidario de la lucha cívica no violenta, y cobró notoriedad en 1996 cuando dos avionetas de la organización fueron derribadas por cazas MiG de la Fuerza Aérea de Castro, con saldo de cuatro muertos.

Sánchez es otro luchador que pasó de los años de la violencia, por la cual guardó prisión en Estados Unidos, a la lucha cívica no violenta. Como Basulto y Biscet asegura que sus actuales ídolos son Gandhi y Martin Luther King. Jugó un rol protagónico en el apoyo a la familia de Miami del niño Elián González. Ha sido el organizador principal de las llamadas Flotillas de la Libertad, mediante las que embarcaciones marítimas de Miami se acercan a las aguas cubanas para lanzar flores en memoria de los más de 40 cubanos muertos durante el hundimiento del remolcador "13 de Marzo", hecho ocurrido en 1994 y ejecutado por naves oficiales de Castro, y en memoria de los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate derribados en 1996.

Hay seguramente un rosario de nombres calificados en el exilio, como también en la disidencia y muy posiblemente en el oficialismo. Una de las grandes ventajas del exilio es su relación con el mundo exterior y su vinculación con las 125 mil empresas cubanas radicadas en Estados Unidos, las cuales generan unos 26 mil millones de dólares anuales, varias veces el presupuesto de Castro, y que seguramente tendrán una participación decisiva en la recuperación económica de la isla.

Pero tal vez el próximo presidente de Cuba esté hoy mismo en una calle cubana, silencioso, en busca de algunos dólares para alimentar a su familia, sin vínculos con el oficialismo, ni con la disidencia, ni con el exilio.

JESUS HERNANDEZ CUELLAR

© CONTACTO Magazine


 
 
 
 
 
 
 
 
 
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