LA HABANA, 27 de junio  - El desmayo que sufrió Fidel Castro el sábado último en medio de un discurso provocó algunas reacciones agresivas por parte de oficiales de la policía política de Ciudad de La Habana.

Los opositores Francisco Llanes y Armando Domínguez, víctimas del acoso policiaco, declararon que fueron interceptados en la vía pública sobre las cuatro de la tarde de ese día, y recibieron amenazas de que los encarcelarían de inmediato si la Seguridad del Estado detectaba que se burlaban de Castro o festejaban la fatiga que le dio en medio del acto político.

Decenas de operativos de vigilancia fueron reportados en torno a las viviendas de disidentes que habitan en esta capital.

"Se supo que después del desmayo de Castro agentes de la policía política vigilaban las casas de los opositores", precisó una fuente confiable.

Durante los veinte minutos aproximadamente que estuvo interrumpido el acto político por el desmayo del gobernante cubano el país cayó en crisis, pero de la actuación de la policía política se infiere que existe un plan de neutralización de disidentes en caso de emergencia para el régimen de La Habana.

Hasta qué tipo de actos represivos serían capaces de llegar los miembros de los cuerpos represivos en casos extremos es una pregunta que muchos opositores habaneros se hacen después del desmayo de Castro.

Juan Carlos Linares, Cuba Voz

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