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- Desmaya eso - dijo, echándole una última mirada
al jamón -, voy quitao.
Ahora, al recordar sus palabras en el bochorno de la azotea, sintió una punzada de nostalgia en el pecho, se dio la vuelta en el catre y quedó de cara al cielo, donde creyó ver una gran nube gris en forma de caimán. ¡Ah, cuánto le gustaba hablar en cubano ! Decir desmaya por olvida, voy quitao en vez de me voy, pensó, entrecerrando los ojos, mientras intentaba olvidar cuánto le había humillado el encuentro con el Maldito…. Jesús Díaz : Dime
algo sobre Cuba.
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