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«Soy Cuba», de la mano de Scorsese y Coppola

CANNES

El Festival de Cine de Cannes acogió ayer el estreno de ''Soy Cuba'', filme del ruso Mijail Kalatozov que ha llegado al certamen con el respaldo de Martin Scorsese y Francis Ford Coppola.

La película, «desaparecida» durante cuarenta años, no ha sido vista jamás en el Estado francés, pero sí en los festivales estadounidenses, como el de San Francisco (1993), donde se llevó el Gran Premio. Scorsese y Coppola lo descubrieron entonces y se unieron para encontrarle distribuidor.

La historia de ''Soy Cuba'' comenzó en 1961, cuando Moscú y Cuba decidieron coproducir varios filmes. Mijail Kalatozov fue el director elegido.

Kalatozov y su equipo comenzaron su rodaje en 1963, en pleno embargo comercial, con un material muy precario y afectado por la humedad tropical.

En plena guerra fría, Estados Unidos prohibió la proyección de ''Soy Cuba'', un documento «técnicamente magnífico, con un increíble tratamiento de negros y blancos y planos secuencia excepcionales», afirma la distribuidora del film.

gara.net , 23 de mayo de 2003

Soy Cuba: La coproducción cubano-soviética "Soy Cuba", de Mikhail Kalatozov es conmovedora, emocionante, entretenida y a menudo experimental en la estructura y ejecución. La película tiene lugar en Cuba poco después de la Revolución, con las brigadas revolucionarias lideradas por Catro luchando todavía en la las montañas y con  Batista, el dictador apoyado por EEUU, todavía en el poder. En lugar de presentar una narrativa lineal, somos transportados a través de la geografía y los paisajes de Cuba y somos testigos de cuatro historias que ilustran la dureza de la Cuba prerrevolucionaria. Un a mujer joven vive en un barrio de chabolas y tiene que prostituirse con turistas occidentales para sobrevivir. Un campesino ve cómo se le roban sus tierras. Un activista estudiante es perseguido por la policía de Batista. Un campesino que en principio no ve con muy buenos ojos la Revolución acaba uniéndose a la luccha cuando el ejército destruye su casa y su familia.  La intención es claramente propagandística: la película es un ensayo sobre la necesidad de la guerra revolucionaria.  Pero sea cuales sean las licencias melodramáticas de la exegesis marxista, lo que hace a "Soy Cuba" un trabajo fascinante es la cinematografía operística y la maravillosa música de Carlos Farinas. Influido por "Que Viva Mexico", la película no acabada de Eisenstein, la puesta en escena de Kalatozov tiene la fluidez y la gracia musical del cine mudo.  La película ha sido olvidada durante décadas y calificada como Kitsch post-soviético, pero ha sido redescubierta por Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, corresponsables de su reestreno.  Desde luego es florida y melodramática, pero la propaganda no es difícil de sobrellevar gracias a la forma en que se presenta y a que, según muestran las cuatro secuencias, las causas de la revolución resultan absolutamente justificadas.

Christos Tsiolkas

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