QUIENES SON... (II)

Para comprender esta historia, hay que partir de un documento publicado en Miami en mayo de 1992 y suscrito por un grupo de las más connotadas organizaciones contrarrevolucionarias y terroristas que han actuado contra nuestro país desde Estados Unidos. Se titula «CARTA ABIERTA A INVERSIONISTAS EXTRANJEROS», y dice textualmente lo siguiente:  

«Nosotros, en su momento, tomaremos todas las medidas que procedan para alentar y garantizar la debida protección de las inversiones privadas en una Cuba democrática, y también consideraremos con la debida responsabilidad las legítimas obligaciones de la deuda internacional. Sin embargo mantenemos la postura que cualquier inversión hecha en Cuba, en las actuales circunstancias, no merecerá el amparo de las leyes que formule un futuro gobierno cubano para la protección de la propiedad privada. Sostenemos que esas inversiones deberán ser consideradas como parte del patrimonio nacional, y como tales podrá disponerse de ellas libremente. Los inversionistas deben tener presente que, en muchos casos, participan en «joint ventures» o suscriben acuerdos con entidades u organismos que con toda probabilidad, dejarán de existir.» 

[...] 

«Creemos que es importante que la comunidad internacional de inversionistas conozca nuestras intenciones, y que aquellas que estén pensando en invertir en Cuba, se den cuenta plenamente de la responsabilidad política de sus actos, y los riesgos que les pueden acarrear. Sabemos que nuestra posición es compartida por grupos políticos dentro de Cuba, que por razones obvias, no pueden agregar sus firmas a este documento.» 

Lo suscriben, entre otras, cinco de las más importantes organizaciones terroristas: Cuba Independiente y Democrática, la Fundación Nacional Cubano-Americana, el Directorio Revolucionario Democrático Cubano, el Ejército Rebelde en el Exilio y el ex Club Asociación de Prisioneros y Combatientes Cubanos. 

Por otra parte, en una carta fechada el 15 de octubre de 1994, enviada a los inversionistas extranjeros en Cuba por la conocida Fundación Nacional Cubano-Americana, se decía:  

«[...] deseamos comunicarles que sus inversiones o gestiones comerciales en Cuba son consideradas como un acto de colaboración con un sistema totalitario» [...] «Esto sin considerar además, que su inversión se realiza en absoluta contradicción, menoscabo y desprecio de los derechos de propiedad de los anteriores dueños de la tierra, edificación o negocio. 

«Todas las organizaciones democráticas de oposición al actual régimen cubano, tanto dentro como fuera de Cuba, coincidimos en que los recursos financieros, o de otra índole, invertidos en Cuba pasarán a ser, en una Cuba post-Castro, parte del patrimonio nacional y colocados a la disposición del nuevo gobierno para que éste disponga de ellos de acuerdo con los mejores intereses de la nueva república.» 

«[...] sus actividades empresariales, comerciales o económicas en Cuba, además de constituir una actividad ilegítima, [...] son consideradas inmorales [...]  

«Queda a su decisión retirarse o no invertir en la Isla y esperar una oportunidad segura en una Cuba democrática. De la otra forma, tendrá que afrontar las consecuencias [...]» 

Esta carta la firma el tristemente célebre Jorge Mas Canosa, quien presidía entonces la FNCA. 

Sumándose a estas acciones, en una carta fechada el 10 de abril de 1997 en Ciudad de la Habana, suscrita por Vladimiro Roca Antúnez, Martha Beatriz Roque Cabello, Félix Bonne Carcassés y René Gómez Manzano, y enviada a todos los empresarios extranjeros, se les comunica: 

«En un plazo que cada vez se hace más corto, ocurrirá una transición hacia la democracia en nuestro país y esto aconseja que se adopten medidas que eviten que la inversión actual de capitales pueda ser valorada, en ese futuro cercano, como una forma de complicidad en el ocasionamiento de los males que padece la sufrida población cubana.» 

Como puede apreciarse, se produce una coincidencia exacta, casi textual, entre el párrafo transcrito de la carta de los personajes mencionados y las cartas de las organizaciones terroristas de Miami y de la Fundación Cubano-Americana que suscribe Mas Canosa con el pérfido objetivo de obstruir el desarrollo y la economía del país en pleno período especial. 

El 10 de abril de 1997, en un «LLAMAMIENTO A LOS COMPATRIOTAS DEL EXILIO», fechado en Ciudad de la Habana y suscrito por Vladimiro Roca y los otros tres miembros del grupo, se dice: 

«[...] Está latente el debate acerca de si es conveniente o no enviar ayuda a los familiares y amigos dentro de la Isla. [...]Pretendemos pronunciarnos sobre la incidencia que esas remesas pueden tener en el acallamiento de las voces de muchos que dentro de la Patria están en desacuerdo con el régimen comunista. 

«En la generalidad de los casos, la ayuda es enviada por personas que se exiliaron por oponerse al sistema, y los que la reciben aquí tienen criterios similares; sin embargo, el hecho de obtener esos ingresos adicionales ha conducido en la práctica a que muchos de los últimos adopten una postura de aparente indiferencia frente a la crisis nacional. 

«Ante esta realidad, queremos dirigirnos a los que, a pesar de las críticas, apoyan económicamente a sus seres queridos que residen en el país. Llamamos su atención sobre el hecho de que, si junto con el dinero enviaran firmes exhortaciones a que los destinatarios se incorporen a la lucha pacífica por el cambio, ello se traduciría en un aumento dramático de los que en Cuba han emprendido ese camino. 

«Si una parte de esos receptores de la ayuda saliese de las llamadas ‹organizaciones de masas›, dejase de fingir un apoyo al régimen que no siente, cesase de asistir a los actos políticos convocados por el gobierno y se negase a participar en las ‹elecciones a la comunista›, en las que nada se elige, aunque no es obligatorio votar, ello representaría un apoyo inapreciable a la lucha pacífica que se viene librando dentro de nuestra Patria por el logro del cambio.» 

[...]  

«Corresponde justamente a los hermanos exiliados que envían esa ayuda influir sobre sus parientes y amigos para que éstos comprendan esa simple realidad y actúen en consecuencia  

[...] 

«Fraternalmente, 

«Félix A. Bonne Carcassés 

«René Gómez Manzano 

«Vladimiro Roca Antúnez 

«Martha B. Roque Cabello.» 

No tarda mucho en reaccionar a este Llamamiento la mafia extremista de Miami. 

Uno de los más acérrimos promotores de la guerra económica contra Cuba y de las leyes Torricelli y Helms-Burton, el congresista federal por la Florida, Lincoln Díaz-Balart, en conversación sostenida con Luis Fernández, moderador del programa «Rueda de Prensa», de Radio Martí, elogia calurosamente el trabajo del grupo que lanzó el Llamamiento sobre la utilización de las remesas enviadas desde los Estados Unidos a cambio de que los receptores de las mismas hagan por lo menos tres cosas: 

Buscar formas de ayuda a la «disidencia» interna. 

No continuar haciéndole el juego al gobierno. 

Tratar de lograr un buen nivel de abstencionismo en las elecciones. 

En entrevista concedida por Vladimiro Roca al periodista Alvaro de Insua, en el espacio «Las noticias como son», de la emisora Radio Martí, con motivo de la celebración el 5 de mayo de la primera conferencia de prensa convocada por este mismo grupo, se produce el siguiente diálogo: 

Periodista de la emisora contrarrevolucionaria: «Vladimiro Roca, Presidente del Partido Socialdemócrata, es el propulsor de una convocatoria al abstencionismo electoral. ¿Qué papel está jugando el exilio cubano en esta convocatoria?» 

Respuesta de Vladimiro Roca:«Uno de los primeros trabajos de la convocatoria, que fue el Llamamiento a los Hermanos del Exilio para que la gente que envía remesas a los cubanos que están aquí, les pidan por favor utilicen la abstención para poder acelerar un poco más la democratización, es decir que los presionen con el problema ese del envío de remesas, si yo te estoy enviando dinero, tú estás mejor que los demás, ¡haz algo porque esto cambie!Y es una cosa muy fácil, que es abstenerse, no ir a votar.» 

Mientras el gobierno de Cuba autoriza las remesas, que antes del período especial no aceptó nunca por cuanto es fuente de diferencia y desigualdad social, es indignante que éstos «disidentes» sometan a los familiares que las envían y a los que las reciben a tan ultrajantes condiciones y exigencias, y se diga además que la generalidad de los que las reciben piensan como ellos y deben dejar de fingir. 

De nuevo el 15 de mayo de 1997 el grupo lanza al aire, es decir a los medios masivos de publicidad yanki, una DECLARACION donde se expresa: 

«Hace varias semanas nuestro grupo de trabajo dio a conocer la esencia de su posición ante el proceso electoral anunciado para dentro de unos meses, exhortando a nuestros compatriotas a hacer uso de su derecho de no concurrir a votar.Lo proponemos porque estimamos que es lo más adecuado en la actual coyuntura, debido a que el gobierno utiliza el número de votantes como medida del apoyo popular de que supuestamente disfruta, porque se presta a que personas inescrupulosas manipulen los resultados electorales, computando como válidas las boletas anuladas, porque concurrir a votar significa legitimar un proceso que —al no ser pluralista— solo es legítimo para el sistema comunista y pecaríamos de muy ingenuos si lo comparáramos con el de los países verdaderamente democráticos. 

«La otra alternativa abierta a los que no están de acuerdo con la política gubernamental, la de anular la boleta, en realidad no requiere de llamamientos ni campañas de la oposición, pues se producirá espontáneamente entre los que, en contra de su voluntad, se sientan obligados a votar.» 

En julio de 1997 redactan un «LLAMAMIENTO AL PUEBLO CUBANO» en el que se plantea: 

«Nuestro grupo de trabajo reitera el llamado que formuló en el sentido de exhortar a los ciudadanos a que no concurran a sufragar, con lo cual no estarán infringiendo ninguna disposición. Sabemos que esto no resulta fácil, porque, a pesar de que no es obligatorio hacerlo, las autoridades presionan de mil modos a los ciudadanos para que voten, y así poder presentar después un elevado índice de participación como una supuesta muestra de apoyo al sistema. Estamos conscientes de que aquellos que poseen vínculo laboral o gozan de alguna ventaja, temen perderlos; que el que tiene hijos menores, teme perjudicar de algún modo su futuro si no actúa como el régimen espera de él. Pero confiamos también en que el pueblo se sobreponga al miedo y aproveche esta pequeña posibilidad para demostrar su voluntad de cambio pacífico.» 

Más adelante afirman: 

«Casi está de más que señalemos que a los que no comulguen con el sistema y, pese a todo, concurran a las urnas, los exhortamos a que anulen su boleta escribiendo la palabra ‹NO›. Sin embargo, debemos advertir que, en vista de que en los colegios electorales no habrá representantes de la oposición ni observadores internacionales, tenemos la fundada prevención de que parte de esos votos nulos puedan ser alterados o manipulados por personas inescrupulosas, cosa que no podrán hacer con los que se abstengan.» 

Por su infamia, este material y la supuesta posibilidad de que los votos nulos sean alterados o manipulados, al referirse a unas elecciones donde las urnas son custodiadas por los pioneros y el recuento se hace a la vista de cuanta persona desee presenciarlo, como es conocido por millones de ciudadanos de este país, que han participado en 12 elecciones, incluido el plebiscito, desde 1976, a lo largo de 23 años sin un solo caso conocido de fraude, no requieren de comentario alguno. 

La mera idea de que un niño cubano pueda sufrir las consecuencias de que su padre no vote es sencillamente repugnante. 

El 11 de julio de 1997 René Gómez Manzano envía carta al señor Frank Calzón, que a continuación transcribimos: 

«Sr. Frank Calzón 

«1318 18 St. N.W. 

«Washington, DC 20036 

«Phone (703) 998-8384 

«(202) 296-5101 

«Estimado Frank: 

«Aprovecho la grata ocasión para enviarte un afectuoso saludo. 

«Recientemente estuvo a verme el recién graduado de la Madre Patria que venía de parte tuya. Como me dijo que le interesaban los temas de economía, que es su especialidad, le di las coordenadas de Martha Beatriz. 

«El me entregó la suma de doscientos dólares (USD $200.00) de parte de la señora Bette» [la misma emisaria que le trajo una computadora de parte del Sr. Calzón]. «Mucho se lo agradezco, y te agradeceré que así se lo signifiques. 

«Como seguramente sabrás, hace unas semanas nos llegaron invitaciones del embajador Groth» [relator especial contra Cuba que Estados Unidos había logrado imponer en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra] «para visitarlo en Nueva York en agosto. No creo que se dé esa posibilidad, ya se sabe que el gobierno cubano no suele otorgar esa clase de ‹permisos de salidas›, pero de todos modos estamos haciendo las gestiones. Ojalá me equivoque y tenga el placer de saludarlos personalmente a ustedes y a otros amigos de aquellas tierras norteñas. 

«Gracias nuevamente y un abrazo de, 

«René 

«René Gómez Manzano.» 

¡Anexionismo puro! 

¿Quién es Frank Calzón? 

De origen cubano, fue reclutado por la CIA cuando realizaba estudios en la Universidad de Georgetown. Militó en la organización terrorista contrarrevolucionaria «Abdala», y pasó posteriormente al cargo de Director Ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano-Americana. Obligado a renunciar por conflictos con su máximo cabecilla, pasó a dirigir el programa «Transición para una Cuba Libre» de la llamada Fundación Freedom House. 

Como fue ampliamente divulgado, el 6 de octubre de 1995 el Presidente Clinton le había entregado personalmente ante la prensa medio millón de dólares destinados a proporcionar computadoras, equipos de fax, publicaciones y dinero a los grupos que se oponían dentro de Cuba al Estado cubano. Esta entrega tuvo lugar cinco meses y seis días antes de que el Presidente de Estados Unidos firmara la Ley Helms-Burton. 

En agosto de 1997 fue capturado en Cuba y deportado a Estados Unidos David Norman Dorn, emisario de Frank Calzón, que traía para los grupúsculos en Cuba abastecimientos técnicos e instrucciones, al que se le ocuparon una computadora, radios de onda corta, varias cámaras fotográficas y dos mil dólares en efectivo, después de haber distribuido abundantes sumas y equipos a varios grupos, entre ellos el de Vladimiro Roca. 

Como consecuencia del escándalo, a fines de 1997 Calzón deja Freedom House y crea una nueva organización bautizada con el nombre de «Centro para una Cuba Libre». De inmediato recibió 400 mil dólares del gobierno de Estados Unidos.  

El grupo ha recibido realmente importantes recursos financieros y técnicos. A pesar de no trabajar ninguno de ellos durante años, ostentan niveles de vida muy por encima de los ciudadanos comunes. A  tal extremo, que uno de ellos, sin haber derramado una sola gota de sudor en mucho tiempo, mantiene cuatro casas diferentes, como un sui generis Sultán de la «disidencia», costeado por el Tesoro de Estados Unidos. 

Cuando se les pregunta de dónde provienen esos fondos, se niegan a responder con precisión. Alegan que son donaciones procedentes de amigos y compañeros de lucha del exilio. 

(Continúa)