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Amigos.. Estaba leyendo en Internet, exactamente en el News Group de Cuba, donde acudo cada tarde después de una agotadora jornada de trabajo, en busca de información sobre nuestro país. Siempre que el escaso tiempo disponible me lo permite, hago una parada casi obligatoria en los artículos de aquellas personas, que por su edad, vivieron la etapa "pre-revolucionaria". Es una acción repetida que realizo con mucho placer con varios objetivos, aprender y buscar respuestas a preguntas que siempre murieron en el vacío, por la desinformación y censura de todos conocida. Para leer en el News Group de Cuba, hay que tomar las cosas con espíritu deportivo, no me sorprenden los artículos de personas que atacan a la comunidad cubana, se destaca entre ellos un periodista que además de estar en el ocaso de su vida, parece que siempre lo estuvo en el de su carrera. Cada vomitivo trabajo de este individuo, está dirigido principalmente en contra de sus antiguos colegas de profesión, los ataca con saña en cada crisis biliar, su odio y desprecio por las personas que no comparten los ideales que abrazó en 1959, no tienen para cuando terminar. Digo que fue en 1959 cuando se bautizó en estas ideas, porque la gente que lo conoce ha escrito en muchas oportunidades, que antes de este tiempo, escribió a favor del gobernante de turno, esto no me consta, ya que mi edad en esos momentos de nuestra historia era muy corta. Lo cierto de todo esto es, que el mencionado personaje considera según demuestra en todos sus escritos, que la acción de simpatizar con una ideología, se debe cumplir hasta el final de nuestras existencias, como si se hubiera establecido un vínculo matrimonial indisoluble, parecido a una nupcia católica. No importa que el líder de tal o cual ideología en cualquier país haya traicionado a su pueblo, poco interesa para este tipo que sea un asesino, el debe cumplir y hacer cumplir con obligatoriedad irracional, aquel compromiso que contrajera y no solo eso, atacar a quienes un día abrieron los ojos y decidieron cambiar el curso de sus destinos. Constantemente hace referencia a la fecha de 1953, creo que su insistencia es para empujarnos a entender, que él tuvo participación en lo referente al ataque al cuartel Moncada, justificando de este modo, aquel cambio sufrido en su vida cuando la caída de Batista. Luis Ortega es conocedor de toda esa historia sobre esta sucia etapa vivida en Cuba, solo que la utiliza, para justificar la presencia de otro más criminal que Batista, sin embargo, da muestras constante de su desconocimiento sobre la situación que se ha vivido en estos cuarenta años, sumada a una profunda ignorancia sobre la evolución degeneradora sufrida por el pueblo. Hoy ataca sin piedad a un antiguo colega que llevado por las pasiones, habla de la cobardía del pueblo por no rebelarse contra Castro. ¿ Se detuvo por unos instantes el Ortega para analizar su artículo antes de publicarlo? ¿ Ha sentido alguna vez el miedo? Ese miedo que llevado en las venas por largos períodos de tiempo, pueden convertir al ser más valiente en un vil cobarde. Estoy convencido de que la respuesta es negativa, nunca pudo haberlo sentido, al menos desde 1953, porque vive en un país donde se da el lujo de atacarlo sin temor a represalias. El miedo puede ser sentido por el más viril de los hombres, debe formar parte del instinto natural de conservación, son muchas y variados los motivos que nos lleven un día a experimentarlo, puede suceder en muchas otras oportunidades de la vida, pero es imposible vivir con él constantemente, eso nos calificaría de miedosos o cobardes. ¿Puede todo un pueblo vivir con ese sentimiento? Estoy convencido de que es así, es lamentable escribir esto sobre nuestro pueblo, pero se tiene que haber vivido los últimos años en la isla para poder comprenderlo, no solamente ha sido Cuba la arrastrada a esta situación, ni ha sido la tarea de unos días, han sido muchos años de destrucción moral, donde se ha logrado hincar las rodillas de los más bravos de sus hombres, obligándolos a vivir con doble personalidad, ¿qué ha motivado esto?, no tiene otro nombre que "miedo". ¿Pero miedo a qué? Se preguntarán muchos de los que siempre consideraron a esa sociedad como el ejemplo a seguir. Miedo a todo, a perder lo más insignificante, el derecho a comprar un televisor, un refrigerador, obtener una casa, una beca, conservar el puesto de trabajo, el hospital gratis, miedo a perder cosas tan miserables como estas, que se obtienen a cambio de las libertades esenciales del hombre, el derecho a pensar, hablar y a escribir como lo hace este individuo. Es de suponer que él nunca se vio obligado a vivir de esta manera, por eso su desconocimiento total, de los cambios sufridos por el pueblo. El pueblo cubano lo es porque nació en Cuba, no es el mismo pueblo, ni lo será por otras decenas de años, los daños sufridos en lo relacionado a su conducta, no se podrán corregir con el solo cambio de su sistema político. No es el mismo pueblo, porque no existe la misma familia y esta es la base fundamental de cualquier sociedad, ¿dónde existe una familia?, cuando el hermano es enemigo de su sangre por una absurda ideología, la madre es capaz de delatar a un hijo, el padre de darle la espalda a éste cuando ha caído en desgracia. Un ejemplo de lo que les hablo lo tenemos muy cerca, evalúen a la familia de Elián, luego la podrán multiplicar por millones, ese es nuestro pueblo. Ortega no podrá comprender esto porque no le tocó vivirlo, él no sabe lo que es quedarse sin aquellos a quienes consideraba tus amigos, los que a pocas horas de caer en desgracia te dan la espalda, solo por no "ensuciarse" , no sabe lo que esto quiere decir, "ensuciarse" es verse premiado con alguna de las evaluaciones inventadas por ese régimen, significa en este caso, tener relaciones con personas desafectas, lo cual puede perjudicar cualquier tipo de aspiraciones, mas bien de miserables aspiraciones. Es bastante triste ver como desaparecen esos "amigos", ¿no es esta una manifestación de cobardía?. Solo los pocos se mantienen a tu lado solidarios, entonces a estos, hay que pedirles que se alejen para no perjudicarlos. Ortega desconoce todo porque desde hace mucho tiempo vive fuera de Cuba, ¿cómo es posible que conozca a nuestro pueblo? El pueblo de Cuba no se subleva no solo por cobardía, sería la pelea del león contra el mono, no es el único caso que existe en la historia de la humanidad. En todo el Campo Socialista solo Rumania se vio envuelta en una sublevación, pero después de la reacción de las fuerzas armadas que fuera entonces apoyada por el pueblo. ¿Por qué entonces pedirle un derramamiento de sangre? ¿Es esa la única vía de solución al caso cubano? Haciendo gala de su característica demagogia, hace mención de hechos sucedidos en la lucha contra la "dictadura" de Batista, recuerda con cariño a los atacantes del Palacio Presidencial, a los que desembarcaron en el yate Granma, a Félix Elmuza, Juan Manuel Márquez, Jorge Agostini, etc. Yo pudiera darle una interminable lista de esos caídos, me los encontraba al salir de la puerta de la casa, con el nombre de las escuelas, del Comité de Defensa, de las las fábricas, de las delegaciones policiales, los hospitales, los barcos, las calles. Cualquier lugar de Cuba lleva el nombre de alguno de ellos, pero no los recuerdo con ese cariño que él manifiesta, en primer lugar, porque nunca me prodigaron ese mencionado sentimiento de afecto y en segundo lugar, porque dudo que sus vidas las hayan perdido por algo que valiera la pena, como para recordarla con cariño. Los respeto porque sus vidas fueron dadas para sacar del poder a un dictador, al menos esos fueron sus deseos, los cuales enseguida contaron con el apoyo de un pueblo asfixiado, los respeto porque están muertos y ellos no pueden cambiar el curso de las ideas por las cuales lucharon, nunca he dudado de la existencia de héroes, los hay de izquierda y de derecha, son hombres que dieron muestras de valor defendiendo en este caso una causa. Solo tendría para ellos una sola pregunta, ¿de estar vivos apoyarían la situación actual que vive el pueblo de Cuba? De ser positiva la respuesta, entonces no dejarían de ser tan miserables como estos que están vivos y disfrutan del poder. Recuerdo a Jesús Menéndez y Aracelio Iglesias, entre otros grandes luchadores del movimiento sindicalista cubano, ¿estarían ellos de acuerdo con el actual papel desempeñado por los sindicatos cubanos? Por supuesto que no, sus luchas no fueron llevadas a cabo para convertir a la C.T.C. de Cuba, en un órgano de represión sofisticada contra los trabajadores, donde los obreros pagan para ser reprimidos. ¿Significa el hecho de no sublevarse contra Castro simpatizar con su régimen? Que lejos se encuentran de la realidad y que poco conocen al pueblo cubano quienes afirman tal locura, ignoran hasta que punto ha llegado la doble moral en la vida de ese pueblo, quienes la adoptaron en sus inicios solamente como una coraza de protección, pero que al transcurrir los años, se ha trasmitido de generación en generación de una manera tan normal, que forma parte de la actual moralidad y lo más significativo es; que todos vivimos con ella sin sentirlo. El pueblo no es el mismo Ortega, no podrá compararse nunca a la actual familia cubana con la de años pasados, los amigos no son los mismos, los padres tampoco, "los compañeros" no confían en sus "compañeros", nadie sabe donde se esconde la delación o la traición, como pedir que exista clase obrera ni estudiantado, cuando no somos capaces de confiar en nuestra familia. El pueblo es otro, porque aquel que conocí en mi infancia fue destruido. Dice este individuo que los balseros no son anticastristas, no creo que se deba generalizar, ellos forman ese todo conocido como pueblo, los hay anticastristas, los hay castristas encubiertos que desde sus primeros pasos en el norte, todas sus acciones han estado dirigidas a destruir al exilio cubano, Ortega no es balsero pero pertenece a esta categoría y por último, están los que no son nada, los que no tienen opinión, los que carecen de una adecuada actitud para el trabajo, los que desean urgentemente dejar de considerarse cubanos, estos son parias y lo serán por mucho tiempo así, hasta que la diáspora les devuelva la dignidad y el orgullo de haber nacido en esa isla, son así, no porque hayan nacido con esos defectos morales, ellos son el hombre nuevo creado por ese sistema, entonces, ¿por qué abochornarse ante su presencia? Ortega, tu hijo pertenece a esta categoría, debes reconocer que tu familia fue infectada por ese virus, lo demuestra el hecho de que él postea todos esos artículos elaborados en el inodoro de tus ideas, sin saber la realidad que vive nuestro pueblo, sin conocer nada de la historia de esa gente, lo hace por inercia, porque si lo hiciera conscientemente, tu hijo es mucho más canalla que tu. El enemigo del pueblo es el mismo, no importa cuales son sus banderas, ideologías, credos, etc., todo el que por ambiciones particulares, de un partido, de una ideología, etc., es capaz de someter a su pueblo a innecesarios sacrificios, es su enemigo. Fidel y sus seguidores derrotaron a Batista, porque su dictadura tenía agobiado a todo un pueblo, hoy, ese mismo hombre que pudo ser recordado con gloria, sometió a ese mismo pueblo a una tiranía nunca conocida en nuestra historia, conociéndose por más de cuatro décadas, un hambre nunca experimentada y niveles de miserias humanas desconocidas por sus habitantes. Su final será, aumentar la existencia del estercolero de la humanidad, porque es repudiado y despreciado como no lo ha sido el mismo Batista, nombre ignorado por las nuevas generaciones de cubanos. Fidel y toda su camarilla de canallas son los enemigos del pueblo, porque todo el que manifiestamente exprese su decisión de hundir la isla, antes de entregar el poder, es un loco enfermizo, un fanático y hasta un fascista. Nadie, absolutamente nadie, ni gobernantes, ni partidos políticos, sea de la tendencia que fueran, tienen reservado el derecho a destruir un país, porque este no se construye en tres días, ese ha sido levantado con el sudor de millones de cubanos que pertenecen a varias generaciones, ese es el legado de todos los que dedicamos parte de nuestras vidas al trabajo creador, para el disfrute de nuestros hijos. Esto Ortega, no es propiedad de nadie, la patria no le pertenece a ningún político y los enemigos del pueblo nunca han cambiado, son sencillamente eso, sus enemigos. Es una verdadera pena que nuestro suelo haya visto nacer a personas tan viles, cínicas y degeneradas como este individuo llamado Luis Ortega, guarda un estrecho vínculo de similitud con su amo, aún en los albores del final de sus vidas, no se han cansado de hacer daño. Se puede llegar a viejo, pero el decoro y la dignidad no envejecen nunca.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
26-02-2000.
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