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 MEDALLAS  vs  LIBERTAD
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   Los izquierdistas están eufóricos, Cuba ha ganado medallas en ésta como en todas las Olimpiadas, si la memoria no me falla, el deporte y la cultura son dos armas políticas que nunca han desaprovechado, mejor dicho, ellos las convirtieron en campos de batallas entre dos ideologías encontradas. Es una verdadera pena que esto ocurra, porque detrás de cada uno de esos atletas hay hombres que lo practican por amor, ningún sistema puede hacer maravillas si no cuenta con el sacrificio y la voluntad de esos seres por buscar un camino a la gloria.
  ¿Por qué esa alegría? No es por las medallas alcanzadas por esos seres que dentro de muy poco, dentro de unos escasos años, pasarán al anonimato como muchos de sus compatriotas, la alegría no es por el deporte, es por saberse representados, venció la ideología que ellos admiran y eso es suficiente para demostrar la superioridad del "Socialismo" que ellos profesan. ¿Existe aún "Socialismo" en Cuba? ¡Vaya esa si que es nueva!
  Es indiscutible e indudable la calidad de los deportistas cubanos, es indudable también que en el deporte, el gobierno de Castro invierte lo máximo de sus recursos aunque tenga que sacrificar a toda una nación, ya lo demostró cuando la celebración de aquellos Panamericanos en La Habana, la población saboreando los placeres que brinda la hambruna de un naciente "Período Especial", mientras el dueño de la finca se gastaba millones en otros de sus alocados caprichos. ¿Lo hace en aras del deporte? Eso mismo ocurrió en todo el Campo Socialista, ¿quién no disfrutó de aquellas actuaciones de la rumana Nadia Comanecci? Todos nos asombrábamos de las proezas de aquellos atletas del Este, lo malo llegó después, cuando se cayó el Muro de Berlín y el mundo conoció la verdadera cara de ese sistema.
  Muchos dicen que esos logros se obtienen porque el deporte es gratis y todo lo paga el "gobierno", cuan infantil resulta todo esto, cuando se sabe que los gobiernos son ejércitos de parásitos que no producen nada, solo mal gastan el dinero que producen los pueblos. Castro se ha diferenciado de otros caudillos de América en este aspecto, él ha invertido lo inimaginable en la producción de esas medallas, tomó ese frente como una de las principales muestras que ofrecer a esos ilusos, que aún conociendo las desdichas del pueblo cubano y sus crímenes mil veces denunciados, lo aplauden. Lo mismo quiso hacer con la educación y la medicina, frentes muy dudosos hoy en día para la población que vive en la isla y sufre todo tipo de carencias.
  Sí, es indudable que esos héroes pasajeros ganan muchas medallas, las ganan por aquellos países, donde sus capataces se han encargado de robar el dinero que debía dedicarse a estas faenas, luego, ya se encargaran los discípulos de Castro en decir, que la culpa de ese problema la tiene el imperialismo yanqui, ese canto ya lo conocemos.
  Medallas, ¿qué puede significar eso para un cubano de la isla?, más apagones, más racionamientos, menos medicinas para nuestros enfermos, más gente tratando de huir en balsas, más cárceles donde se hacinan nuestros presos, más delincuencia, más prostitución, más apartheid, menos transporte y por supuesto algo muy caro que se ha estado pagando por todo esto, la libertad.
  Cuba es superior a toda la América por esas medallas ganadas, ¿qué otra opción le brinda el sistema a los que no les interesa el deporte? ¿La escuela gratis? ¿Un hospital de mala muerte gratis? ¿Gratis? Eso es lo que piensan aquellos que insisten en comportarse como ignorantes, todo eso se paga muy caro. ¿Y cuando termine de estudiar? ¿Y si nunca me enfermo? ¿Qué más brindan ellos? Absolutamente nada a cambio de tu silencio.
  Las Olimpiadas terminaron para todos, es una verdadera pena, debería existir una Olimpiada permanente en la tierra, esos son los únicos momentos de la vida donde se abrazan tanta gente desconocida, donde se ríe de alegría al ganar una medalla que significa mucho para uno de esos muchachos, quizás el sueño de toda una vida, donde se derraman muchas lágrimas al ser vencido y borrarse esos sueños. Se acabaron los juegos que seguro transmitieron diariamente en Cuba, para sacar al cubano de sus pesadillas en ese corto tiempo, pero ahora continúa el juego más serio que ha tenido durante toda su vida, el de sobrevivir, el de tratar de comer mañana, el de conseguir una pastilla de jabón para bañarse o pedirle dinero al familiar en el extranjero, para garantizarle la comida a la madre que está enferma, continúa la rutina de todos los días, llegará el apagón, las marchas para protestar por cualquier bobería y así seguir "tirando", hasta que se acabe la pesadilla.
  ¿Medallas? ¡Solabaya! Medallas así no quiero.
 
 
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2-10-2000.