Página de inicio Presentación de Esteban
¿POR QUÉ ESCRIBO ?
Nuestro pueblo
Indice de materias

 
     Viviendo en Cuba, una isla donde todo está prohibido, claro!, es de 
imaginar que se puede gritar a todo pulmón : "Viva la revolución", "Viva 
 Fidel", "Abajo el imperialismo", nada de esto lo prohiben, al contrario, te 
pagan el día laborable para que lo hagas y te des gusto gritando todas estas 
boberías, pues aun en la isla, cuando nos llegaba alguna información de las 
que estaban censuradas, ésta caía en nuestras manos, en algo que hacía lo 
imposible por semejarse a una hoja de papel y se esforzaba mucho en querer ser blanco. 
  Aquellos peligrosos papeles, que la gente mostraba solo en la intimidad de 
personas de confiar, estaban tan gastados, que en muchas oportunidades de 
tanto abrirlos y cerrarlos, se partían en las dobleces, se perdían letras 
que uno debía imaginar que existieron, para poder interpretar el mensaje que 
traía, otras veces, estaban manchados de sudor, pero nada de eso impedía que 
siguieran su agotador recorrido, de mano en mano, de barrio en barrio y así 
por toda la isla, siempre escondidos. 
  Disfrutábamos mucho de aquel misterio por saber que sucedía en el mundo, 
nos alegrábamos cuando se hablaba de lo nuestro, hemos sido tan ignorados, 
han habido tantos cómplices en nuestro caso, que cuando alguien nos tocaba, 
aunque esto fuera de una manera muy insignificante, todos nos poníamos 
contentos, siempre veíamos en todo esto un rayito de luz y por ello 
comprendíamos que no estábamos muertos. 
  Todo está prohibido allí en esa isla, oír la radio que viene del 
extranjero, es alimentarse de propaganda enemiga, no se sabe lo gastado en 
bloquear a las emisoras de televisión, en el Ministerio de Comunicaciones 
tenían un departamento, donde trabajaban decenas de confiables al régimen, 
abriendo todas las cartas que llegaban del extranjero, cartas que en muchas 
ocasiones no llegaron nunca al destinatario, otras que llegaban después de 
pasar meses enteros, le sacaban todo, una cuchillita de afeitar, un dólar, 
una tarjeta postal, las fotos se perdían o las archivaban, todo había que 
tenerlo bajo control, radio escuchas que estaban las veinticuatro horas del 
día, anotando todo tipo de información que llegaba del otro lado del mar y grabando. 
  Nada se puede consumir, nada se puede ver, nada se puede oír, todo es 
dañino y falso, la verdad es la que ellos ofrecen, para que la consuman los 
nacionales y los incautos, los necesitados de que aquello exista para poder 
vivir como siempre lo han hecho, engañando al pobre y prometiendo lo que nunca han cumplido. 
  Hoy, deben estar remordiéndose el hígado, los malos inventaron algo que no 
pueden frenar, algo que está fuera de sus poderes para censurarlo, el 
Internet, al que solo tienen acceso una minoría privilegiada, hoy mas que 
nunca, deben haber decenas de ellos sentados en un gran salón frente a los 
PC, leyendo cada uno de los mensajes que escribimos en los news groups, 
revisando cada página web de los cubanos que escriben sobre la realidad 
cubana, realidad que es falsa según sus conceptos de la vida, no solo las 
nuestras, leerán también las de los extranjeros que escriben sobre Cuba e 
informarán a sus jefes la aparición de un nuevo artículo enemigo, así 
estarán todos los días, las semanas, los años, gastando mas dinero para que 
no les lleguen nuestras mentiras, seguirán abriendo las cartas, bloqueando 
la radio, la TV, decomisando revistas y libros, fotos y películas, todo lo 
que ellos consideren hace daño, todo lo que pueda abrir un poco los ojos, 
cada rayito de luz, para mantener al pueblo como siempre, en una interminable penumbra. 
  Los otros días le comentaba a una amiga, que un día pintando en casa de un 
amigo mío en Cuba, llegaron unos compañeros de trabajo de su esposa, eran 
funcionarios del Comité Central del Partido y me mantuve en silencio 
pintando, hasta que no abrieron la boca y comprobé que ellos eran mas 
gusanos que yo, eso no lo entiende nadie en el extranjero, eso solo lo 
entiende un cubano, para comprenderlo hay que vivir en ese suelo, donde la 
fiesta de las máscaras nunca a terminado. 
  De la misma manera que aquellos se expresaron en contra del gobierno, 
muchos de los que están sentados en esas computadoras rastreando el cybert 
espacio, pensarán igualito que aquellos funcionarios, de eso no me cabe la 
menor duda y es esa una de las razones por las cuales escribo, si no puede 
llevarse un disquete escondido por los extremados controles, se lleva en la 
mente lo que lee y lo comenta con el amigo, con el pariente, con el vecino 
al que conoce y en quién confía, de esta forma es que le llegan las noticias 
a nuestro pueblo, hasta que llega a oídos de alguien que no tiene miedo y 
pita feo, ese la suena en cualquier cola y entonces se entera todo un 
barrio, por esa gente escribo. 
  Que me disculpen los letrados y poetas, yo se que para escribir se 
necesita mucho del dominio de las letras, se requiere mucha fantasía para 
describir una situación cualquiera, pero la verdad es que no pretendo ser 
escritor aunque me gustaría, yo solo trasmito algo que viví durante muchos 
años, para que me entienda el indio, el negro, el obrero y el desempleado, a 
la mierda no le llamo excremento porque esta gente no tiene dinero para 
comprar un diccionario y entonces no me comprenderían, al hijo de puta lo 
identifican a cien leguas, de la misma manera que lo hacen con el patrón, 
pero están un poco confundidos en la definición de la palabra Tirano o 
Dictador, escribo para estos humildes que son la mejor materia para 
convertirlos en carne de cañón, por aquellos cabrones que filosofando los 
confunden y siempre quedan vivos. 
  Para los que se empeñan o a los que les dieron la tarea de tratar de 
callar mi voz, les digo que pierden su tiempo, seguiré escribiendo sabiendo 
que esto los mortifica, en esto está parte de mi éxito, nunca los menciono, 
no hablo de sus países y se sienten muy ofendidos y agredidos, cuanto lo 
lamento, expresan que solo hablo mal de aquel gobierno, pero cierran los 
ojos para ver que mi pueblo vive en las ruinas. 
  Cuba es un país que no importa máquinas de escribir para vender a la 
población desde 1959, los que las poseen, son viejas Underwood de la década 
de los cincuenta, piezas de museo que aun escriben, se cuidan y veneran, 
piezas que son decomisadas de las casas de los opositores, de la misma 
manera que hacían los fascistas, como símbolo de impotencia y miedo, porque 
saben que se pueden matar a los hombres, pero no a las palabras y estas 
viajan muy lejos. ¿Como podrán pretender cuatro idiotas que me calle?, ¿qué 
saben estos estúpidos de los sufrimientos de mi pueblo?, ¿cuándo han visitado 
a nuestros presos en los centenares de campos de concentración que tenemos?, 
por eso es que escribo y lo seguiré haciendo. 
  Qué me importa que unos se molesten, que se me escape una falta de 
ortografía si yo no cobro por esto, qué importa si ambre la pongo sin h, si 
con solo esta letra no lleno ningún estómago y eso lo sabe el indio, el 
negro, el campesino, el obrero, el desempleado y todos los presos de mi 
Cuba, eso lo sabe el pueblo entero. 
  Muy sencillo, no le gusta lo que escribo, no abra el mensaje. 
                   Esteban Casañas Lostal
21-08-1999