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Dulces guerreros cubanos. 

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Título.- Dulces guerreros cubanos.

Autor.- Norberto Fuentes.

Editorial.- Seix Barral.

Comentario.- Esteban Casañas Lostal.

 

Recuerdo que estando de profesor en la Academia Naval del Mariel, se presenta la oportunidad para un grupo de oficiales militares y profesores civiles de embarcar en el buque escuela "Viet Nam Heroico". A partir de esos momentos y los rumores que circulaban sobre los posibles seleccionados, se destapó una batalla campal de difamaciones, intrigas, insinuaciones, descréditos, etc., sobre aquellos que serían premiados con ese privilegio. Privilegio que no se encontraba al alcance de todos y que todos deseaban, salir al extranjero, conocer otros países, escapar de la rutinaria vida del militar sin combates, donde levantar la mano para saludar les recordaba diariamente su posición dentro de la sociedad. Eso no era lo más importante de aquel privilegio, los pocos seleccionados verían sus vidas premiadas con la adquisición de algún electrodoméstico, o cualquier trapo que lo elevara por encima de la estatura de su vecino.

Ya estaba acostumbrado a esa nueva forma de luchar del cubano, fuera de las fronteras de esa academia los hombres luchaban a capa y espada por obtener un televisor ruso, una lavadora Aurika con un motor de 50 ciclos donde el uso era de 60, un refrigerador, o el derecho a adquirir una vivienda. El obrero en su desesperación y necesidad no escatimaba palabras para desacreditar al compañero de su vida diaria, éste lo hacía en una asamblea general y luego, bueno, después de obtener su equipo o vivienda terminaba como enemigo de muchos desesperados como él.

Nunca imaginé que esa manera de luchar por obtener algo se extendiera al seno de las fuerzas armadas, siempre pensé que correspondía a la gente más humilde del país y sin otra opción para satisfacer sus necesidades. Me equivoqué, comprobé entonces que no eran los obreros los creadores de ese estilo de lucha, donde se hace gala de un derroche de puterías nunca antes experimentadas en nuestro país.

Leyendo el libro de Norbertus descubro que también estaba equivocado, aquel estilo de lucha no tuvo sus orígenes en nuestras fuerzas armadas, donde no importaba el rango del oficial. Nos caía sin paracaídas desde las alturas casi impenetrables de nuestro gobierno, eso sí, cada uno de los estratos de la sociedad persiguiendo un fin. En las profundidades de los barrios empobrecidos por la revolución, solo se aspiraba a algo tal vez insignificante, pero muy imprescindible para vivir. En la academia naval se luchaba por un viaje y algo de pacotilla, en la cima de nuestra sociedad eran mucho más variados los objetivos, pero el más importante de todos lo ha sido siempre "el poder".

Aún sin hablar sobre el libro me surgen unas preguntas; ¿Cómo llegó Norberto Fuentes, Norbert, Norbertus, el brother, etc., a esa posición tan privilegiada como lo es, ser el escribano real en la corte de Castro? ¿Cómo llegó Aldana, Roberto Robaina, Pedro Ross, Roque, etc., etc.? Debo imaginar que Norberto llegó por su linaje y sangre azul.

No he terminado de leer el libro y me embarga la duda, no sé si estoy ante la presencia de una versión libre y muy criolla de "El Padrino", o me encuentro ante un pariente de Fouchet.

El campamento de arriba, el campamento de abajo, los Ray-Ban, el Rolex, el Lada rojo amaranto, las pistolas de varias marcas, los Levis, las mujeres, una oficial y la otra una putica, que adquiere categoría muy superior a la de cualquier mujer cubana normal. Todo por duplicado, como el mismo rostro de cada uno de los integrantes de esta historia. Miles de dólares que se mencionan con todo el descaro del mundo allí, donde cualquier ciudadano era conducido a prisión por la tenencia de uno solo de ellos, etc., etc.

Yo fui educado bajo ese sistema y viví en el campamento de abajo, pero uno que se encontraba muy profundo, donde nos hacinábamos 21 personas y hoy, cuando leo estas cosas no puedo ocultar mi asco e indignación. Siempre pensé como la mayoría de los que pertenecen a mi generación, todo lo que hacíamos era lo correcto y soñábamos con un futuro distinto para nuestra nación, hemos sido traicionados.

A lo largo de toda la obra de Norbertus, Norber, el brother, etc., puede encontrarse una de las más altas manifestaciones de narcisismo expuesta por escritor cubano alguno. No cesa un instante de decirnos que está bueno, riquísimo, apetecible y que "ninguna" cubana se le puede resistir. Estoy en la necesidad de preguntarle a mi esposa, hija y es una verdadera pena que mi madre haya muerto, si alguna vez no cayeron en las seductoras trampas de este escritor, que obligaba a cuanta mujer trabajara en el comité central o se cruzara en su camino, a caminar de culo para la pared. Estos pasajes son tan frecuentes en su libro, que llegan a causar desprecio de cualquiera que las lea.

Por otra parte, su excesiva admiración por el físico de los hermanos gemelos de la Guardia, parecen un homosexual homenaje póstumo, sobretodo al fusilado. Para un escritor de nuestra tierra e impregnado por esa excesiva hombría que heredamos de nuestros antepasados, debe ser algo difícil penetrar en la personalidad de una mujer a la hora de describir sentimientos y gustos afines a ella. Creo que lograrlo sería un tremendo éxito en el escritor, pero nunca se acercaría a las descripciones ofrecidas por una mujer. Sin embargo, Norbertus se va un poco más allá y eso lo podrán encontrar de manera repetida en su libro, lo que logra hacerme dudar en ocasiones de su verdadera hombría, es muy probable que esas hayan sido las intenciones del autor, y le dan cierto valor a su obra cuando el objetivo perseguido fuera alcanzado.

Norber incurre en una grave falta de respeto para todos los que tuvimos la desgracia de vivir aquel proceso, nos dice en la página 93; ..... "Norberto Fuentes era el escritor del grupo, con una vieja historia disidente pero siempre mantenido dentro de las fronteras de la revolución y que había accedido al grupo por sus características de aventurero...... No sé si estoy ante la presencia de un comic, o el autor dentro de su derrame de vanidad y ego, considere que los que leemos somos verdaderamente estúpidos como él supone. De todas maneras sus palabras demuestran otra vez su doble moral.

El brother vuelve a cometer otro error imperdonable en la página 122; .... "Entonces creo entender. El estado de alerta máxima y la mirada rápida, felina, de Tony (de la Guardia), dirigida a todo su entorno, es su disciplina, su mirada de siempre, una rutina. Es más el gesto mecánico de un Tony acostumbrado a desplazarse en el extranjero. NO LA DE UN PERSEGUIDO POLÍTICO EN CUBA"........ En este caso creo que se le esfumó la musa cuando escribía, ¿cómo pretenderá Norbertus presentarnos a un Tony, quien fuera una máquina diseñada para matar, un miembro de un temible órgano represivo, un individuo dedicados a negocios propios de esa mafia cubana, como un perseguido político? He tratado de buscar el mensaje que cada escritor pretende enviarnos en su obra, y en el caso de este libro son muchos, pero todos con claras pretensiones de confundir.

Algo nos deja ver muy claro a lo largo de sus más de seiscientas páginas, nos presenta el zoológico privado de Castro y entre ellos no escapa un premio Nóbel como Gabriel García Márquez, quienes viven muy conformes en sus campamentos de arriba y abajo, jaulas preñadas de micrófonos y cámaras. Micrófonos que captan los gemidos de sus esposas y puticas seleccionadas. Cámaras que unas veces captarán las nalgas de los protagonistas o los hermosos cuerpos de sus mujeres, o los de ambos en diferentes poses, uno que otro 69, gritos orgásmicos que muy bien servirán también para disfrute morboso de sus amos. Pero sucede lo mismo que en Viridiana o Los sobrevivientes, nadie escapa, no por embrujo. Fuera de esas vigiladas jaulas hay un mundo muy diferente, el de los apagones, la libreta de racionamiento, las guaguas infernales, camellos, asambleas humillantes para adquirir un ventilador, posadas con condiciones inhumanas, chivatos que no duermen, policía establecidas por ellos mismos para mantener las distancias y todo un pueblo sometido a la más severa austeridad conocida en nuestra historia, mientras aquellos que han vendido su privacidad gozan el paraíso solo al alcance de cualquier millonario.

Norbertus, Norber, el brother, etc., refleja en toda su obra el racismo de la que ni él mismo puede escapar como practicante, lo demuestra en sus descripciones sobre Ochoa y otros negros que aparecen por el camino de su libro, pero su racismo no es cualquiera. El autor se considera de una casta especial, tiene sangre azul, y su realeza lo lleva a discriminar hasta el propio Padrón que es blanco como él, pero que viene de abajo. No pierde oportunidad como mismo han hecho otros "Dulces escritores cubanos", de dejar caer su cuota de veneno que ayude a profundizar las distancias existentes entre las distintas generaciones de cubanos en el exilio, de ello pueden tener constancia en la página 274, es una clara solicitud al rechazo de los viejos exiliados, hacia aquellos que tuvieron la desdicha de continuar en la isla.

No he terminado de leer aún y me surgen muchas interrogantes; ¿Dónde obtuvo tanta confidencial información? A veces pienso estar leyendo un libro de aventuras juveniles, en este caso el escritor se transforma en el hombre capaz de tomar decisiones sumamente importantes, en momentos donde está en juego la vida de varias personas. ¿Hasta dónde es escritor? ¿Hasta dónde pudiera considerársele pluma o lanza? Deja poco espacio para establecer diferencias un individuo con tanta libertad de movimientos en las esferas del gobierno. ¿Por qué no pensar también que él formó parte de la traición contra sus ecobios? Cada cual es libre de pensar y llegar a sus propias conclusiones.

Trata en algunas oportunidades de incursionar en el lenguaje de aquella masa presidiaria por la que seguramente sintiera un indescriptible desprecio, le queda mal si con ello desea demostrar la hombría de los involucrados en su historia. En lo personal viví en todos esos campamentos bajos, y nunca tuve o me vi obligado a expresarme como ellos para reafirmar mi condición de hombre.

Norbertus, Norber, el brother, etc., nos presenta escenas ridículas para cualquier cubano, un Patricio de la Guardia besando a su hermano y a él mismo de la misma forma que hacían los Padrinos de la mafia italiana, pasaje hasta risible.

Norbertus, Norber, el brother, etc., extraña el noble Lada rojo amaranto con gomas radiales Michelin, amortiguadores Pirelli, de gas, de doble acción. Extraña la manera fácil de conseguirse los Rolex. Se lamenta porque ahora donde vive nadie le presta atención a una gafas Ray-Ban, y donde cualquier trabajador usa jeans Levis para trabajar, donde cualquier mujer tiene su auto, y donde cualquier putica gana un dineral. Aún así, Norbertus, Norber, el brother, etc., tendrá admiradores que no sabrán diferenciar entre la pluma y el puñal. Para mí no existen dudas, es un puñal con el cual han a tacado por las espaldas a más de trece millones de cubanos.

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
23-11-2002.