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Muchos tuvieron que haber visto al Alcalde de Miami, hablando ante
la prensa en lo relacionado con toda esta tragedia del niño cubano,
donde expresara de una manera clara y serena, la decisión de no
utilizar a las fuerzas policiales de su ciudad, para apoyar a las fuerzas
Federales, en cualquier intento de sacar al niño cubano de la casa
de sus familiares.
Luego se pudo ver también, la igualmente serena respuesta del Presidente de los Estados Unidos, llamando al Alcalde a la cordura y el respeto a la ley federal. Esto, solo es posible verlo en un país democrático. Ya sé, ya oigo todas las alegaciones de esos fanáticos de la izquierda latinoamericana, que si el Alcalde salió electo debido a influencias políticas, soborno, compra de votos, chantajes, etc., etc. En la otra orilla de la playa, 90 millas más al sur, su homólogo recibe el nombre de Delegado del Poder Popular, ¿se atrevería este payaso a expresar algo similar? Imposible, primero; porque no tiene acceso a la prensa, esa le corresponde solamente al fósil que gobierna la isla y segundo, porque a solo cinco minutos de hablar tal barbaridad, no hay quien le quite de encima una buena andanada de patadas por el culo, acompañada de sus actos de repudio y algunos gritos de ¡Abajo los Derechos Humanos! Mas tarde sería conducido a las mazmorras de la Seguridad del Estado y por último, condenado por traidor a la Patria y quién sabe cuantas cosas más. Esto ocurre en una tiranía como la que se vive en Cuba. ¿Cómo salió electo ese payasito de Delegado? Como salen todos, por una lista que puso el Partido en los colegios electorales, donde no hay otra opción y a donde no se puede dejar de acudir, so pena de ser calificado como desafecto o contrarrevolucionario, esa, es la democracia Socialista. ¿Representan esos payasitos la voluntad popular? En lo absoluto, ninguno de los planteamientos expresados por las masas, son leídos en esas extraordinariamente largas y frecuentes asambleas. Existen comisiones que revisan todos los planteamientos que llevan esas marionetas, y la mayor parte de ellas son vetadas porque hieren la sensibilidad de los oídos del fósil. Al final, solo se oye lo que éste dice y ordena, así funciona esa "democracia". Me quedo con el primero.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
1-4.2000.
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