El Gobierno español ha enviado como jefe de la delegación española a
la 105ª conferencia de la Unión Inrterparlamentaria (UIP) en La Habana a
un diputado que dirige una fundación anticastrista. El diputado del Partido
Popular Guillermo Gortazar dirige la anticastrista Fundación
Hispano-Cubana, a la que pertenecen conocidos disidentes cubanos, y encabeza
la delegación española. Esto ha sido interpretado en medios diplomáticos
como una provocación y una nueva muestra de las tensas relaciones entre el
Gobierno de José María Aznar y La Habana. El presidente del Parlamento
cubano, Ricardo Alarcón, restó importancia al hecho. 'Cada país puede
elegir al representante que considere oportuno', dijo a EL PAÍS. La
delegación española tenía previsto ayer reunirse con disidentes y
activistas de derechos humanos.
Cerca de 1.400 parlamentarios de 120 países se encuentran en la capital
cubana para participar desde hoy en el encuentro internacional, que debatirá
como asuntos centrales 'la preservación de los principios del derecho
internacional en aras de la paz y la seguridad en el mundo' y la importancia
de la educación y la cultura en el desarrollo de los pueblos. Cuba ha
propuesto como tercer tema el de la contribución de los parlamentos a la
lucha contra el terrorismo, 'sea éste del tipo que sea y prodúzcase donde
se produzca'.
Ésta es la segunda vez que la UIP se reúne en Cuba, la primera fue en
1981. La presidenta de la organización, la india Najma Akbarali Heptdulla,
defendió durante una conferencia de prensa la elección de La Habana como
sede del encuentro, rechazando las críticas a la ausencia de democracia en
la isla. 'Cuba cumple los requisitos de un país democrático, y si no creyéramos
en ello no volveríamos aquí 20 años después', dijo. Akbarali agregó que
la UIP no entra a discutir la ley electoral que tiene cada país, los
requisitos de una democracia son que tenga un 'parlamento elegido' y que éste
posea la 'capacidad de supervisar la acción de gobierno'.
El gran ausente de esta macrorreunión parlamentaria, que concluye el día
7, será EE UU, que no paga las cuotas ni participa en los encuentros desde
1994.