Entre los placeres que
me proporcionó la web, uno de los mayores es sin duda el haberme
permitido conocer a Esteban Casañas Lostal y poder leer sus cuentos.
Nadie mejor que él sabe hacernos compartir las grandes penas y las
pequeñas alegrías del pueblo cubano, y entender lo que significa
vivir en Cuba ahora. Con su ironía y su generosidad, da
vida a unos personajes que uno pudiera encontrar en solares de La Habana
o en barrios de Santiago. Cuando la indignación es demasiado fuerte,
Esteban llega a perder la calma, porque no puede aceptar la injusticia
y la estúpidez humana cuyas víctimas son siempres los más
humildes.
Esteban Casañas no
quiere hacer literatura, y sin embargo sus textos están siempre
llenos de poesía y sensibilidad. Leerlos es no sólo un deber
para todos los que se interesan por el presente y el porvenir de Cuba;
es también un placer que nos devuelve la esperanza y la fe en el
hombre.
Gracias, Estebán, por
haberme permitido la inserción en esa página de unos textos
que me emocionaron y que yo quisiera dar a conocer a todo el mundo.
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