Los votos de México y Chile resultaron determinantes para que el viernes
fuese aprobada una resolución de condena a Cuba en la Comisión de Derechos
Humanos (CDH) de la ONU. A pesar de reconocer los avances logrados por las
autoridades de la isla en materia de derechos sociales y económicos, el texto
pide a La Habana mejorar la situación de los derechos humanos y políticos y
solicita a la alta comisaria para los Derechos Humanos, Mary Robinson, el envío
de un representante especial 'para que su oficina coopere con el Gobierno cubano
en la aplicación de la resolución'. Es la undécima vez que la CDH aprueba una
resolución de este tipo, pero la primera que el proyecto, de inspiración
norteamericana, fue presentado por un país latinoamericano (Uruguay) y apoyado
en bloque por 11 naciones de la región.
Los votos condenatorios de México y Chile, que el año pasado se
abstuvieron, inclinaron finalmente la balanza en contra de Cuba, que perdió la
votación por 23 votos contra 21 -nueve países, entre ellos Brasil y Ecuador,
se abstuvieron-. Los Gobiernos de México y Chile cambiaron su voto a última
hora, aunque para Cuba lo más sangrante fue la decisión de México, durante
cuatro décadas el más firme aliado de la revolución de Fidel Castro en el
hemisferio. Desde la llegada al poder del mandatario mexicano Vicente Fox las
relaciones entre ambos países han sido sacudidas por varias crisis.
La Habana, rechazó el texto de condena y denunció 'intensas presiones por
parte de EE UU contra los países miembros de la CDH, muy particularmente los países
africanos'. Unos 60.000 cubanos asistieron ayer en Santo Domingo, al este de la
isla, en una concentración de protesta contra la ONU, presidida por Raúl
Castro.