El huracán Michelle dejó un saldo de cinco muertos, 700.000 personas
evacuadas, pérdidas millonarias en la agricultura y miles de personas más sin
vivienda a su paso por Cuba, según un primer balance de daños.
El Michelle entró en la isla por la bahía de Cochinos, en la costa sur, y
salió al mar de madrugada por el norte de la provincia de Villa Clara. Azotó
la región central de Cuba con fuertes lluvias y vientos sostenidos de hasta 215
kilómetros por hora. En La Habana, donde se derrumbaron decenas de edificios,
hubo rachas de viento de más de 130 kilómetros por hora.
El presidente cubano, Fidel Castro, se trasladó el domingo pasado a la zona
de Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas, una de las más afectadas por el
Michelle, un ciclón de categoría cuatro en la escala de Shaffir-Simpson (de
cinco niveles), el peor que ha afectado a la isla en las últimas cinco décadas.
'Todavía es pronto para evaluar los daños, pero para nosotros es una
victoria que no haya habido muertos', declaró Castro a la prensa. Los órganos
de la defensa civil evacuaron en menos de 72 horas a más de 600.000 personas;
también miles de turistas fueron trasladados a instalaciones seguras, lo que
evitó pérdidas de vidas humanas. Castro visitó ayer de madrugada el hotel Sol
Palmeras, en el balneario de Varadero, donde se encontraban refugiados 300
turistas. 'Tranquilos', dijo el mandatario cubano a los asustados visitantes,
'este cicloncito no nos va a liquidar'.
El Michelle provocó en La Habana fuertes penetraciones del mar en zonas
bajas del Malecón. El número de evacuados en la capital superó las 100.000
personas, muchas de las cuales fueron temporalmente ubicadas en albergues e
instalaciones sociales. Ayer la capital cubana seguía sin servicio eléctrico y
los vuelos internacionales iban a ser restablecidos después de dos días de
cierre de los aeropuertos.
La agencia Efe informa de que en su paso por Centroamérica el Michelle dejó
tras de sí 12 muertos, 37 desaparecidos y casi 40.000 demanificados.
Tras cruzar Cuba y dejar su rastro de destrucción, el Michelle se dirigió a
las Bahamas, pero ya debilitado hasta el punto uno en la escala de
Saffir-Simpson. Los vientos alcanzaron ayer por la mañana en las islas Bahamas
los 130 kilómetros por hora, pero los meteorólogos pronosticaban un
debilitamiento gradual.
En el extremo sur de la península de Florida, en Estados Unidos, se retiró
la advertencia de tormenta tropical. El alcalde de Miami, Alex Peneles, tras
constatar que no hubo daños ni desgracias, declaró: 'Es increíble la suerte
que hemos tenido'.