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Fallece el poeta cubano Heberto Padilla
Eje de una trascendente controversia cultural en su natal Cuba, el poeta
Padilla se había trasladado a la Universidad Estatal de Auburn
para dictar
Padilla fue un poeta de primer orden en la lengua castellana actual.
Nació en
Su primer trabajo conocido, "Las rosas audaces" fue publicado en 1948.
En 1968 se desencadenó un escándalo político a
raíz del premio y publicación de
Este proceso se concretó en 1971 con el encarcelamiento del poeta,
al que se le
A propósito del encarcelamiento y juicio a que fue sometido el
poeta, Vargas
Obligado a confesar crímines imaginarios, en un texto que más
implicaba a sus
Desde el inicio de la polémica, sus libros fueron prohibidos
y sacados de
El 8 de abril pasado recibió en Los Angeles, California, la Palma
Espinada,
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El escritor Heberto Padilla, figura imprescindible de la poesía
cubana del
siglo XX, falleció el lunes a los 68 años en Auburn, Alabama. Al cierre de esta edición eran aún imprecisas las causas
de la muerte de
Su cuerpo sin vida fue encontrado por estudiantes y colegas suyos de
la
"Aún no entiendo nada de lo que ha sucedido, nadie puede entender
la
De acuerdo con sus familiares en Miami, Padilla fue hallado muerto en
su
"Este desenlace era casi previsible, la última vez que lo ví
fue hace apenas
Nacido en el poblado de Puerta de Golpe, en la occidental provincia
de Pinar
Pero los 54 poemas de Fuera de juego, Premio Nacional de Poesía
en 1968,
"Fuera de juego marcó un hito en la historia contemporánea
de Cuba, pues
A partir de la publicación de su "libro maldito" -calificado
de
Luego de ser liberado, Padilla pronunció un histórico
discurso en la sede de
El llamado "caso Padilla" fue fustigado por prominentes figuras del
arte y
Marginado como escritor, abandonó la isla en 1980 y poco después
publicó su
"Heberto Padilla fue y será siempre mi amigo, su muerte es una
pérdida
"Como ser humano nos dejó una lección gigantesca de valentía
intelectual,
Lo sobreviven sus hermanos Martha y Gilberto, sus hijos María,
Giselle,
WILFREDO CANCIO ISLA
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Obituario.
Heberto Padilla nacio en Pinar del Rio en el año 1932.
Concepcion Bauza LavozdeCubaLibre
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El poeta, solo en Alabama
EL poeta Heberto Padilla murió hace unos días en Alabama.
Estaba solo en ese supremo momento, dormía y su semblante mostraba
la serenidad que no tuvo nunca. A partir de ahora, su vida y su obra cobran
la dimensión de la memoria. «A veces es necesario y forzoso
/ que un hombre muera por un pueblo, / pero jamás ha de morir todo
un pueblo / por un solo hombre», son versos de Espriu que a Padilla,
antes y después de su «caso», le gustaba repetir porque
se los sabía de memoria, le había puesto música «y
ahora lo cantan sus amigos / lo cantan todo el tiempo / igual que malcolm
lowry / tocando el ukelele». Son esos versos de 1970 y, desde antes
y después, el poeta Padilla siempre estuvo y se supo fuera del juego,
dentro de la Revolución cubana y lejos de ella.
J. J. ARMAS MARCELO, escritor
© 2000 Prensa Española S.A. Reservados todos
los derechos.
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Querido Heberto
La muerte del notabilísimo poeta cubano Heberto Padilla habrá
impulsado a algunos a dejarse caer por las librerías y a cometer
el infrecuente acto de comprar un libro. Acostumbra a ocurrir cuando un
autor muere. En el caso de Padilla va a coincidir el deseo de unos de conocer
a ese escritor del que apenas saben que fue un exiliado y el apercibirse
otros del alcance de una de las tiranías mejor engrasadas del mundo:
la castrista. Heberto —con el que hablé hace apenas dos semanas
y al que pude despedir al pie del féretro— sufrió, como saben,
el rigor estalinista de los primeros vapores de Castro y fue el detonante
del desencanto —moderado, en cualquier caso— de la clase intelectual de
los setenta hacia una revolución que estaba empujando al exilio
a buena parte de sus pensadores. Vivió en La Florida el mismo drama
que tantos otros hijos de uno de los países más apasionantes
de la tierra: hubo de pasar un tiempo pidiendo perdón por haber
sido víctima de Fidel y otro tanto demostrando su indiscutible clase
como narrador, ya que la complicidad que ha conseguido el comunismo cubano
con los hijos de los sagrados dogmas izquierdistas ha obligado a sus críticos
a demostrar permanentemente su talento y ha permitido a sus aduladores
vivir, muchas veces, del cuento. Hacerse con un libro de Heberto Padilla
es regalarse un doble placer: leer a un gran autor, al creador de «Fuera
de Juego» —un poemario con el que desnudar a un régimen—,
y comprender a una generación que ha visto morir en la injusticia
a sus creadores más polémicos, desde Severo Sarduy a Reynaldo
Arenas. Y, de paso, es también evidenciar a tanto mentecato que
sigue sin atreverse a denunciar esa reducción al absurdo que encabeza
las proclamas revolucionarias: ¡Socialismo o Muerte! Proclama que,
a veces, no pasa de ser una mera redundancia.
Carlos HERRERA cherrera@andalucia.net © 2000 Prensa Española S.A. Reservados todos
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