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La Habana elegante
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     Literatura
     Poesía

 

       El primer número de La Habana Elegante vio la luz en la Habana el 4 de agosto de 1883. Fue su primer director Casimiro del Monte. A partir del 12 de abril de 1885 y hasta mediados de 1889 La Habana Elegante representó oficialmente al Círculo Habanero. Concebida como <<Semanario artístico y literario>>, La Habana Elegante fue dirigida desde el 4 de octubre de 1885 por Manuel de la Cruz. Es, precisamente en el año de 1885, y fungiendo de la Cruz como director, cuando Julián del Casal, Ramón Meza y Aniceto Valdivia (Conde Kostia) se unen al cuerpo de redactores del citado semanario habanero. A partir del 1ro de enero de 1888 y hasta su desaparición definitiva en 1896, La Habana Elegante fue dirigida por Enrique Hernández Miyares. Es bueno aclarar aquí que desde el 16 de agosto de 1891 y hasta los primeros días de 1893, el semanario habanero deja de publicarse oficialmente. Decimos oficialmente porque, como se lee en el Diccionario de la Literatura Cubana (Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1980, p.423) La Habana Elegante sobrevivió en su sucesora La Habana Literaria que, de algún modo, continúa el espíritu de aquélla. 
     La Habana Elegante fue, sin dudas, importante difusor del modernismo hispanoamericano y una de las mejores revistas cubanas de su momento. En sus páginas publicó lo más signicativo de su obra (crónicas, poemas y cuentos) uno de los poetas más grandes que hayamos tenido nunca los cubanos: Julián del Casal. Baste decir aquí que su misterio ha provocado a casi todos nuestros grandes escritores, desde José Martí, José Lezama Lima, Virgilio Piñera, José Manuel Poveda, Raúl Hernández Novás, Dulce María Loynaz, hasta los poetas cubanos más jóvenes quienes le tributaron un hermoso homenaje en la Habana al conmemorarse en 1993 el centenario de su muerte. 
     Ahora, al cabo de 101 años de su desaparición, La Habana Elegante resurge en formato electrónico. Se trata de la realización de un sueño largamente acariciado: devolverle a la Habana un pedazo de sí misma, y, también, devolvérnoslo a nosotros mismos, a los habaneros y cubanos, en cualquier lugar del mundo, donde quiera que cada uno de nosotros esté inventando o re-escribiendo la ciudad. Muchos ejemplares de La Habana Elegante se han perdido siempre. Sobre ese vacío es que queremos fundar. Éste es, pues, un homenaje a la Habana, a la poesía cubana, y a Julián del Casal. Las puertas de nuestra humilde redacción están abiertas. Como estuvo, está y estará abierta siempre la Isla al aroma del té y del café, a los kimonos y guayaberas, a los barcos y a los huracanes, a los exilios y despedidas, al sueño y a la pesadilla. En un café habanero,-- "multiplicador del hastío"--, trazamos con la uña de Lezama "un pequeño hueco en la mesa" e insistimos "en que alguien tiene que llegar". La risa de Casal se extingue en el humo del último cigarro, y del aneurisma roto comienza a caer en pequeños cristales, la nieve perfecta, blanquísima, reparadora, sobre los tejados de la ciudad. 
Copyright La Habana Elegante, 1998-2001.
Revista Electrónica Trimestral de Literatura Cubana
Redactor: Francisco Morán
Gacetilleros: Armando Guerra y Jorge Gómez de Mello
Redacción de La Habana Elegante
Arlington - Virginia (EE. UU.)

 

habanaelegante@pipeline.com


 
 
 
 
 
 
 
 
 
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