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 Cuba optimista 

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Cuba no podrá cumplir su pronóstico de recibir dos millones de vacacionistas este año, aseguró el ministro del Turismo, Ibrahim Ferradaz, quien precisó que los cálculos ya ajustados descartan la llegada de unos 100 000 a 200 000 visitantes. En el año anterior arribaron al país un millón 774 000 turistas.

Según explicó el titular en rueda de prensa, coincidiendo con la temporada turística baja (con menos arribos) de septiembre-octubre, ocurrieron los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre. Sus consecuencias, en particular la resistencia mundial a viajar y las dificultades económicas actuales, provocaron la marcada recaída.

Como ejemplo citó el decrecimiento en un cinco por ciento del turismo en el mes de septiembre con respecto a igual etapa del año anterior, cuando se esperaba un aumento del diez por ciento. Hasta el día 18, los arribos de octubre decayeron en un 13 por ciento, comparados con la misma cantidad de jornadas de ese mes en el 2000.

Sin embargo, aseveró que ya se muestra una ligera recuperación. "De cara a la temporada alta de invierno nos sentimos optimistas", comentó, apuntando que la Isla no depende de la llegada de turistas norteamericanos, y sí de europeos (el 50 por ciento de los visitantes) y canadienses (primer mercado emisor).

Polos turísticos como La Habana y Varadero se encuentran entre los más afectados por las actuales condiciones, pero otros como Pinar del Río, Jardines del Rey y Trinidad mantienen un crecimiento en sus recepciones.

Ferradaz detalló cómo su ministerio ha emprendido acciones para sortear el mal momento que catalogó como "un fenómeno coyuntural". Debido a la actual ocupación hotelera (apenas el 45-50 por ciento), han sido cerrados 20 hoteles en todo el país, adelantándoles en unos casos necesarias inversiones de mantenimiento, y en otros retardando su reapertura aun cuando ya han concluido sus planificadas reparaciones.

Otras medidas han sido la clausura de pisos, áreas o bloques de diversas instalaciones, a fin de buscar mayor ahorro sin afectar la calidad de los servicios. A su vez se ha prescindido de numerosos trabajadores, quienes han tomado sus vacaciones pendientes o se han acogido al sistema de subsidio del país. Otros han pasado a realizar las tareas de reparaciones, o han iniciado cursos de superación profesional.

El alto funcionario anunció que se mantendrán las inversiones previstas para el año próximo y descartó que se rebajen los precios de la entrante temporada alta o se desarrollen millonarias campañas publicitarias, para estimular la llegada de más turistas al país.

(Por Toni Pradas)

 

21.10.2001