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- ¿Cuánto te debo? - dijo.
- Piedrafina - respondió Wilber. "Veinticinco", tradujo inmediatamente Martínez, a quien le encantaba la charada, un juego de azar que había dotado a los cubanos de la capacidad de expresar a través de símbolos los números del uno al teinta y seis. Extrajo un peso del bolsillo y pensó, "Uno, caballo". Jesús Díaz : Dime
algo sobre Cuba.
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