He estado leyendo todos
los mensajes relacionados con el cacareado concierto
de los Van Van, muchas de las personas no cubanas que escriben sobre
esto, lo hacen tomando como fuente enriquecedora de sus opiniones, la información
que les llega del régimen Castrista. Como son de ideales comunistas
o socialistas, otra vía de información es de poca confiabilidad,
más aún, cuando esta les llega del exilio cubano. Indiscutiblemente
se hacen los bobos y en el mejor de los casos las víctimas, alegando
que cualquier intento por malograr la celebración de tal payasada,
es un atentado contra la cultura y la libertad de expresión en este
país, que al hacerlo, le están haciendo el juego a Castro,
que si se dejara realizar dicho concierto, se le daría una bofetada
a Castro, que si ahora no somos gusanos y nos tratan de patriotas, etc,
etc, etc.
Yo respeto la opinión de todas las personas y en ningún momento
aspiro a imponer mi criterio, pero veo dentro de muchas de esas opiniones,
situaciones algo raras, como esa que pretende demostrar la intransigencia
del exilio, colocando a la orquesta como una víctima de ese odio
sembrado durante decenas de años y se niegan a reconocer que el
autor del mismo, todavía se mantiene en el poder.
Viviendo en Cuba, bailé en muchas oportunidades con los Van Van,
en mi casa tenía discos de ellos, pero ahora las cosas cambian.
Me gustaron de joven las composiciones de Pablo Milanés y Silvio,
no puedo dejar de reconocer su talento artístico, pero desde hace
un tiempo las cosas han cambiado. Cómo soportar ver en la televisión
a una persona que fue tu ídolo, diciendo que amaba a Fidel como
a su propio padre? Esto lo oí de la boca de Silvio en una entrevista
que le realizara Baily (no recuerdo si se escribe así) por televisión.
Tiene necesidad este artista de comprometer su arte ante la figura de un
asesino como Fidel? No lo creo, entonces que se meta sus composiciones
por el trasero, acá tengo otros artistas para escoger y seguir amando
la música.
Saben estos papagayos que apoyan ese supuesto inofensivo concierto, que
el mismo régimen que ellos representan, prohibió en Cuba
a Julio Iglesias por cantar en el estadio de Chile, el mismo estadio donde
cantara después Silvio, sin haber desaparecido Pinochet del escenario
político chileno, prohibieron a José Feliciano, Raphael,
Elvis Presley, a los Beatles le realizaron un documental comparándolos
con unos monos, siendo estos una gloria de la música universal,
prohibieron a nuestra Celia Cruz, Olga Guillot, Ñico Membiela, Sonora
Matancera, Willi Chirino, Gloria Stefan, etc, etc, etc.
La lista sería interminable para demostrar que en Cuba todo ha sido
vinculado a la política, el arte no ha sido una excepción,
como tampoco, lo es el deporte, la medicina y todo lo relacionado con la
vida del cubano.
Ese supuesto inofensivo concierto, donde están gastando una fortuna
en su promoción y movilización de adeptos al sistema, es
un golpe político muy bien preparado desde hace mucho tiempo.
Castro es un enfermo que no solo dividió al pueblo en la isla, Miami
siempre estuvo en el punto de mira de ese canalla, durante largos años
ha llevado a cabo una paciente y ardua labor de infiltración para
lograr su objetivo y dar el golpe final contra el exilio, este es, demostrar
que en nuestro seno estamos divididos. Esta infiltracion se ha llevado
utilizando todos los medios a su disposición, desde el mas alto
funcionario, hasta el mas aparentemente infeliz de los balseros, durante
años Miami ha sido invadida de estos inexcrupulosos incondicionales
a ese régimen. Gente que llegan y a los pocos meses se encuentran
dirigiendo un negocio, coño!, si pudieran explicarnos el truquito
para hacer el dinero tan fácilmente, gente que están vinculados
al tráfico de drogas y al espionaje en las mismas entrañas
de los Estados Unidos, gente que fueron aparente desertores y a los pocos
meses están viajando a Cuba, gente que desertaron y tienen negocios
con Cuba, gente que desertaron y lavan su dinero en Cuba, y por ahí
pallá, la lista sería interminable.
Lo cierto es que están en Miami y en otros estados, esos son los
que Fidel tiene el descaro de llamar la inmigración moderada, los
que han guardado silencio durante estos años que han venido estableciéndose
y fortaleciendo con capital proveniente de Cuba, esos son los que son considerados
patriotas, y con todas esas trampas, no son pocos los incautos que caen
dentro de ellas, considerando una felonía del exilio, oponerse a
ese concierto. El exilio tiene mucha razón para oponerse
a ellos, no es solo una simple orquesta que llega a brindar su arte, son
representantes de ese sistema que los despreció, que los expulsó
de su tierra. Pueden los Van Van, borrar en un solo concierto toda la mierda
esparcida durante estos cuarenta años? Por supuesto que no, estos
eventos si fueran de buena fé, deben realizarse con reciprocidad,
si aquí tocan los Van Van, en Cuba deben permitir hacerlo a Willi
Chirino u otros artistas, y que la gente baile y grite lo que les dé
la gana, esa es la cuestión. El exilio no necesita demostrar que
es bueno o nó permitiendo esta canallada en su suelo, no por intransigente,
por verguenza.
Admiré y bailé con los Van Van durante muchos años,
ahora que se vayan a la mierda. Hoy tocarán los payasos de esa orquesta
y mañana, ese viejo loco y enfermo, dirigirá un discurso,
largo, lleno de baba, de demagogia, anunciando al mundo su victoria, entonces
todos los estúpidos seguidores, todos aquellos cómplices
de sus crímenes, todos los latinos comunistas frustrados que lo
apoya, todos esos canallas, serán muy felices, y el pueblo cubano
se lo agradece. Recuerden que nosotros también tenemos memoria.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
02-10-1999.
|