Ayer conversando con
una amiga por teléfono, la esposa de un compañero de estudios
de hace muchos años, quienes por casualidades del destino, nos hemos
visto unidos una vez mas, pero ahora en el destierro, ella me comentaba;
"Esteban, este país es maravilloso, no me explico como haya gente
capaz de hablar mal de él", Bueno Maria , cual es el motivo de tu
asombro ahora?. Yo estaba consciente de la pregunta que le estaba haciendo,
sabía que su estado económico en este país era considerado
entre los más bajos de la población, pero, tenía conocimiento
también de la ayuda que estaban recibiendo por parte del gobierno,
que se traduce, a la ayuda que ofrecemos todos los trabajadores con el
pago de nuestros impuestos, que son altísimos en la provincia de
Quebec. Para que se tenga una idea aproximada de lo que les hablo, nosotros
pagamos un 15 % de impuestos de nuestros salarios, sumados a ellos, los
que pagamos por los servicios y muchos de los productos que adquirimos
en los mercados, o sea, pagamos mas del 20 % de nuestros salarios en impuestos,
pero aún así vivimos decorosamente y mantenemos a uno de
los paises mas maravillosos de esta tierra. País que gasta mucho
durante el invierno en la limpieza de sus calles, por la molestia que causa
la nieve, y gastos durante el verano, en la siembra de flores en todas
sus avenidas, más el mantenimiento de su limpieza, que la hacen
con orgullo estar entre las ciudades mas limpias del mundo.
País que
durante el verano, muy corto por cierto, tiene decenas de actividades recreativas
para el disfrute de sus habitantes de una forma gratuita, y las que son
cobradas, son a un precio accesible al mas insignificante trabajador. Ella
me hablaba con este asombro, porque su hijo tenía algunos problemas
físicos motoros, que lo califican como handicap. Estas personas
reciben un tratamiento especial en Canadá, escuelas especiales,
centros médicos especiales, actividades especiales, precios reducidos
en decenas de actividades públicas y servicios a la población,
etc, o sea, reciben un tratamiento especial, y toda la población
canadiense admira este servicio y lo respeta, además de contribuir
con él de un millón de maneras diferentes, que incluyen hasta,
desde la donación de una lata de refrescos vacías pero reciclables,
de muchas formas colaboramos con ellos. Esto de lo que les estoy hablando,
es un motivo de orgullo en Canadá, tanto para los nativos, como
para los que hemos acogido esta noble ciudadanía.
Su asombro nace
porque un día una amiga la llamó y le dijo; María,
hay una Fundación que se encarga de atender de una manera humanitaria,
los sueños de los niños, especialmente de aquellos que son
minusválidos y con familias de pocos ingresos, solo tienes que llamar
y decirles cual es el sueño de tu hijo, eso es todo.
María
no creyó mucho en esto, pero siguió los consejos de su amiga,
llamó y expresó que su hijo soñaba con un ordenador,
del otro lado de la linea, nadie le preguntó su nacionalidad, integración
política, menos aún la religiosa, etc. Solo le preguntaron
la dirección y le dijeron que dentro de unos días le daban
respuesta, eso fue todo.
Al siguiente
día llamaron a María por teléfono y le dijeron; señora,
por favor no salga mañana entre las cinco y las ocho de la noche,
porque a esa hora su hijo va a recibir una sorpresa. María no salió
ese día y a las siete de la noche, se apareció un camión
de la UPS que descargó todas las cajas, conteniendo el ordenador
con impresora incluida.
La madre me comentó
su sorpresa con aquellas sencillas palabras, ella sabía lo que decía,
muchos de los que aquí llegan solicitando refugio, principalmente
de los paises latinoamericanos, reciben ayuda del gobierno de acuerdo a
los hijos que tienen, ganan más que un ingeniero en sus paises,
trabajan por la izquierda, envían ese dinero robado a los trabajadores
canadienses a sus paises para comprar casas, tierras y ganado, pero lo
que más duele de todo esto es; que la mayoría habla mal de
este país y del capitalismo que los alimenta y educa.
La opinión
de esta madre yo la esperaba, era lógica, ella vivió en un
país que muchos cabrones se empeñan en presentar como un
paraíso, traicionando a un pueblo para mantener su idiología,
sin embargo, ese niño al que le regalaron algo tan sencillo como
un ordenador, en su país le retiraron la leche fresca cuando solo
tenía siete años, a esa edad en Cuba era un hombre, en Canadá
con catorce es considerado un niño, con su edad actual, yo tenía
una ametralladora en las manos con la orden de matar.
Ya sé
que me criticarán por lo que escribo, me limpio el trasero con esas
críticas, nosotros podíamos tener lo mismo que en este país,
lo que pasa es que no han sido suficientes quinientos años para
aprender, y necesitamos salir a robar a los paises que nos explotan con
dulzura, no saben todos estos explotados, cuantos quisieran estar en sus
condiciones, lo cierto es, que ninguno equivocó sus brújulas
y fue a parar a las playas de Cuba.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
02-10-1999.
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