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 Sobradas razones para estar contento.

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¡Claro que si! Me sobran motivos para ello, ayer cumplí 31 años de casado y dos de novio, creo que es algo anormal en estos días sobrevivir a los ataques del sexo (segunda preocupación de cualquier cubano común, la primera es pensar que se comerá mañana). Afortunadamente escapé a esas tentaciones y me siento feliz al lado de mi esposa de toda la vida. No solo estoy contento por esto, un día como hoy de 1949 llegué a este mundo en el hospital de Maternidad Obrera de Marianao. Los jodedores dirán, ¡Coño, pero si el tipo es un "temba"! ¿Por qué, por cumplir 53? Lo de temba se lleva adentro y hay seres que nacen viejos.

Bueno, haber llegado hasta aquí no es un record, pero me place haber sido testigo de muchas cosas y conservar muy buena la memoria. Creo que debo darle las gracias a Dios por haberme concedido ese privilegio, debo aclarar que creo en Dios. Estudié en una escuela católica, luego llegó el "Loco" y destruyó mi Fe, pero nunca es tarde y por fortuna la recuperé otra vez. Debo aclarar también que no creo en el Papa y menos aún en "Los Payasos por la Paz".

Mi filosofía de la vida es muy simple, la considero una suma algebraica de momentos positivos y negativos, por tal razón cuando los negativos superan a los positivos, se puede resumir que la vida es una mierda y eso ha sido ésta para muchos. Gracias a Dios y disculpen la redundancia, me alumbró el bombillo cuando la mía comenzaba a tornarse insoportable.

Muchas veces me han preguntado; ¿Cuál es el momento más amargo de tu vida? Siempre respondo, cuando dejé Cuba, cuando supe que perdía lo poquito que había logrado reunir con muchos sacrificios, que para ese entonces tenían un significado supremo. En ese instante pensé que la tierra se me venía encima porque la vida tenía muy poco valor o significado. Atrás quedaban cosas tan inútiles e importantes como los muebles, los equipos electrodomésticos, la ropa, mi apartamentos, etc., simples chucherías que para el cubano de a pie lo engrandece y se hace sentir superior al vecino. ¡Qué estupidez! Pero así se piensa en la isla, soy mejor que fulano porque tengo un video, soy superior a sutano porque tengo un buen equipo de música, soy mejor que esperancejo porque me visto con ropa de afuera, soy un bárbaro porque tengo una bicicleta montañesa. Cualquier porquería nos servía para sentirnos superior y nunca pensamos que esas basuritas duran un tiempo limitado y luego regresamos a las mismas. Pues si, dejar todo aquello me resultaba terrible, abandonar mi barrio que no tenía nada atractivo, no oír a mi gente diariamente, a los pocos amigos y todas esas cosas que te atan sin saberlo a tu tierra.

Otras veces me preguntaron; ¿Cuál ha sido el momento más feliz de tu vida? Siempre titubeo porque han sido muchos pero finalmente respondo, el día más feliz de mi vida fue cuando abandoné Cuba. Ese día al cruzar el barco la línea del Morro de La Habana y oír la voz de "Toda Avante", allí mismo largué al carajo la máscara con la que me obligaron a vivir por tantos años, atrás quedaba toda esa maquinaría diabólica e invisible que llega a someter al más corajudo de los hombres, y te hace dudar por momentos si eres verdaderamente hombre. Por la estela del barco fueron quedando muchas cosas de las que siempre quise desprenderme, de aquella manada de "socios" que siempre aparecen en las buenas y ninguno son de confiar. Quedaba la hipocresía, el miedo, la corrupción, el robo reconocido como un mérito, las marchas, el discurso interminable y los aplausos no sinceros, el odio, la envidia, la frustración, ese sentimiento que te hace sentirte como un preso en tu tierra, quedaron muchas cosas por la popa en esos momentos.

Pero siempre he sido un hombre soñador y optimista, no me gusta hacerle eco a la gente negativa y derrotista, menos aún a los conformistas, por tal razón no volví el rostro para mirar aquella tierra y solo atendía a la proa pensando que tenía que existir ese futuro del que siempre se ha hablado tanto. Hoy me río cuando hago estas notas, me viene a la mente aquella consigna que decía; "El presente es de lucha, el futuro es nuestro". No se puede negar que son unos hijoputas estos comunistas para fabricar consignas. El futuro es de ellos, los que han estado vacilando la papeleta todos estos años, yo me tragué todas esas píldoras cuando chamaco, lo que nunca imaginé era que mi futuro sería en Canadá y trabajé como un caballo para buscarlo.

Bueno, gracias a Dios nuevamente por haberme dado esta vida llena de contratiempos, de algo me ha servido todo eso porque al menos, nunca he tenido complejos para trabajar en cualquier cosa, y por ello el plato de comida ha estado presente en la casa y cuatro pesos en el bolsillo. Tengo que estar contento por muchas razones, nunca me he enfermado y el día que me toque marchar lo haré con alegría. Cumplo 53 a mucha honra y no he terminado de narrar todo lo vivido en aquella isla, solo le pido al Señor que me conserve sana la memoria, que permita a mis hijos y nietos disfrutar de esta libertad conseguida a un duro precio, para que no tengan que vivir lo que les tocó a sus padres y abuelos, valió la pena dejar todo aquello y cada día que pasa comprendo aún más, que mi tierra es la que me echarán sobre el féretro.

Hoy no bebo nada porque mañana trabajo, pero el sábado me beberé unas cervezas a la salud de ustedes.

 

Abrazos..

 

Esteban

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
Sep. 6 1949-2001.