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El televisor Panda

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Ya que hablas de los sindicatos , ahora están repartiendo los televisores nuevos, chinos, PANDA-ATEC, a 4000 pesos (unos 180 USD) a pagar en 5 años (me pregunto si allá el banco será tan generoso con sus créditos). ¿Sabes a quién se los están dando? A la gente más sencilla pero más trabajadora, a las que no tienen TV encasa... ¿No te parece una forma de equidad social? Son unos 600 MIL TV los que se repartirán así. Y otros 100 mil irán a las zonas de difícil acceso a locales comunitarios. Ya ves, aquí las dificultades se reparten. Y las soluciones también.

Palabras textuales de Roberto Adrián Cancino.

(Dice ser periodista del rotativo camagüeyano "Adelante")

Ya me había olvidado de esas palabras, expresadas con tanta emoción hace unos meses por ese sujeto que solo posee unos 26 años, claro, ser joven no es un delito ni mucho menos, es un privilegio que solo se goza una vez en la vida y hay que aprovecharla. Adrián participa en una de las listas de Internet, donde cumple la misión de difundir todas esas "virtudes" del régimen cubano, al que defiende con la ceguera del fanático, alimentado con toda esa retórica ya vencida desde hace 43 años.

Hablando con mi amigo Eduardo Ríos Pérez, cuando digo "amigo" debe interpretarse en el sentido original de esta palabra, él es uno de los dos amigos que tuve en Cuba durante toda mi vida, todos los demás eran socios, "compañeros", vecinos, etc. En varias oportunidades lo he mencionado en diferentes trabajos y espero que sea él mismo el que les narre su interesantísima vida, en ese largo recorrido desde Oficial de la marina mercante hasta lavandero de pañales cagados en el hospital Marfán del Vedado, pasando por Villa Marista, expulsado de La Habana, etc.

Ahora se encuentra en Miami y hablo con él dos o tres veces por semana, conversaciones que en ocasiones exceden la hora, como si tratáramos de recuperar los diez años que llevamos sin vernos. En una de esas charlas mi amigo me comenta sobre su último trabajo y en el que solo durara dos meses por su condición de "gusano", o sea, que hasta para lavar pañales se requiere ser "revolucionario". Precisamente, el asunto de la distribución de televisores Panda de la que habla ese "periodista" camagüeyano, estuvo relacionado con su expulsión del hospital. Tenía entonces a mano dos versiones, la de mi amigo y la de ese vocero del gobierno que ofrece la información llena de dulzura, ¿a quién creerle?, no les quepa la menor duda que siempre creeré en mi amigo, pero antes de exponer todo lo que él me explicó, deseo contarle algo a ese "periodista" tan joven, solo quiero ofrecerle datos que no aparecerán nunca en ninguno de los libros que él consumió como enjuague a su cerebro.

Bueno, antes de la llegada de la "revolución" a nuestra isla, Cuba fue uno de los primeros países en el continente en instalar la televisión, hasta el año 1959 poseíamos más de cinco canales que trabajaban casi todo el día, es muy cierto que no llegaban a todos los rincones de la isla, Baracoa no recibía esas señales en el año 61 y eso me consta porque alfabeticé en ese pueblo. Sin embargo, las posibilidades de adquirir un televisor estaban al alcance de todos los que poseyeran el dinero. Es innegable que existía una capa de la sociedad sumida en la pobreza, pero es muy cierto también, que esa capa hoy adquiere dimensiones extraordinarias y abriga a toda la población del país, excluyendo a los que poseen entradas de dólares o pertenecen a la élite del gobierno.

El televisor nunca fue una de las prioridades del gobierno cubano, todo lo contrario, muy pronto comenzaron a desaparecer las estaciones. Sobrevivieron solamente dos canales nacionales donde se mantiene un control absoluto de la información y por donde se transmiten solamente programas grabados con anterioridad. Los únicos programas transmitidos en vivo hasta el año 1991 lo fueron los desfiles y discursos del dueño y amo de la isla.

Desde 1959 el gobierno dejó de importar televisores, pasaban los años y los que la población poseía se iban quedando en el camino. Con las piezas de éstos se reparaban los existentes porque tampoco se importaban piezas. No era tan sencillo tampoco, lograr que un televisor ingresara en uno de esos "consolidados". Recuerdo que en un viaje a Holanda traje un Phillips de 17 pulgadas de uso, pero, tenía la dificultad de que las frecuencias de transmisiones en Cuba eran distintas a las de Europa y requería hacerle una adaptación. Tremendo problema en el país de las dificultades, pues bien, en el "consolidado" de Luyanó solo aceptaban en la lista de espera para las reparaciones, las solicitudes que fueran acompañadas con un certificado médico por infarto, invalidez total, etc., etc. Varios meses después de tener el televisor en la casa sin uso, Dios se apiadó de nosotros y le provocó un infarto a mi padrastro. Nosotros entendimos la señal del Señor y solicitamos con extremada urgencia el "Certificado Médico". Nos apuntamos en la lista de espera y mas de un año después nos comunicaron que ya podíamos llevarlo al taller (debo aclarar que esa comunicación no se recibió por telegrama y menos aún por teléfono, porque en la cuadra solo existía en la casa de la presidenta del Comité), o sea, mi familia pasaba semanalmente por el mencionado "Consolidado" para comprobar la lentitud de la marcha en la lista de espera. Ese día fue de regocijo entre todos, yo me encontraba en la isla y antes de llevar el televisor a taller lo abrí y con pintura de uñas fui marcando todas las piezas en su interior. Era una medida preventiva por si acaso alguna de ellas tomaba la determinación de escapar. Bueno, el aparato se pasó unas vacaciones de seis meses en aquel consolidado y me lo entregaron sin botones, eso me pasó por no marcarlos. Después de toda esa tragedia el Señor pensó que se había roto de nuevo (no me explico el descontrol que hay en el cielo)y le envió dos infartos más a mi padrastro, el que se rompió fue el pobre hombre y ese si que no tuvo arreglo.

Pues bien, desde el año 59 y hasta principios de los 70 no se importaron televisores en Cuba, eso demuestra que nunca ha sido una prioridad del gobierno. Los primeros en arribar fueron unos rusos a los que antes de su entrega, le retiraban el sistema de UHF para que los cubanos no dispusieran de esos canales y pudieran ver canales americanos que transmitían en esa frecuencia (esa si es una prioridad del gobierno) Aquellos televisores se distribuyeron en asambleas sindicales por méritos laborales, podrán tener una idea de lo deprimentes que resultaron aquellas, donde antiguos compañeros de trabajo partían convertidos en enconados enemigos al no ver logrados sus propósitos de obtener uno de aquellos equipos, era denigrante ver como salían a relucir en medio de una asamblea problemas personales ajenos totalmente a los laborales e incluso, hubo lugares donde se llegó a la agresión física. Eso ocurrió en las reparticiones de viviendas, utilizando los métodos establecidos por el dueño de la isla, en franca complicidad con un sindicato traidor a la clase obrera. Una vez más quedaba demostrado que todo sería para beneficio de los revolucionarios, quedando condenados por el mismo sistema los hijos de los que no simpatizaran con esas ideas o métodos, creándose automáticamente una fábrica de enemigos. Luego, el pueblo supo ajustarse a las reglas del juego para satisfacer sus necesidades, dando origen a la doble moral con la que se ha visto obligado a vivir durante estos 43 años. Es revolucionario y obtiene un televisor, es revolucionario y logra un refrigerador, es revolucionario y se muda para un nuevo apartamento, hasta que llega el momento en el que abrumado llega a detestarse.

Fue en los primeros años del 70 que comienzan a ensamblarse televisores Caribe en Cuba ( sin los elementos del sistema de UHF), se satisficieron las demandas de los trabajadores y se pusieron en venta libre, yo compré uno de ellos viviendo en Santos Suárez.

El primer programa a color fue transmitido en Cuba el día 26 de Julio de 1978, era lógico que así fuera, la vedette de los izquierdistas y terroristas del mundo tenía que tener ese privilegio. En ese año yo llegué de vacaciones a Cuba por un mes, me encontraba trabajando en un barco angolano. En las pocas vidrieras que sobrevivían los embates de esa cruzada "revolucionaria" en la isla, se colocaron televisores rusos a color. Debo manifestar que sentí vergüenza ver a la gente de mi pueblo, parados como niños frente a esas vidrieras como si hubieran descubierto algo, no era para menos, Cuba marchaba a la cola de esas novedades, aunque en Argentina la TV a color fuera inaugurada oficialmente el mismo año, cuando el mundial de fútbol.

La nueva lucha ahora era obtener uno de esos televisores a colores y se repitió el ciclo de asambleas, con las mismas características a las anteriores. Mientras tanto, la gente del gobierno y personas que salían al extranjero los podían adquirir en las diplotiendas con dólares. Yo recuerdo haber comprado un Daytron de 19 pulgadas a $360 dólares americanos, un verdadero robo para su época porque ese TV fue importado de la zona libre de Panamá, donde su precio rebasaba escasamente los cien dólares, no era de control remoto.

Bueno, veamos ahora lo que me explicó mi amigo sobre el sistema actual de repartición de esos televisores Panda (muy conocidos en China y Cuba) Como les dije, él se encontraba trabajando en la lavandería del hospital Marfán, aquel departamento es dirigido por una oriental llamada o conocida por Lala, muy revolucionaria ella pero algo analfabeta, lo importante es lo primero. El personal del hospital al enterarse que mi amigo había sido Oficial de la marina mercante se sintió solidarizado con el hombre, tal vez se sintieron atraídos por la curiosidad y para nadie debió ser extraño aquel extravagante cambio de vida. Muy pronto la lavandería se convirtió en el centro de reunión de todos aquellos que, siempre han temido manifestarse en contra del sistema y acercarse a un supuesto gusano (porque nadie dudaba de ello desde que Eduardo abriera la boca en sus primeras expresiones) era un signo claro de identificación aunque tímida. Me cuenta que por allí desfilaron hasta médicos.

El salario de Eduardo era de $171.00 pesos mensuales, muy superior al de los ayudantes de cocinas que ganaban $128.00 ó al del mozo de limpieza que solo gana $120.00 (estas cifras son actuales)

Al sindicato del centro hospitalario le asignaron 10 televisores a color marca Panda que serían distribuidos primero entre médicos y enfermeras, luego se continuaría con los técnicos del hospital y por último con los trabajadores. No crean que cuando digo distribuidos es que te llaman y te dicen; aquí tienes este televisor y es tuyo, no queridos amigos, eso es por el mismo sistema de asambleas establecidas en los setenta, pero ahora con un poco más de dificultades, es como si se participara en una olimpiada donde constantemente se imponen nuevas marcas. Veamos pues las exigencias requeridas en ese hospital.

1.- Llevar como mínimo 10 años en el centro. (en este punto mi amigo se ríe y me dice; ¿Tú me imaginas 10 años lavando culeros cagados?

2.- Pagar $4000 pesos por él. Es cierto que el banco les ofrece un crédito a cinco años. Luego, si dividimos esa cantidad entre los años comprobamos que la persona debe pagar unos $66.66 mensuales, por tal razón les expuse los salarios de aquellos trabajadores para que el "periodista" Cancio explique si la persona que gana $120 pesos mensuales puede vivir actualmente con ese salario y encima de ello pagar un televisor "otorgado" por el querido sindicato.

3.- Asistir a las actividades políticas orientadas por el "sindicato". Estas actividades se refieren a las marchas y concentraciones que se realizan en la "Tribuna Antiimperialista José Martí", donde colocaron a nuestro apóstol con Eliancito cargado y a la que yo llamo "La Tribuna de las Lamentaciones de los Jodíos Cubanos". Como pueden observar, ya esta actividad se aparta de todo vínculo laboral, lo que demuestra que el sindicato no es tal cosa.

4.-Asistir a los mítines. Me explica Eduardo que se realizan dos o tres semanalmente en el lobby del hospital, en los momentos que el Partido o el sindicato convoque a esa actividad, hay que parar lo que se está haciendo para acudir a la cita (no me imagino a un médico atendiendo un parto y hablar con la paciente; ¡Oye, no paras ahora hasta que no termine la actividad porque de lo contrario pierdo el televisor a color! (broma) Pero Eduardo tenía que parar las lavadoras, botar el agua y partir a la convocada reunión. Esta situación me recuerda a la China de Mao y a la Corea de los Kim.

5.- Los que tienen misiones internacionalistas poseen un mérito por encima de los demás trabajadores.

6.- Tener la cuota sindical pagada por un año. (yo que no pagaba sindicato en la marina nunca hubiera ganado un aparato de estos)

7.- Tener una actitud combativa. (este punto es importantísimo) Se exige por parte del sindicato, que la persona le salga al paso a aquel que se exprese en contra del gobierno, participar en los actos de repudio que convoque etc. Como podemos observar, ese no es el papel de un verdadero sindicato.

8.- Participación en los "Trabajos Voluntarios". Que como se puede ver de voluntarios no tienen un pelo, no asistes y no tendrás televisor, refrigerador, apartamento y hasta una buena beca para tus hijos que agarran por carambola.

El hospital Marfan se encuentra ubicado en la calle 17 y 2 en el Vedado.

 

¡No es fácil! Como dicen los cubanos de la isla. Pues bien, antes de la asamblea donde se discutirían aquellos artefactos chinos, el "sindicato" se dio a la tarea de colocar cartelitos por todo el hospital anunciándolo. Eduardo arrancó uno que se encontraba en el lobby del mismo, ante la mirada de los que se encontraban presentes y se lo echó en el bolsillo. Fue delatado inmediatamente y a los pocos minutos se presentó el Secretario del Partido en la lavandería.

-Compañero, ¿por qué usted arrancó la propaganda que estaba colocada en la entrada del lobby sobre la distribución de televisores?- Le preguntó el tipo con esa actitud estudiada y con la cual tratan de impresionar a todo el mundo. Eduardo lo miró y sonriente le respondió.

-Compadre, la voy a guardar de recuerdo para cuando mis nietos sean grandes, créeme que si no lo hago no creerían que esto fuera así.- Después de varios intercambios de palabras el hombre se retiró y Eduardo continuaba riendo para adentro, lo cierto era que deseaba mandarla al extranjero.

Al día siguiente fue citado a la oficina de la directora del hospital, allí se encontraban presentes el secretario del partido, el del sindicato, la chivata Lala y uno de la Seguridad del Estado. Cada uno expuso algo en su contra y al final le informaron que habían investigado su "trayectoria" y que por tal razón quedaba fuera del hospital desde esos momentos. Mi amigo se reía cuando me contaba estas cosas; ¡Compadre! Quitar aquel papelito de mierda fue considerado un acto de contrarrevolución. Yo también me río de toda esa tragedia con amargura por lo que está pasando ese pueblo.

Sin embargo, por las palabras de este talibancito de la prensa cubana, se deduce que todo esto lo siente como un logro de la revolución. No creo que a 43 años de este experimento social que ha conducido a nuestra patria a una ruina económica y moral, una persona con dos dedos de frente considere tal cosa como meritoria.

No me imagino a ningún profesional en el mundo discutiendo el derecho a la compra de un televisor en esas aberrantes asambleas, ya sé que me hablaran de todos los hambrientos y pobres del mundo, pero su miseria no puede alimentarse ni resolver con la nuestra, ¿es que no podrán un día aspirar a vivir como en los países desarrollados del mundo? La respuesta brindada durante todo este tiempo transcurrido es negativa. Ignora ese infeliz que se puede adquirir un televisor de cientos de maneras diferentes, sin necesidad de acudir a un ridículo crédito bancario. En una oportunidad se me rompió uno en casa y no quise invertir en su arreglo, fui a una tienda y adquirí uno a crédito que luego pagué en dos oportunidades y no tuve que sacrificar nada de mis gastos habituales. Esas son las condiciones en las que debió encontrarse nuestra nación desde hace muchos años, pero, los televisores no fueron parte de las prioridades del gobierno, no lo fue tampoco la alimentación del pueblo, no lo ha sido la salud como desean mostrar al mundo, ya mi amigo les hablará de este tema ampliamente porque él trabajó en dos hospitales infantiles. No ha sido prioridad de ese nefasto gobierno satisfacer las necesidades elementales de su población en un país que se desmorona diariamente y de la que todos solo tienen una meta, escapar.

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
23-2-2002.