El Mundo...
Diciembre 13 de 1999
Queridos Melchor, Gaspar y Baltazar :
Hola amigos, siempre les he escrito a título personal, para
expresarles mis
deseos, en general, siempre he sido complacido por todos ustedes, sin
embargo, hasta donde he podido observar, ustedes no han sido muy justos
a la
hora de repartir los juguetes. Puede ser, que no los puedan transportar
con
el uso de sus camellos, pero la realidad es, que no todos los niños
alcanzan
a ellos.
Se acaba este siglo y también el milenio, en todos estos años,
he conocido
a muchos amiguitos, algunos de los cuales desearían escribirles,
pero
desafortunadamente no saben como hacerlo, es por esta razón,
que les escribo
en nombre de ellos.
Juanito desearía un guante para jugar beisball, pero cree que
es más
necesario un par de guantes de trabajo, el pobre, su infancia la ha
empleado
en ayudar a su pobre familia.
Natasha quisiera una muñeca, pero dice, que necesita una camita
para su
hermanita.
Igor siempre deseó tener una bicicleta, sin embargo, cuando
habló conmigo
me expresó, que le era mucho más importante una prótesis
para su pierna, la
perdió al pisar una mina que estuvo sembrada, desde que su país
se vió
envuelto en una cruel guerra.
Manuelito sueña con un carrito de bomberos, el tiene nueve años
y trabaja
de tragafuego en los semáforos de la ciudad de México.
Lucía en sus ratos libres le gusta jugar a las casitas, pero
esos momentos
son cada día muy cortos, ella trabaja de prostituta para ayudar
a su madre y
hermanitos, su padre los abandonó hace cuatro años.
Mohamed es aficionado a empinar grandes cometas, estos son muy baratos,
pero ahora no puede hacerlo, perdió sus manitos por culpa de
una bomba,
ahora necesita una prótesis también.
Mis otros amigos solo me piden que les hable de comida, como si esta,
fuera algo algo así como un juego, algunos lloran cuando me
piden que les
devuelvan a sus padres desaparecidos, unos cruzando fronteras, otros
tragados por el mar, algunos que no regresaron de muchas guerras, toda
una
calamidad humana, es por eso que les escribo.
Sin embargo, nada a nuestro alrededor ha cambiado, casi siempre empeora
para nosotros, es como si nadie se acordara que somos niños,
que somos el
futuro de esta tierra, a la que lamentablemente destruyen poco a poco,
no
paran las guerras, no se detienen a pensar en un solo segundo, que
con todo
el dinero que gastan, se pueden construir muchas escuelas, hospitales
y
hasta mejores viviendas. Nos encontramos en un mundo saturado de odios,
sed
de venganzas y eso es lo único que nos dejan como herencia,
nuestra
situación es cada día más intolerable, en medio
de las discrepancias de
gente de diferentes ideologías, mientras sus líderes
se divierten a costa de
nosotros, y casi nunca cumplen sus promesas.
No pido para mis amiguitos juguetes, mas bien desearía que nos
buscaran
otro planeta, pero que éste sea habitado solo por niños,
un lugar donde el
tiempo se detenga y no podamos crecer, para que no crezca entre nosotros
el
odio de los mayores, donde alguna vez de nuestras vidas podamos jugar
en paz
y recordemos que somos eso, solamente niños. Desearía
que viviéramos en un
sitio donde no se oigan las detonaciones de las bombas, donde se pueda
dormir sin miedo, donde las lágrimas y los llantos desaparezcan,
donde solo
reine la alegría, esa que se vive cuando no existen las fronteras
creadas
por el hombre, donde no importe el color de la piel, con un solo Dios
para
todos, pero que ese planeta sea nuestro, y no tengan espacio, ni el
hambre
ni la miseria, habitado por niños con sus brazos y sus piernas,
con una
enorme sonriza en los labios y que ésta, nunca desaparezca.
Por favor, cuando encuentren ese nuevo mundo para nosotros, llévennos
con
ustedes, pero nunca, fíjense bien, nunca le digan a los mayores
donde
vivimos.
Los quiere mucho.
Albertico.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
12-12-1999.
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