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La libertad
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La libertad es poco y mucho, tal vez alguna cosa,
quizás una palabra, un signo, puede ser un nombre,
el de una artista muy famosa, el de una yegua de carreras,
de las que salen disparadas, cuando suena un tiro o le clavan las espuelas.
La libertad es tanto y tan poco, un himno, un puente, una estatua,
puede ser un mito, un sueño, el vuelo de una gaviota,
una insignificante migaja, como ir gratis a la escuela,
a veces es una limosna, que nos conceden sus dueños,
sean militares, golpistas, dictadores, hombres fuertes.
Libertad le damos los pueblos a los Presidentes,
qué difícil es mencionar este nombre, al sur de este continente.
Es una puta trasnochada y un chulo que no trabaja,
medio gramo de Coca que te eleva al Himalaya,
sin ella, la vida es poca cosa, luego, te envuelve y esclaviza,
cuando quieres bajar no sabes, pereces, te embarras.
Libertad es la brisa, el rayo, el trueno y el río que se pierde en el mar,
es la sonrisa de un niño, es tanto y tan poco, es mucho más que amar,
no es la que dicen los libritos, en cada pueblo es diferente,
muy pequeña para el indio y el guajiro, una choza, un bohío.
La libertad no es mercancía, sin embargo, se compra y se vende,
así andan estos tiempos, se nace con ella, se hereda, se pierde, se lucha,
la libertad no se mendiga, ni se acepta a medias, debe ser total.
Unos nacen ricos y libres, otros nacen pobres y siervos,
es como un juego de azar, donde la suerte no siempre es buena,
se llega a esta tierra, pagando las deudas de sus padres,
que en una partida perdieran, para éstos, la libertad es solo penas.
La libertad es poca cosa para muchos, marchas, consignas, gritos, medallas,
para otros eso no basta, es reír, andar, hablar, sentir, gritar, pensar, orar,
libre soy si te llevo de la mano a donde yo entro,
para mostrarte con orgullo mi suelo, lo que construyeron mis padres, mi pueblo,
¿Cómo puedes creer que soy libre? ¿No comprendes que no puedo entrar?
¿No entiendes que vale menos el decoro que tu dinero?
Libertad digo y no quiero condolerte, la libertad supongo, sea más que esto,
me humilla tu lástima, me duele vivir de la caridad, con estos brazos y este cuerpo,
tu silencio me hiere, tu complicidad me mata, tu indiferencia me envenena el alma,
libertad digo y no me llames hermano, menos aún compañero,
no me brindes la mano, que saluda y abraza al enemigo de mi pueblo.
La libertad debe ser una fortuna perdida, es probable que en un naufragio,
no por gusto la andan buscando, de noche, de día, a través de los años,
gente que nunca ha parado y desean vivirla,
debe ser algo grande, como un sueño infantil, para que nadie renuncie a ella,
tiene que ser inmensa, para que mueran tantos seres humanos,
para que el mar se trague a niños y mujeres, hombres y ancianos,
sin que nada frene sus intentos por conseguirla.
Libertad digo y no es una palabra cualquiera,
si la tienes, a medias o entera, apártate de nuestro camino,
deseamos encontrarla de alguna manera.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2-8-2000.