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 EL DIPLOMÁTICO MUERTO EN MÉXICO
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 ¿Pero de verdad hay diplomáticos en Cuba? ¡Claro! Para los ingenuos y mal intencionados de este continente los hay. ¿De verdad Robertico Robaina era diplomático? Ni ese payaso, como tampoco lo es su relevo, en realidad, en la isla se ha ignorado esa carrera. No fue hasta finales de la década de los ochenta, que por un error de la prensa cubana salió la información de que en Cuba existían esos estudios. Nunca se han ofrecido a los estudiantes cubanos, por tal razón es de suponer, que pertenece a los hijos de la cúpula del gobierno, me refiero a los hijos de la burguesía serrana que ha gobernado la isla. 

Desde 1959 la única diplomacia que ha imperado en la isla es la de los ignorantes campesinos que llegaron al poder, es la diplomacia de la ofensa a otros pueblos y la intervención en los asuntos internos de esos países, ejemplos sobran en estos cuarenta y dos años, solo que en estas tierras a veces demostramos que nuestras espaldas fueron creadas para el cuero del látigo. Tal vez sea un error geográfico o problema racial, puede ser que ese defecto tenga una relación muy directa en nuestra descendencia española, mezclada con todos los indios de este continente, es muy probable que me tilden de racista también. Sin preámbulos, en ese cabrón archipiélago del que nos vimos obligados a emigrar un día, nunca ha existido una atmósfera de cordialidad y "diplomacia ', no lo digo yo, lo muestran los ejemplos de sus relaciones con los vecinos, pero aún así, todos los simpatizantes en su política de llorones, insisten en presentarse siempre como las indiscutibles víctimas no solo del hemisferio, pobrecitos, son los más sufridos del mundo. (para el anormal que se lo crea)
Todo buen cubano nacido y criado en ese sistema sabe, que no existen tales diplomáticos, ni funcionarios, ni representantes comerciales, ni nada que tenga que representar al régimen en el extranjero. Todos sabemos perfectamente bien que son funcionarios de los órganos de la seguridad del estado, y cuando menos deben ser colaboradores incondicionales (chivas), que en otros lenguajes territoriales significa delatores.
La mayoría de las representaciones diplomáticas cubanas en el extranjero, son cuarteles generales de sus servicios de inteligencia, donde actúan no solamente esos llamados espías cubanos, sino también, los captados en los países donde radican sus sedes. No es de extrañar por ejemplo, que en ciudades donde la comunidad cubana no sobrepasa los dos mil cubanos, tengan una representación consular envidiable para otras potencias (como ocurre en Montreal, Canadá), donde poseen un castillo lleno de espías y donde los cubanos rebasamos escasamente los dos mil.
Los diplomáticos cubanos (simples instrumentos de ese régimen), viven en una completa austeridad desde finales de los años ochenta. La comida de esas representaciones diplomáticas era enviada a través de nuestros barcos mercantes (muy pobre por cierto), situación que los obligaba a mendigar (por darle algún nombre) comida en nuestros barcos. En muchas oportunidades no tenían combustibles para trasladarse a nuestros buques (en autos bastante viejos, como pueden observarse en el consulado cubano de esta ciudad y otras en el mundo). Son asiduos visitantes de las tiendas que venden productos de segunda mano (sobran ejemplos en Montreal) y en términos generales nunca salen solos a la calle.
Lo más extraño de todo esto no es describir como son los diplomáticos cubanos, es lo asombroso del hermetismo mantenido por el gobierno cubano, ante la muerte en México de ese personaje que describen como un diplomático que estaba encargado de algunos trabajos internos en la embajada de Cuba en México.
Digo que es asombroso, porque el gobierno cubano ha explotado sabiamente cualquier mártir a la hora de exacerbar los sentimientos patrióticos y nacionalistas de un adormecido y esclavizado pueblo cubano, basta recordar que a falta de esos necesarios muertos, es capaz de convertir a traidores en mártires de la revolución, como ocurrió con los dos muchachos muertos en el tren de aterrizaje del avión inglés.
Doy todos estos rodeos imprescindibles para llegar a esta conclusión, ¿cómo es posible que teniendo un mártir de primera línea se haya mantenido este silencio? ¿No es un diplomático mártir de la revolución y del sufrido pueblo cubano? ¿No han existido razones suficientes para convocar a esas interminables marchas de protesta por cualquier razón? ¿Qué ha pasado, no será ciertamente un mártir? ¿No habrá sido un ajuste de cuentas de esa mafia que gobierna al país? ¿No habrá descubierto ese hombre cosas que no le convenían al gobierno cubano? ¿Por qué dejaron vivos a los otros en caso de que fuera un asalto? ¿No habrán sido ellos quienes lo ajusticiaron? (Estas situaciones ocurrieron en otros países)
En fin, hay un millón de interrogantes que pueden poner en duda la veracidad de la condición diplomática de ese individuo, la primera duda surge por el silencio de ese gobierno que se nutre de muertos.
 

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
24-2-2001.