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Se derrumba un coloso

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Conocí de la Fundación Nacional Cubano Americana por tres vías diferentes.

La primera, por ser una de las principales obsesiones de Fidel Castro, no fueron pocos los ataques dirigidos por éste hacia esa organización que le provocara tantos dolores de cabeza. La segunda, por la verticalidad mostrada por su dirigente Mas Canosa ante su verdugo y la tercera por una voz inconfundible que nos llegaba a través de la radio, me refiero a Ninoska Pérez Castellón.

Creo que la última vía fue la que más simpatías logró dentro del pueblo esa organización, con un nombre al cual aprendimos a odiar desde temprano y me refiero a la palabra "Americana", que despertaba sentimientos anti-anexionistas en cualquier confundido por las manipulaciones de la prensa cubana.

Fui un asiduo oyente de esos programas de Ninoska en la isla, muchos de mis amigos lo eran también, y sus mensajes siempre fueron un rayo de esperanza en esa isla, con seres olvidados a solo doce millas de sus fronteras.

Al desaparecer su líder, el tirano de la isla debió celebrarlo con champán, se desprendía de uno de los opositores con poder económico e influencia dentro de sus coterráneos, además de poseer el carisma propio de los líderes para arrastrar tras ellos a multitudes. Cada ataque de Castro en contra de Mas Canosa o cualquier otro opositor solo obtiene efectos contrarios, eso lo conocemos perfectamente los cubanos, por tal razón, las simpatías por la Fundación fueron creciendo diariamente, aunque el régimen diga lo contrario.

Hoy, aquel coloso se derrumba tras la desaparición de su líder, noticias sucias llegan a oídos de todos los que un día confiaron en ella y sembraron esperanzas en sus programas políticos. En la otra orilla, otro coloso derrumbado en vida por su vanidad y ego, un gigante que no puede ocultar sus desmayos, su baba, con la que atomizaba anteriormente a todo un pueblo y simpatizantes en el planeta, el dolor de sus callos protegidos por tenis capitalistas, y sus largas manifestaciones de incoherencias. Disfruta en medio de sus lapsos de lucidez la caída del coloso a la que odió tanto, pero, sin llegar a borrar el dolor de su verdadera derrota, la de no poder demostrar la benevolencia ni construir, aquel fenómeno social llamado "socialismo".

En medio de todo esto, el pueblo, acostumbrado a cientos de años de frustraciones, donde cobran vida nuevamente aquellos embriones de las ambiciones por el poder y antagonismos entre cubanos, que tantas mellas provocaran en nuestras guerras independentistas. De un lado, los cubanos de acá, del otro, los cubanos de allá, en el medio, una tierra de la que se adueñan nuevamente los extranjeros, ante la terquedad enfermiza de sus nacionales.

El coloso de Miami se derrumba ante la mirada atónita de sus vecinos, mucho más dolorosa para aquellos que quedan en medio del desamparo y a merced de la rapiña oportunista. ¿Qué sucederá mañana cuando el esclerótico gigante se vista de madera? ¿Serán necesarios recorrer otros 500 años? Tal parece que estamos condenado a ello, se inventarán otras organizaciones, se fabricarán opositores que respondan a los intereses del que ejerza el poder, mientras unos pocos, los que verdaderamente desean lo mejor para su pueblo, se pudrirán en cárceles o condenados a vivir en el destierro.

La historia se encargará de reciclar hechos y personajes para el consumo de nuestros habitantes, de la misma manera que se hace con la materia prima, ya eso está sucediendo. Cuatro décadas gastadas en discursos y marchas de ambas partes, para llevar al país a lo que es hoy, un prostíbulo mucho más grande y barato del que existió en el pasado.

Cae para beneplácito de todos aquellos canallas cómplices de nuestros muertos un coloso, deberá nacer otro porque existe madera para ello, aún hay gente con dignidad y decoro que sabrán alzar esa bandera caída, pero no todo debe ser fiesta para ese gigante que, prefirió convertirse en bufón cuando pudo marcharse de esta tierra con la gloria que la historia puso en sus manos. Esto debe ser una lección, nada es eterno y la verdad brotará como manantiales cuando se caiga su imperio.

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
8-8-2001.