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Gemidos, sollozos, suspiros, respiración profunda,
cuerpos ardientes como volcanes, manoseos constantes, besos que no terminan nunca, saliva cambiando de cuerpos, pelvis batallando constantes movimientos, manos intranquilas por algún descubrimiento, el tacto, los ojos, el olfato y el gusto prendido en la boca, sabor de salitre, pegajosa, éxtasis, el inevitable espasmo, un viaje al cielo, ya el amor está hecho. Hacer el amor debe ser mucho más que eso, mayor que un beso, que el delicioso roce de dos cuerpos, ese amor se puede hacer por dinero, entre dos seres de un mismo sexo, con aparatos eléctricos, es ridículo y perverso llamar al amor por todo esto. El amor es una palabra infinita, como el mismo universo, no se hace, ya estaba hecho y no se compra con dinero, amor a la madre, al hijo, los padres, la patria, amigos, amor a la tierra, al mar, a las flores, al canto de las aves, amar como al primer amor, amar a Dios, todo es distinto. El amor es de mil colores, como el de gentes iguales, no puede encerrarse en un condón, mantenerlo cautivo, hay que sentirlo, es urgente mantenerlo vivo, el amor es tanto, es tan amplio y no podrá estar preso, en el breve espacio de un orgasmo. Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
10-2-2001. |