Solo un comentario.
Hace solo unos días cayó en mis manos accidentalmente
el libro de Alina, dicen que en él se narran todas sus memorias.
Creo, que para haber nacido en el año 1957, posee una memoria prodigiosa,
no digo esto con el afán de atacarla y menos aún, me siento
capacitado para hacerle una crítica con carácter literario,
por eso aclaro antes de comenzar que esto es solamente un comentario, el
comentario de un simple lector que afortunadamente le tocó la desventura
de vivir toda esa etapa narrada.
Para hablar del libro en sí, comenzaría por su primera
parte, no puedo negar que mi primera reacción fue la del rechazo,
choco de frente con un lenguaje conocido solamente por aquellos, que hayan
dedicado unos minutos de su vida a esa apasionante actividad de leer. Un
lenguaje exquisito y pudiera decir, que rescatado de las tumbas de Miguel
de Carrión, Cirilo Villaverde e inclusive, hay pasajes tan deliciosos
que se acercan a nuestra Avellaneda. No es solamente el impacto
por esa escritura, desconocida para cualquier cubano de nuestras generaciones
que no se haya dedicado al estudio de la literatura, lenguaje que nos traslada
inevitablemente a las provincias españolas donde mejor se habla
nuestro idioma. Hay que agregar también, el dominio casi perfecto
de los pasajes que se brindan de nuestra historia y más aún,
la descripción casi perfecta de su árbol genealógico,
donde retrocede en la historia de la familia, casi tanto como aquel escritor
norteamericano autor de esa obra llamada "Raíces", todo conjugado,
nos pone ante la presencia de una autora experimentada y merece por ello
cualquier reconocimiento por su trabajo.
Ya en la segunda parte del libro, me acerca un poco a la realidad o
a la ficción que hemos vivido y se disfruta de esa rica mezcla entre
nuestro lenguaje criollo, hoy muy bien distorsionado e incluso en oportunidades
incomprensible, con ese español que apenas se habla en las verbenas,
paseos y bares. Ya para entonces, Alina aparece como figura principal del
libro, la hija bastarda producto de un desliz materno, que cruzó
su vida con la de un hombre sumamente famoso en el planeta, sobretodo,
para aquellos amantes de las emociones fuertes y las extravagancias. Para
los cubanos en general, el autor de tantos desmanes que han conducido a
esa maravilla de isla llamada Cuba, a niveles de miseria nunca vividos.
Casi nada nuevo nos ofrece Alina en su libro, solo algunos pequeños
pasajes de sus relaciones íntimas con esa famosa familia, intrigas
que muy bien existieron en las cortes europeas, una Celia Sánchez
casi santificada y principal obstáculo de su madre, quién
sacrificara mucho más que algunos de los que hoy envejecen y mueren
dulcemente, después de haber disfrutado una vida colmada de placeres,
como la del cualquier millonario.
La vida de Alina ha sido motivo de infinidad de controversias, en eso
que hoy se empeñan en no querer llamar exilio, unos por que conocen
al dedillo la historia de su padre, otros, porque afirman haber conocido
la vida de la autora. Como quiera que sea, no se puede negar la importancia
de muchos de esos pasajes desconocidos, no solamente para aquellos que
defienden al caudillo cubano, es bueno para muchos de los que han nacido
en generaciones más próximas, aquellos niños que una
vez colgaron sus pañoletas de pioneros en sus cuellos, de la misma
manera que colgaban también sus esperanzas.
Hay algunos pasajes muy significativos en esa turbulenta vida colmada
de pasiones de Alina, y sus relaciones con su padre, las expresiones de
éste ante la selección de su hija por la pareja, fue la misma
que hubieran mantenido Reyes ante los caprichos de una Princesa enamorada
de un plebeyo. <<¿Cómo te vas a casar con ese muerto
de hambre?>> Preguntó un día el padre ante la noticia de
que ella deseaba casarse con uno de los sirvientes de su corte. Extraña
esa posición para uno que no se ha cansado de promulgar la desaparición
de las diferencias de clases. ¿Muerto de hambre? ¡Claro que
muerto de hambre! Es imposible ocultar el desprecio que siempre han sentido
por la chusma, o sea, el pueblo. Cómo concebir y aceptar que una
bastarda aunque de alto linaje aparente, pueda mezclar su sangre con un
idiota de su pueblo, que al final resultara ser un violador. No se escapa
de los sobresaltos cuando salen a la luz todas estas cosas, el individuo
resultaba ser un violador porque pretendía a la hija del Rey, de
no ser así, estaría autorizado a continuar violando. Esto
me recuerda a las manifestaciones y actos de repudio que se le hicieron
a muchas personas cuando la gran estampida del Mariel, allá en la
barriada de Santos Suárez, le llenaron el portal de carteles a un
policía que había presentado para abandonar el país,
entre aquellos carteles había uno que me llamó mucho la atención,
el mismo decía así: "Carlitos nunca fue revolucionario",
creo que fue el único cartel al que le encontré algo importante,
eso ocurrió a una cuadra de mi casa y el problema era que; Carlitos
hasta esos momentos había sido miembro de la policía. En
resumen, no se puede ocultar el desprecio que siente esa gente por aquellos
a los que ellos mismos llevaron a límites de pobrezas desconocidos.
No aportó casi nada nuevo en su libro, las cosas en Cuba se
saben por "Radio Bemba" y cuando ya es imposible de ocultar por el propio
gobierno, como también, por las indiscreciones de los hijitos de
sus papás, podemos observar esas facilidades en los cambios de casas,
regalos de autos y esto no lo digo por el que le regalara Vilma Espín
a su mamá, eso es poco, Abrahantes siendo Ministro del Interior
había regalado más de cien autos a amistades, subordinados
destacados y a sus queridas, con las cuales se iba de paseo a Cancún
en su yate y con dinero recaudado en la droga, o sencillamente con dinero
del pueblo. Nada significativo para aquellos irracionales que no creen
en la palabra de los cubanos, pero bueno, Alina es una cubana que es hija
de ese líder conocido y adorado por mucha gente en el mundo, ahora
ella engrosa la larga lista de los mentirosos en el exilio, una verdadera
pena.
No creo necesario gastar cuartillas para repetir lo mismo que aparece
en ese libro, ella escapó de la isla de una manera que algunos consideran
imposible, por mi parte le doy cierta credibilidad, viajé durante
muchos años y conocí como funcionaba la Aduana cubana, es
aceptable su coartada. Una Aduana que nunca haya experimentado esa experiencia
puede ser burlada, no olvidemos el Mariel, en esa oportunidad se introdujeron
en la isla cualquier cantidad de dólares falsos, hoy debe ser algo
casi imposible porque a partir de entonces adquirieron equipos para detectarlos,
lo mismo pudo ocurrir en el aeropuerto, a ningún aduanero se le
hubiera ocurrido que cubano alguno pudiera utilizar ese ardid para escapar
de la isla, hoy, con aquella experiencia, me imagino que sea casi imposible.
Lo raro en todo este caso es, la facilidad brindada para la salida de su
hija a las pocas semanas de su deserción, puede haber sido para
evitar mayores repercusiones propagandísticas, eso lo sabe Alina
y su padre, para nosotros saberlo debe escribir otro libro y desenterrar
de nuevo ese lenguaje exquisito.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
11-3-2001.
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