Retorno a la página de inicio

 Milagro en Miami

Indice de materias

 

- Ese sufrimiento [de los exiliados cubanos] terminará cuando ustedes mismos acaben de convencerse de que ese país no interesa a nadie como país, más bien como lo que es, en lo que lo ha convertido su único dueño hasta el momento, en finca de diversión... - Tierno Mesurado se dio cuenta de que hería con esas palabras a su amigo -. Lo siento, pero es lo más parecido a la verdad. La mayor parte de la gente se aprovecha, incluidos algunos falsos exiliados, aquellos que llevan un "dictadorcito" en el alma y que regresan cabizbajos buscando apertrecharse del prestigio que no fueron capaces de ganarse en el exilio. Es cierto que poca gente conoce la historia real y cualquiera se siente con derecho a opinar arrebatándole la razón a los cubanos. La verdad es que aquél es un país exterminado por el peor totalitarismo del siglo, "el totalitarismo del bien", según prominentes filósofos, el que cuenta con mayor cantidad de profetas, el más extendido, el más escuchado. El más siniestro, ya que siempre habla escudándose en el bienestar del pueblo, siendo una espantosa letanía agónica del mal.Sí, amigo. La izquierda deberá rectificar algún día, y en lugar de cerrar filas en nombre de pronósticos insensatos, debiera proponerse ser más crítica, menos complaciente y colaboracionista. Menos tonta en una palabra. Nazismo y comunismo para mí es lo mismo si hablamos de crímenes cometidos; cuando ha existido tortura, muerte, no entiendo de matices; cuando hay desapariciones, exterminio, sean como sean, llámense como se llamen. Y sabes que te habla uno de izquierdas con vocación de alquimista.

- Es todavía más complicado, Tierno. Soy enemigo de comparar los horrores. De otra parte es cierto que los cubanos somos intolerantes; y que éste ha sido un exilio incomprendido por la mayoría del mundo. No olvides que se nos ha acusado de todo, no es sencillo ser cubano, nada simple añadió el hombre de temperamento fiestero-filosófico.

Zoé Valdés , Milagro en Miami

© Editorial Planeta, S.A. 2001

Con permiso del autor