La UE
rebaja sus expectativas sobre el diálogo político con Cuba
BOSCO ESTERUELAS |
Bruselas
Louis Michel, el titular de Exteriores belga y actual presidente del Consejo
de Ministros de la UE, se ha reunido en los últimos cuatro meses dos veces con
su colega cubano, Felipe Pérez Roque. La última, hace dos semanas en Nueva
York, para anunciar la reanudación del diálogo político entre los Quince y
Cuba. Para darle más realce pensó presidir la troika que hoy viaja a La
Habana, pero al final ha sido desaconsejado en una señal de que la UE no espera
grandes avances de las conversaciones.
"De hecho, este tipo de reuniones se han hecho a menor nivel, por lo
cual sorprendió que Michel anunciara que pensaba ir a La Habana", comenta
una fuente diplomática de la Unión. Todo ello obligaba de algún modo al alto
representante, Javier Solana, y al comisario de Exteriores, Chris Patten, a
acompañarle. Además, daba demasiadas expectativas sobre los resultados de la
visita.
Al final, el ministro ha esgrimido "motivos de agenda" para no
viajar. Será sustituido por el secretario general del ministerio, Jan de Bock,
al que acompañarán funcionarios del Consejo de Ministros de la UE y de la
Comisión Europea.
Un portavoz de la Comisión confesó ayer en público no abrigar demasiadas
esperanzas sobre el encuentro ante la política de derechos humanos del régimen
castrista, "pero lo importante es estar allí". El diálogo quedó
roto en abril de 2000 a raíz de la postura crítica de los europeos con Cuba en
la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. En la agenda de trabajo de la troika,
además del delicado tema de las libertades civiles, figurarán el comercio, el
terrorismo y el deseo cubano de ingresar en el Grupo ACP (África, Caribe y Pacífico),
que incluye a casi un centenar de países beneficiarios de la ayuda comunitaria.
La Habana quiere también acabar con la posición común respecto a Cuba que la
UE estableció en 1996 a iniciativa de España, que se revisa cada semestre, por
la cual se condiciona la ayuda a las reformas económicas con la democratización
del régimen castrista.
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