El presidente cubano, Fidel Castro, quiso zanjar ayer los rumores sobre su
salud y las especulaciones sobre su sucesión surgidos a raíz del desmayo que
sufrió el sábado en medio de un discurso: 'Estoy muy bien, mejor que nunca',
dijo el líder comunista, añadiendo que su sucesor será su hermano Raúl,
ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, cinco años menor que él.
'Tiene buena salud', afirmó, 'y después de mí es el que tiene más
experiencia, más conocimiento, aunque quizás no se le conozca bien'. 'Por lo
tanto, creo que tiene la capacidad para sucederme'.
Castro, que cumplirá 75 años el próximo 13 de agosto, participó ayer por
la mañana en un acto frente al edificio de la Sección de Intereses de EE UU en
el Malecón de La Habana para protestar por el encarcelamiento de cinco agentes
cubanos infiltrados en los grupos anticastristas del exilio y que recientemente
fueron condenados en Miami por espionaje. Tras el acto, similar al realizado
hace una semana en la barriada habanera del Cotorro, cuando Castro sufrió una
lipotimia, el mandatario conversó con el público y con varios periodistas
extranjeros durante hora y media bajo un sol aplastante.
'Estoy mejor que nunca, yo no sabía lo bien que estaba', aseguró Castro,
que dijo que tras su leve desvanecimiento de la semana pasada ha comprobado sus
parámetros vitales y tiene una salud envidiable. 'Hice ejercicio siempre, he
podido ser ecuánime para contrarrestar los momento de tensión y he conservado
mi buena salud', dijo el presidente cubano, que intercaló mensajes y bromas.
'Les prometo que no me voy a volver a desmayar, ni a fatigar, pues, si tengo esa
desgracia, los cables llueven'.
Castro señaló que 'lo más importante es mantener la salud fisica', para a
continuación añadir que su hermano Raúl Castro 'subió hace unos días el
Turquino en un tiempo óptimo para sus 70 años'.
'Después de mí, es el que tiene más experiencia. Ahora bien, no sólo está
Raúl; hay una pléyade de jóvenes nuevos y con talento en nuestro país',
afirmo. 'Quizás una de las características de la revolución es haber
promovido toda una nueva generación de jóvenes y cuadros'.
El líder cubano no mostró durante su conversación con los periodistas
signos de cansancio. Por si acaso, quizás para tranquilizar a los suyos ante la
hipótesis de que le suceda un hecho fortuito, el veterano mandatario dijo: 'Si
me dicen mañana 'a usted le da un infarto, un derrame o una muerte súbita' y
me ponen a dormir toda la eternidad, Raúl es el que tiene más autoridad y más
experiencia', repitió.
Castro espetó a uno de los periodistas: 'Pero además, me tiene sin cuidado,
disfruto una tranquilidad celestial, porque confío en lo que hemos hecho'. Y
siguió: 'La garantía de la continuidad de la revolución está en el pueblo y
yo siempre trato de sembrar ideas. Me siento orgulloso; todos los días trabajo
con un numeroso grupo de compañeros jóvenes no muy conocidos, pero que son los
que han llevado sobre sus hombros la organización de estos casi 19 meses de
batalla que llevamos , y los que faltan'.
Durante la hora y media de declaraciones bajo un sol de justicia, Castro se
mostró optimista: 'Hay mucha gente preparada, mucha gente capaz. Este pueblo no
lo puede hacer cambiar nadie. Ni con el grado de autoridad que yo pueda ostentar
podría conducir a este país por un camino que lo apartara de la revolución.
Creo que hemos hecho una obra buena y trascendente', remató.