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Un amigo de La Habana - tan aficionado como yo a los libros - me regaló un ejemplar de la edición limitada de un libro publicado en Sevilla en 1995 por "Los cuadernos de Roldán" y titulado "Cuba". De esa obra escogí algunos poemas, entre los más bellos, para compartirlos con vosotros. |
un poema encadenado a fronteras y libertades, historia de un tiempo perdido en mis sueños libertarios. Quizás, ya no recuerdes - dormida Cuba - de dónde vinieron los rostros que tiñieron mulatas las raíces de tu sangre traína y ceboneya. Acaso una pregunta - mi pobre Cuba - una pregunta desnuda de palabras, respuesta simple a lo que no pudo ser, amaneceres rotos entre gritos de naufragio, oscura pesadilla en el vientre de un océano mulato y olvidado. Te debo este poema acaso una pregunta tal vez un grito. Diego CHICLANA GARCÍA
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Mujeres solitarias de rostros oscuros remiendan en alcobas gastadas esperanzas. Bajo unos cabos de vela retratos familiares, húmedo recuento entre lágrimas y piedras. Sobre amuletos y crucifijos, susurro de nombres, humilde rito para invocar a los dioses. Amarga es la tarea diaria en busca de harina y combustible. Caminan por los muelles, avanzan arrastrando los pies hacia otra despedida. Cruzan las manos, se preguntan cuándo regresarán los barcos, los ausentes, los alimentos y las risas. Anhelan que surja de la espuma su isla redimida, la sal de algún milagro. María José COLLADO
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En un país de palmas reales que no se deja invadir con ciudades que envejecen y deshacen sin sentir, viven unicornios azules, aunque vivir es sufrir ocultos entre cañaverales porque partir es morir. ¡Ah! en el viejo lagarto verde cómo se siente vivir. José María |
No es la nitidez del mar lo que recuerdas ni la hondura de estrella de las palmeras alzadas en la noche, ni siquiera un sol multiplicado en un aire incesante de espejos y semillas. Lo que recuerdas tal vez es su soledad de isla sin remedio como una herida vegetal en el océano abierta que exhala el recio aliento de la vida. Salvador COMPÁN
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Dame la manito hermano cubano para decir con las mismas palabras el pan, nuestro aceite y nuestra azúcar. Dame la manito hermana cubana para cantar amor a quien tu quieras sin comerciar tu cuerpo tan altivo. Dame la manito hermana cubana, ponla en mi corazón para que escuches mis latidos de salsas y habaneras. Dadme la manito hermanos de Cuba, hagamos juntos por la dignidad hasta morir si merece la pena. Y amar siempre. Juan de AIZPURU
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Interminable cambio para tantos esperado como algo que calme una sed infinita y eterna de no se sabe muy bien qué bebida. Esperanzado pueblo que dormitas deseando que un hada madrina venga a arreglarte tus cuentas fallidas. Numancia de una utopía que nunca se materializó en algún lugar... ¿Cuándo despertarás sintiendo que tú sola tienes la llave del destino? Juan D. TUTOSAUS
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