Dos centenares de cubanos solicitantes de asilo permanecen retenidos en la
sala 3 de inadmitidos en frontera del aeropuerto madrileño de Barajas, adonde
llegaron el pasado fin de semana. La mayoría, 123, procedían de un vuelo La
Habana-Moscú que aterrizó en Madrid el domingo. Se trata de la llegada de
solicitantes de asilo cubanos más numerosa desde que, en los primeros días de
este año, arribaran otros 150.
Fuentes policiales consideran 'muy probable' que aunque el Gobierno no les
reconozca como asilados políticos les permita entrar en España 'por razones
humanitarias' tal y como ha hecho en casos anteriores. Al ser tantos ha habido
que habilitar otras dependencias para acogerles ya que la sala 3 tiene solo 100
plazas.
Ariel González, de 29 años, es uno de estos inmigrantes. Maestro panadero,
se marchó de Cuba porque, según asegura, 'no tenía trabajo y ya me estaban
fastidiando desde que mi padre, militar, decidió marcharse a Estados Unidos'.
'Llegué a Barajas el viernes con mi mujer y sus dos hijas y estamos recibiendo
un trato bueno. No tengo papeles para entrar en España, pero me va a ayudar un
abogado', explica.
El Colegio de Abogados de Madrid, con un turno de oficio para asistir a los
asilados e inmigrantes inadmitidos en Barajas,denuncia que la entrada por
razones humanitarias que el Gobierno está concediendo a los cubanos 'les crea
una enorme indefensión jurídica': les da 60 días para regularizar su situación
en España, un plazo insuficiente para cumplir cualquier trámite de extranjería,
por lo que al finalizar el plazo se convierten en ilegales.
La llegada de cubanos a Barajas se ha triplicado. De las 3.273 peticiones de
asilo tramitadas en el aeródromo en 2001, el 90% eran de ciudadanos de ese país.