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 LOS CUBANOS ANTE EL 11 DE SEPTIEMBRE

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Si no tiene vergüenza por lo menos use la cabeza.

 

Si no tiene vergüenza por lo menos use la cabeza. Eso hay que decirle a tanto exiliado aprovechado y sensual que como dijo tan bien Roberto Solera en las páginas de La Nueva Cuba, van a la isla con toda clase de excusas pero en realidad lo hacen para satisfacer sus apetitos de lujuria terminal como viejos cagalitrosos o para figurar como ricachones de mentirita. Y digo que usen la cabeza si no tienen vergüenza porque "señores viajeros de placer" después de lo ocurrido el 11 de Septiembre en New York está claro que el totalitarismo político y el religioso se dan la mano según sabemos los cubanos más que de sobra y según nos ha ratificado Castro con sus declaraciones en más de una ocasión. Pero los cubanos sabichosos que se las saben todas se creen que pueden jugar en tres equipos: el de Estados Unidos, el de Castro cuando lo subvencionan, y el suyo propio, el de Cheo Barín que es un "bicho" y se come la mazorca en tecnicolor. Uno de esos sabichosos me dijo un día que ahora era cuando estaban buenas las cosas para ir a Cuba porque cuando se cayera Castro todo iba a estar lleno ya que entonces mucha gente acudiría.

No hay mejor resumen de una mentalidad que maneja un egoísmo tan sensual como profundamente estúpido.

Porque si Castro y comparsa pudieran hacerlo se lanzarían contra este país, aliados a quien sea y tratarían de llevar como comparsa a cuanto Chavez y demás satélites puedan alistar.

Por ahora la proximidad los hará alterar su comportamiento según las circunstancias y recurrirán a cuanta hipocresía sea necesaria. Es parte del diseño.

Pero a la hora buena señor viajero de placer irán al grano, irán al corazón de lo que le da a usted los recursos para ir a Cuba como don Juan con bombita o de joven disfrazado de Warren Buffet pero sin los billones. Irán a fondo contra su estilo de vida y contra lo que lo produce o sea, este país. De modo que despierte señor egoísta. Si no tiene vergüenza por lo menos use la cabeza, porque esto pica y se extiende y se va a poner muy complicado. Si no lo sabía entérese, cuando le metamos mano a los terroristas del Medio Oriente el asunto de la energía se va a complicar bastante y Venezuela provee el 40% del petróleo importado por Estados Unidos. De modo que calcule: bronca en el medio Oriente y suministrador cercano amigo de Castro. Mal negocio verdad? Y para colmo, calcule que de salida el vejete amoral es capaz de todo por aquello de que "después que yo me muera el mundo no tiene derecho a existir." ¿Y es usted tan cretino que no se da cuenta de nada?

Si usted no tiene moral y nada mas piensa en "menda" por lo menos no sea bruto, es mejor que en vez de gastar su dinero en Cuba, aumente su cuenta de ahorro, deje cesante a la queridita e invierta en un negocio, o pague la hipoteca. Todo eso es positivo para la economía porque las queriditas como consumidoras que son resultan improductivas. Y si ayuda a la economía de aquí ayuda a su causa. Porque si sigue como va, se anda usted comprando la proverbial soga para su propio pescuezo.

Los que tengan que ir a despedirse o a ayudar a seres queridos, enfermos etc. son harina de otro costal. Es deber de humanidad. Afortunadamente son parte casi siempre de la inmensa mayoría que consideran los viajes como una debilidad nostálgica fomentada hábilmente por el régimen que con frecuencia degenera en vicio. Y la otra categoría que falta, la de los viajeros de placer irreflexivos, entérense: están haciendo un triste papel: no hay vuelta de hoja, subvencionan a su verdugo.

Incorporémonos pues de lleno a esta lucha en que van a entrar los Estados Unidos. Vale la pena hacerlo. Es la libertad contra la tiranía y el fanatismo. Ambos males los hemos experimentado los cubanos. Instruyamos a nuestros amigos americanos respecto al peligro cercano cosa que no podemos hacer manteniendo una actitud ambivalente. El problema cubano ha cambiado completamente de dimensión. Empezó a complicarse, en forma imposible de resolver por los cubanos, como consecuencia de un problema entre potencias que aprovechó Castro. Y va a tener su desenlace como consecuencia de un problema internacional de gran envergadura. Saldrán a relucir las conexiones castristas con todo este aparato terrorista y Castro amenazará como ya lo ha hecho y recibirá su merecido. El problema cubano no se va a resolver a fondo sino con una derrota en regla del sistema. ¡Ayude a derrotarlo, no lo subvencione!

Alberto Luzárraga

12 de septiembre de 2001