PABLO MILANÉS • CANTAUTOR
"Cuba es una enorme fábrica de talento musical"
MAURICIO VICENT, La Habana
Pablo Milanés (C. Manuel).
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Pablo Milanés está mejor que nunca. A sus 57 años,
el legendario cantautor cubano está dedicado en cuerpo y alma a
su hijo pequeño, Antonio, que va a cumplir nueve meses, y a su nuevo
disco, en el que canta a dúo con 19 artistas de primera fila. La
segunda parte de Querido Pablo esta siendo una locura, pues Milanés
debe acomodar su voz a dejes y estilos tan diferentes como los de Stevie
Wonder, Peter Gabriel, Caetano Veloso, Joaquín Sabina, Juan Luis
Guerra o Pancho Céspedes. En su casa de La Habana, donde suenan
a todo volumen las primeras canciones terminadas del disco, Pablo habló
de su último proyecto y del actual momento que vive la música
cubana, más allá del boom y modas coyunturales.
Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de hacer
una segunda parte de Querido Pablo?
Respuesta. En 1985 Víctor Manuel tuvo la idea de convocar
a una serie de artistas y amigos para hacer un disco con temas míos
en el que cantaríamos a dúo. La única condición
que yo puse es que se dedicara él a coordinarlo, y la respuesta
fue sorprendente: en menos de 24 horas, Víctor tuvo el sí
de Serrat, Chico Buarque, Silvio, Mercedes Sosa, Aute y otros muchos. El
disco fue un éxito, ha sido mi disco más vendido, y quince
años después mi empresario para la giras en América
Latina, Felipe Radrigán, me propuso repetir la aventura. Mi condición
para aceptar fue la misma que le puse a Víctor Manuel.
¿Quiénes participan ahora?
Bueno, la respuesta otra vez fue increíble, son muchos. De Argentina
están Fito Páez, Charli García y Alberto Cortez; de
Chile, Illapú, que cantan Yolanda; de Perú, Tania
Libertad; de Venezuela, Soledad Bravo; de Santo Domingo, Juan Luis Guerra.
También están el guatemalteco Ricardo Arjona y los mexicanos
Armando Manzanero y Eugenia León. De Brasil, Milton Nascimento,
Caetano Veloso y Gal Costa; de Puerto Rico, Lucecita Benítez; de
Cuba, Pancho Céspedes, y de España, Joaquín Sabina;
de Estados Unidos, Harry Belafonte y Stevie Wonder, y de Gran Bretaña,
Peter Gabriel.
¿Qué canciones cantan Stevie Wonder y Peter Gabriel?
¿Los conocía personalmente?
No, no los conocía, ni ellos mis canciones. Les enviaron una
muestra de mi obra y dijeron que querían participar. Stevie Wonder
cantará, en inglés y en español, El breve espacio
en que no estás. Se hizo para él una versión en
Braille, que grabará en Los Ángeles; probablemente yo estaré
allí en ese momento. La canción de Peter Gabriel es Si
ella me faltara alguna vez.
¿Todos son viejos temas suyos?
Viejos y nuevos. En el disco están recogidos 25 años de
mi discografía, desde el primer LP, La vida no vale nada
(1976), hasta el último, Días de gloria . La única
letra que no es mía es La Magdalena , que es de Joaquín.
Yo compuse la música para esta canción que está en
su último trabajo, 19 días y 500 noches.
¿Cómo se las ha arreglado para grabar con toda esta
gente y que el disco tenga unidad?
Cada uno ha grabado en su país. En la mayoría de los casos
yo me he desplazado al lugar. A diferencia del primer Querido Pablo,
en el que el tono de los participantes se acomodaba a mi voz, en esta ocasión
he querido que el protagonismo lo tuvieran los invitados. Cada artista
ha interpretado su canción libremente y luego yo me he aclopado
a su estilo. Esto ha sido la mayor dificultad, pues son estilos muy diferentes.
Sobre la unidad, todos los arreglos los ha hecho el violinista de mi grupo,
Dagoberto González, que ha hecho un trabajo excepcional, y todos
los temas se han masterizado en los estudios PM de La Habana.
¿La música cubana está en un buen momento o
su actual auge de debe sólo a coyunturas del mercado?
La música cubana no es una simple moda, es un movimiento en desarrollo
continuo. Cuba es una enorme fábrica de talentos. En las noches
de La Habana, cuando voy a un club de salsa y a escuchar jazz a La Zorra
y el Cuervo, me asombro de ver muchachitos de l5 o 20 años tocando
como unos virtuosos. No se trata de que de vez en cuando salga un genio;
es mucho más, es todo un movimiento y de una calidad espectacular.
¿A qué cree que se debe?
Por un lado, es un movimiento espontáneo que tiene que ver con
la gran tradición musical de Cuba, que no decae. Por otro, existe
toda una estructura de escuelas de arte y de música de donde sale
una gran cantidad de artistas de talento.
¿No cree que el actual boom de la música cubana
es contraproducente?
Igual que se saturó el mercado de música electrónica,
yo creo que se va a saturar el mercado de música acústica.
El mercado no lo rigen las personas, lo rigen las transnacionales, que
se van a llenar el saco hasta que se agote la fórmula. Eso es lo
que están haciendo ahora, aparecieron cuatro viejos trovadores que
cantaban canciones tradicionales, fueron aupados a través de la
película de Wenders y ahora han aparecido 500 viejitos y dos mil
o tres mil jóvenes más imitando a los viejitos, porque ésa
es la formula que da dinero y que las multinacionales explotarán
hasta que no de más. Pero indudablemente dentro de dos años
la saturación va a ser grande y este boom se va a agotar.
¿El fenómeno de Buena Vista Social Club ha sido bueno
para la música cubana?
Yo creo que sí. Indudablemente, Buenavista nació de una
calidad, de una expresión genuina que fueron estos viejos trovadores.
Independientemente de las manipulaciones económicas y comerciales,
se ha producido un reconocimiento público general de la música
cubana que beneficia a todos nuestros músicos.
¿Cómo es posible que, teniendo la calidad que tiene,
sólo ahora se reconozca la música cubana?
Creo que por dos razones fundamentales: una es que en Cuba hasta ahora
no existió la intención de parte de las autoridades culturales
de difundir la música al nivel que se exigía para que se
conociera internacionalmente. Es cierto que no existían los medios
para realizar una promoción con un artista como la que se ha realizado
con los intérpretes del Buenavista, pero tampoco había la
intención. Si ese trabajo se hubiera realizado como una política
cultural desde los años sesenta, se hubiera tenido un resultado,
y no se hizo. Por otro lado, el bloqueo también tocó a la
cultura cubana. La música cubana fue bloqueda y se inventó
en su lugar una expresión -por cierto, de calidad- llamada salsa
que inundó el mercado internacional. Solamente cuando se agotó
esta fórmula se empezó a conocer la música cubana.
¿Existe el riesgo de que la actual moda de la música
cubana lleve a los artistas a perder calidad por tirar a lo comercial?
No, realmente no lo veo. Los músicos cubanos tienen una formación
tan sólida y tan caracterizada que yo creo que no hay desvío
en este sentido. Aunque se hagan determinadas concesiones a lo comercial,
los músicos cubanos siguen teniendo la misma calidad, las mismas
miras y respeto hacia lo que saben y hacia lo que aprendieron. Creo que
esto es demasiado fuerte. La música cubana tiene tan pocas lagunas,
tiene tanta calidad en todos sus géneros que es muy difícil
hacer música cubana mala, tanto en su ritmo como en su melodía.
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