El poeta
cubano José Mario muere en Madrid
ROGER SALAS |
Madrid
El poeta y escritor cubano José Mario Rodríguez (La Habana, 1940) murió
anteayer en su casa de Madrid tras una larga enfermedad. Le encontró, ya
fallecido, su amigo y colaborador, el pintor cubano Waldo Balart.
Mario es una de las figuras imprescindibles de la poesía cubana de la
segunda mitad del siglo XX. Fundador de las ediciones El Puente, en torno suyo
se nucleó la 'generación de los novísimos'. El Puente sobrevivió hasta 1966,
en que se clausuró por orden de Fidel Castro 'por su contenido inmoral' tras la
visita a La Habana, en 1965, de Allen Ginsberg, que entabló amistad con Mario,
quien fue detenido e interrogado 17 veces hasta que en 1966 ingresó en la UMAP
(Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de internamiento de donde
salió nueve meses más tarde por la intervención de varios intelectuales,
entre ellos Nicolás Guillén.
A fines de 1967 emigra a España, y comienza la ingente labor de reeditar El
Puente en el exilio, hace revistas y organiza tertulias de poesía. Siguió
publicando sus poemas e interesándose por los escritores cubanos, de quienes
hizo varias importantes antologías. Escribió teatro para niños y deja
inédita una novela. En No hablemos de la desesperación (Madrid, 1970)
escribió estos versos: 'Estoy tan solo como la muerte / Haberlo comprendido me
ha hecho poderoso'.
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