Cualquiera que sean las fases de Elián, ese niño que
parece poder andar sobre la tragedia sin dañarse, siempre quedará
como enigmática la facilidad con que sectores de la sociedad americana
aceptaron la ecuación planteada por el gobierno cubano: de que todo
se refiere a un padre que quiere rescatar al hijo secuestrado por malhechores
exiliados. La oscura magia castrista esfumó a la madre que murió
tratando de salvar a su hijo. En Castrolandia, el machismo reina. La Federación
de Mujeres Cubanas nunca discute problemas femeninos, sino cómo
mejor servir al comandante en jefe. Las mujeres apenas si aparecen en los
cuadros de mando. En el norte también parece que se acata el rito.
Sobre todo si viene acompañado por una amenaza de nublar con balseros
al mar. Como dijo Janet Reno, sin que una sombra de emoción afectara
sus palabras, cada día que pasa es un día más que
está el padre sin su hijo.
Luis Aguilar LEON (26 mar. 2000)
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