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Lunes 
8 noviembre 
1999 - Nº 1284

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INTERNACIONAL
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CARLOS LAGE • VICEPRESIDENTE DEL CONSEJO DE MINISTROS DE CUBA 
"EE UU trata de sabotear la cumbre de La Habana" 

MAURICIO VICENT, La Habana 
 
Carlos Lage, en un momento de la entrevista,
en La Habana (P. Ibarra).
¿Qué se puede esperar de Cuba? Nadie mejor que Carlos Lage para responder a esta inquietud en vísperas de la IX Cumbre Iberoamericana en La Habana. Desde que desapareció el campo socialista, Lage ha sido el principal responsable de la economía cubana y uno de los cerebros de las reformas y cambios introducidos en la isla. No acepta que haya habido un "parón" en el proceso de reformas, aunque admite que Cuba no desea impulsar la propiedad privada. Para él, los disidentes no son tales, sino sólo "traidores aliados al enemigo que agrede a Cuba". Aún así, dice que si los presidentes iberoamericanos desean verlos durante la cumbre de La Habana, Cuba no pondrá restricciones.

 

Pregunta. A muchos cubanos les preocupa cómo será su país dentro de 15 años, política y económicamente hablando. No se lo imaginan. Quizás los presidentes iberoamericanos que participarán en la próxima cumbre de La Habana también quieran saberlo. ¿Qué les diría?

 

Respuesta. Dentro de 15 años tendremos en Cuba un sistema socialista todavía más fuerte, más organizado, más justo. Pero se habrá multiplicado por 15 el resultado de estos últimos años. A partir de 1995, la economía comenzó a recuperarse y ya el pasado semestre creció un 6,1%. En este tiempo se ha fortalecido además la confianza del pueblo en la revolución y en el futuro.

 

¿Qué modelo quieren para la Cuba del siglo XXI? ¿Habrá espacio algún día para los partidos políticos, la economía de mercado, las elecciones...? 

Sin duda, un modelo político socialista, un sistema de partido único, un sistema que por ser socialista puede garantizar la más amplia democracia y los derechos humanos a toda la población. En nuestra opinión, la democracia no está asociada al pluripartidismo, sino a la amplia participación del pueblo en la toma de decisiones sobre su futuro y a un sistema de justicia e igualdad social.

 

¿Cuba haría reformas políticas de calado si terminase el embargo y se normalizasen las relaciones con EE UU? 

Cuba no va a renunciar a sus principios, con bloqueo o sin bloqueo.

 

Muchos políticos piensan que el embargo es la mejor justificación de Cuba para no moverse. 

Si el bloqueo es el pretexto para justificar nuestros problemas, pues que levanten el bloqueo. Nosotros tenemos cerrado el acceso al primer mercado del mundo, tenemos prohibido el acceso a fuentes de financiación de mediano y largo plazo y tampoco pueden viajar a Cuba los turistas norteamericanos, que son el 70% del turismo que visita el Caribe. Es fácil suponer que si no existiese el bloqueo la situación mejoraría notoriamente

 

Se dice que en Cuba no hay socialismo, sino fidelismo. Fidel Castro es el referente histórico de la revolución y aún hoy las principales decisiones políticas y económicas pasan por él. ¿Es posible una Cuba como la de hoy después de Fidel Castro? 

Si, y tenemos tiempo para pensar porque la salud de Fidel es excelente. Fidel es más que un referente histórico, es el padre de la independencia del país y el que ha conducido al país a lo largo de 40 años con una infinita consagración. Su obra es la obra de la revolución y ésta es precisamente la que garantiza que se pueda sostener el sistema sin su presencia.

 

En cualquier caso, ¿a quién vislumbra usted con carisma suficiente para sustituirle? 

Al pueblo y al partido.

 

Hombre, ya. Pero entre ellos, quizá usted... 

Francamente, no.

 

El presidente cubano denunció el lunes una conspiración de EE UU para sabotear la cumbre de La Habana utilizando a la disidencia. ¿En qué consiste concretamente? ¿Hay pruebas? 

Nosotros sabemos que la sección de intereses de EE UU en Cuba ha estado instruyendo a determinados grupos de personas para que se organicen, se reúnan, soliciten entrevistas, hagan manifestaciones públicas durante la cumbre. Parte lo explicó Fidel en su comparecencia, pero sabemos más cosas. Por nuestros amigos conocemos también que determinados sectores del sistema político norteamericano han hecho presiones sobre presidentes latinoamericanos para que no asistan, o para que, si lo hacen, se reúnan con estas personas. Todo forma parte de una misma guerra.

 

A la cumbre faltarán cinco presidentes, tres de ellos por desacuerdo con el sistema político cubano... 

Y dos por un conflicto con España.

 

¿Cómo va a lastrar la cumbre estas ausencias? 

Ha habido ocho cumbres y sólo en dos han estado todos los presidentes. Así que el hecho de que a ésta no asista un número de presidentes no es una circunstancia nueva. Las cumbres son importantes porque hacen conciencia, permiten hacer análisis, sirven para que se conozcan y hablen los presidentes, contribuyen al camino de la integración latinoamericana. Por eso ninguna ausencia pueda lastrar este tipo de encuentros y sus resultados.

 

Algunos presidentes se reunirán en Cuba con los disidentes. Entre ellos Aznar. 

No he leído ninguna declaración de Aznar en la que lo diga. Pero la cuestión es otra. Nosotros sabemos que no se trata de disidentes, sino de asalariados de la Sección de Intereses de EE UU. Éste no es un país de cuatro disidentes, sino de 11 millones de habitantes que sufre un bloqueo desde hace 40 años. Un grupo de personas recibiendo instrucciones del Gobierno del país que sostiene ese bloqueo no son disidentes, sino traidores a la patria. Y a lo largo de la historia la traición ha sido severamente condenada. Nosotros hemos sido excepcionalmente condescendientes con estas personas. Ésa es nuestra interpretación.

 

¿Los presidentes van a tener libertad para reunirse con ellos? 

Todo el que viene a Cuba tiene libertad. Aquí no le ponemos restricciones a nadie. Otra cosa es nuestra apreciación sobre esas personas y esos grupúsculos.

 

Si esas personas tratan de manifestarse o de entrevistarse con los presidentes en el marco de la cumbre, ¿serán detenidos? 

Todo el que viole nuestras leyes y todo el que trate de obstaculizar o interrumpir la cumbre siguiendo instrucciones de la Sección de Intereses de EE UU puede ser detenido. Como en cualquier país del mundo.

 

¿Es sana una sociedad en la que desde hace 25 años hay unanimidad en el Parlamento? 

Sí, lo es. Porque esos diputados son en su mayoría hombres humildes del pueblo, obreros, intelectuales, campesinos, dirigentes del partido y de las organizaciones de masas, y todos han sido elegidos por el pueblo, no han tenido que hacer una campaña electoral como la de EE UU, en la cual si no recaudas millones no tienes ninguna posibilidad. Nuestro sistema político no da espacio a ambición, la rivalidad, el regionalismo ni al enriquecimiento, y en esas condiciones puede haber unanimidad al poner encima de todo los intereses de la nación y del pueblo.

 

¿Cuándo serán excarcelados los cuatro disidentes por los que tantas personalidades del mundo se han interesado? . 

A mi juicio tienen suficiente razón para cumplir íntegra la pena a la que fueron condenados, que pudo haber sido mayor.

 

El nuevo comisario europeo, Paul Nilsen, se ha pronunciado por reducir la ayuda humanitaria a Cuba si no hay avances en temas políticos. 

Nosotros no aceptamos condicionamientos ni en la ayuda humanitaria ni en las relaciones económicas, ni de Europa ni de nadie. Creemos que los condicionamientos no son la forma civilizada y justa en que se deben basar las relaciones entre los Estados.

 

¿Qué piensa Cuba de la posición común europea hacia la isla, aprobada hace ahora tres años? 

Creo que la posición común supuso un retroceso en las relaciones entre Cuba y la UE. Esa posición es discriminatoria con Cuba, pues establece una política de condicionamiento sujeta a revisiones cada seis meses, es el único país, además de que Cuba es uno de los pocos países que no tiene un acuerdos de cooperación con la UE. Creo que no hay justificación para la posición común y espero que en algún momento se superará esta etapa.

 

El convenio de Lomé, en cuya negociación Cuba participa como observador, hay una cláusula de "buena gobernabilidad". ¿Están dispuestos a firmarla, o se conforman con su status de observador? 

Las cláusulas que tiene hoy el acuerdo de Lomé no tienen nada que nosotros tengamos que rechazar. La nueva de "buena gobernabilidad", en principio, tampoco. Si buena gobernabilidad es un Gobierno consagrado a su pueblo, eso lo tenemos. Si significa un Gobierno democrático y sin corrupción, también. Ahora, si se quiere interpretar selectivamente o contiene elementos que supusiesen una injerencia interna, no estaríamos de acuerdo.

 

Cuando lo entrevisté en 1995 hablamos del trabajo por cuenta propia y de la pequeña empresa privada. En aquella ocasión dijo que aunque las pequeñas y medianas empresas (pymes) no eran una prioridad eran algo posible y conveniente. Hoy no hay pymes y la cifra de los que ejercen el trabajo privado ha disminuido de 190.000 a 150.000. ¿Por qué se han frenado estas reformas? 

La disminución del trabajo por cuenta propia es el resultado del mejoramiento de la situación económica y del mayor ordenamiento de esta actividad. El trabajo por cuenta propia fue una decisión que tomamos en su día porque complementaba determinados servicios o actividades a donde no llegaba el Estado y era una fuente de empleo y de ingreso para los trabajadores en un momento de grave crisis. Sucede que hoy hay más orden y más ofertas que hace cuatro años. Nosotros no hemos cerrado esa posibilidad. Sobre las pymes, nosotros estamos impulsando la pequeña y mediana empresa, pero estatal. Debe quedar claro que nosotros no vamos hacia un proceso de estimulación de la propiedad privada, sino de la propiedad estatal. 

 
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