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Martes  
12 octubre  
1999 - Nº 1257 

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INTERNACIONAL 
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La religión en Cuba 

 

La Iglasia y el Estado 

 

Revista de prensa 

 

Cientos de judíos cubanos llegaron en secreto el año pasado a Israel  

Felipe González y la hija de Zapata colaboraron en la operación  

FERRAN SALES, Jerusalén  
Alrededor de 400 ciudadanos cubanos de religión judía llegaron el pasado año secretamente a Israel, según han confirmado ahora organizaciones judías. La operación pudo llevarse a término gracias a la mediación de diversas personalidades internacionales, entre ellas el ex presidente del Gobierno español Felipe González y Margarita Zapata, hija del revolucionario méxicano, ambos amigos personales de Fidel Castro. En los próximos meses se espera la llegada de otro grupo de 200 judíos cubanos.  

Los 400 miembros de la comunidad judía en Cuba llegaron a Israel a través de Canadá, gracias a una meticulosa operación que empezó a ser diseñada hace cinco años y que los servicios de seguridad hebreos han mantenido en el más estricto de los secretos. La mayoría de los recién llegados hasta ahora son estudiantes y parejas jóvenes, que encontraron su primer refugio en un kibutz -granja comunitaria agrícola-, en la localidad de Askhelón, cerca de Tel Aviv. 

 

La presencia de este contingente de cubanos se vio precedido por la aparición en Israel de otros grupos similares, aunque menos numerosos, que también consiguieron pasar inadvertidos, contando para ello con la protección de las autoridades hebreas y de una rígida censura, que prohibió a los medios de comunicación locales difundir cualquier dato por miedo de hacer fracasar todo el operativo. 

 

La Agencia Judía, responsable de las operaciones de retorno de la comunidad judía a Israel, contó para llevar a termino la operación con la ayuda del ex presidente español Felipe González y de Margarita Zapata, la hija judía del revolucionario mexicano Emiliano Zapata, ambos amigos personales de Fidel Castro, según reveló ayer a una radio de Tel Aviv Zapata, actualmente residente en París. 

 

"Yo hablé con las autoridades cubanas con respecto al tema. Pero, de todas maneras, el comandante Fidel Castro había ya tomado una decisión al respecto, y que todo ciudadano cubano que quisiera emigrar hacia cualquier país podría hacerlo si tenía sus documentos en regla", recordaba Zapata. 

 

La intervención de Felipe González fue confirmada por uno de los protagonistas del operativo, Monica Pollack, secretaria de Asuntos Sociales del partido de izquierdas Meretez, quien aseguró haberse dirigido al líder socialista español para tratar de acelerar la salida de La Habana de una familia judía; la familia de Moisés Asís, quien se encuentra ya en Israel. 

 

La determinación de Castro de permitir el viaje a Israel ha sido interpretada en medios políticos como un intento del dictador por reconciliarse con la poderosísima comunidad judía de EE UU, tratando así de conseguir poner fin al bloqueo decretado por la Casa Blanca. 

 

Castro mantuvo a principios de la revolución excelentes relaciones con Israel, contando para ello con la mediación de un asesor, Ricardo Wolf, de religión judía, que puso su fortuna personal al servicio de los revolucionarios y que se convirtió en el primer embajador de Cuba en Tel Aviv. La luna de miel entre la Cuba revolucionaria e Israel se rompió abruptamente en 1973, cuando el Gobierno judío apoyó la decisión de bloqueo a la isla. 

 

A pesar de la ruptura de relaciones diplomáticas, Cuba e Israel han ido tejiendo en los últimos cinco años una tupida red de intereses y vínculos comerciales, culturales y sociales. Este entramado hizo posible hace tres años que el ministro de Agricultura y Pesca cubano visitara Israel, aunque se apresuró a asegurar que se trataba de una "visita personal". La visita del emisario de Castro a Israel coincidió también con el desembarco de un grupo de empresarios israelíes en Cuba. 

 

La amistad entre estos dos países está representada por una asociación de Amigos de Israel y Cuba, que preside Ioram Goyansky, esposo de una diputada del partido comunista israelí Hadas, promotor de esa manifestación que cada 26 de julio -aniversario del asalto al Cuartel de Moncada- se celebra en Tel Aviv, frente a la Embajada de EE UU para pedir el fin del bloqueo. En la actualidad, la comunidad judía en Cuba supera las 1.500 personas. 

 
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