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Sobre el texto de un miembro de
la logia masónica Redención, Pedro Figueredo Cisneros,
inspirándose en La Marsellesa - canto revolucionario de todos
los hombres del mundo de ideas progresistas - el himno nacional cubano,
armonizado e instrumentado por Manuel Muñoz Cedeño, fue compuesto
entre el 13 y el 14 de agosto de 1867. Lo cantó por primera vez
el 20 de octubre de 1868 el pueblo de Bayamo, cuando fue tomada la ciudad.
La versión actual de La Bayamesa de Pedro Figueredo que conocen todos los cubanos y que fue refrendada por le Ley de los Símbolos Nacionales de 1893 es la que Martí publicó el 25 de junio de 1892 en su periódico Patria armonizada por Emilio Agramonte y revisada en 1898 por Antonio Rodríguez Ferrer. |
Al combate corred, bayameses,
que la Patria os contempla orgullosa. No temáis una muerte gloriosa, que morir por la Patria es vivir. En cadenas vivir, es vivir
No temáis; los feroces iberos
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Cuba libre; ya España murió su poder y orgullo do es ido. ¡Del clarín escuchad el sonido, a las armas valientes corred! Contemplad nuestras huestes triunfantes
¡Cuba libre! podemos gritar
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