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Lunes
15 noviembre
1999 - Nº 1291

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La mano de Castro

EDUARDO HARO TECGLEN

Cuba, de patronos criollos, esclavos negros, algún indio superviviente de la matanza, se independizó de España y cayó en Estados Unidos, que puso en el poder a sus gobernadores -Brooke, Wood-, a sus gángsteres -Lucky Luciano-, orden a tiros en prostíbulos, alcohol y droga; y los títeres criollos que quiso: Machado fue uno de aquellos canallas, Batista otro de los asesinos. Y en esto llegó Fidel. Un chico de los jesuitas al que combatieron las fruteras y azucareras, los ricos hacendados, los gángsteres. Se refugió en el comunismo. La URSS le utilizó contra Estados Unidos, los revolucionarios americanos como modelo, el Tercer Mundo creyó en Castro como en Tito, o Nehru, y EE UU destruyó el Tercer Mundo, puso caudillos, y demócratas crueles: cercó a Cuba. El cerco de la URSS desde 1917 dio buen resultado: consumió el bolchevismo, lo convirtió en "comunismo de guerra" o en "comunismo en su solo país": lo rusificó. El comunismo se hizo horror.

El bloqueo de Cuba también ganó: al caer el comunismo en Rusia, al transformarse en China, la revolución cubana se fue anquilosando. Muchos grandes revolucionarios cubanos se fueron, se suicidaron, se pasaron por venganza al imperialismo, o a la guarida de Miami. La revolución se esclerotizó en tópicos de "Patria o muerte". Encarceló, fusiló. No tanto como en las dictaduras o en las democracias implantadas: no como en Chile o Argentina o Haití, ni como en Colombia, Perú, México, Brasil. Liberó clases sociales, suavizó el racismo, multiplicó la cultura, creó científicos. Repartió la pobreza, administró el bloqueo. Pero no puede sobrevivir. Ni pactar: los otros lo quieren todo: como fue antes. No un acuerdo, una salida: todo. Tienen razón: está al alcance de sus manos. En cuanto Castro muera. Castro envejece más de lo corriente: quizá no esté ya en condiciones mentales de seguir, pero sigue. Sus gentes están condenadas a la pérdida de todo: aguantan.

Yo creo que cuanto antes se pacte, mejor: pero el tiempo es anticastrista, y el enemigo espera. El enemigo ha destrozado la Conferencia Iberoamericana que empieza en La Habana: la rompen en nombre de Pinochet y de los militares asesinos de Argentina, sin pretextos: fascismo contra comunismo. Y en nombre de Lucky Luciano heredado por la CIA. Quieren convertir la Conferencia en centro de agitación reaccionaria: puede que Aznar dirija ese pelotón. Ah, por fin ha ido el Rey: supongo que le honrará dar la mano al viejo revolucionario perdido, como ya honró al Papa.

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