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Que Cuba se abra a Cuba
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 Don Juan Carlos dice que desea volver a la isla cuando «Cuba se abra a Cuba» 

LA HABANA. L. Ayllón/E. Serbeto, enviados especiales 

Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron en la noche del martes al Hotel Habana
Libre nada más concluir las sesiones de la IX Cumbre Iberoamericana y momentos
antes de emprender regreso a Madrid. Junto a ellos llegaron el presidente del
Gobierno, José María Aznar, y su esposa, así como los ministros Abel Matutes y
Josep Piqué, y el embajador español, Eduardo Junco.

La entrada en los salones donde se habían congregado los españoles invitados
hizo que éstos prorrumpieran en un fuerte aplauso, una muestra de cariño con la
que una y otra vez interrumpirían después el discurso del Rey. Los gritos de
«Viva el Rey» y «Viva España», así como «España, España» se sucedieron hasta
que comenzó sus palabras. El Rey, emocionado por el recibimiento, abrió su
discurso afirmando: «Desde hace muchos años hemos tenido este momento en
nuestro corazón. No creáis nunca que habéis estado olvidados o que vuestra
labor y vuestra dificultad ha sido ignorada». Y añadió: «Desde siempre hemos
tenido, aunque parezca una paradoja, nostalgia de este país que no conocíamos».

Don Juan Carlos agradeció el orgullo con que se guarda la identidad y la
historia de España y la forma en que se tiene a nuestro país como referencia.
El Monarca elogió el esfuerzo de los españoles que trabajan en Cuba, entre los
que tuvo una especial mención para los 600 religiosos, así como para los
empresarios españoles en Cuba.

CONSEJO

Más adelante, subrayó que España es hoy «un país moderno, firmemente anclado en
los centros de dirección política y económica más importantes del mundo». Y a
continuación añadió, en lo que puede ser interpretado como un consejo para
quienes gobiernan en Cuba: «Hemos conseguido llegar a esta posición gracias al
esfuerzo de todos los españoles, unidos en un empeño común en el respeto de
todos los derechos humanos, basado en la libertad y en una democracia verdadera
que ha hecho posible la reconciliación».

El mensaje del Rey al dejar La Habana se hizo más explícito todavía con sus
palabras finales. Aun consciente de que las autoridades españolas consideran
que no se dan todavía las condiciones para su viaje oficial a Cuba, Don Juan
Carlos no dejó de alimentar las esperanzas de que esa visita se pueda producir,
y dijo: «Nos vamos de Cuba pensando en volver, seguros de que a esta tierra, a
esta gente magnífica, llegará muy pronto ese futuro de paz y concordia que
deseamos para todos sus hijos. Un futuro al alcance de la mano. Un futuro de
encuentro y de cercanía. Un futuro en el que Cuba se abra a Cuba. Las
circunstancias son favorables. Las soluciones han de ser generosas». Las
palabras del Monarca invitaban al régimen castrista a tener en cuenta también a
quienes disienten de él, a buscar el diálogo con los opositores para construir
juntos el porvenir de Cuba, tomando como base los principios democráticos.