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1999 - Nº 1287

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Incidente entre castristas y disidentes antes de la Cumbre Iberoamericana de La Habana 

La oposición había convocado una marcha en solidaridad con los presos políticos 

MAURICIO VICENT, La Habana 
La primera escaramuza entre disidentes y partidarios del Gobierno de Fidel Castro se produjo ayer en la barriada habanera de Lawton. Fue un incidente menor, pero representativo de lo caliente que resultará el asunto de la disidencia durante la IX Cumbre Iberoamericana, los días 15 y 16 en la capital cubana. El alboroto ocurrió cuando centenares de vecinos, fornidos hombres de civil y hasta jóvenes estudiantes se congregaron en el parque Dolores, donde varios grupos de oposición habían convocado a la misma hora una marcha por los presos políticos. Sólo aparecieron un par de presuntos opositores, que fueron acallados con golpes y gritos de "viva Fidel" cuando trataron de hablar con periodistas extranjeros. 
 
Ciudadanos de La Habana zarandean, 
ayer, a un miembro de la oposición (Epa).
Lo sucedido es muestra tanto del protagonismo y actividad que quiere desplegar la disidencia aprovechando la caja de resonancia de la cumbre, como de la estrategia que piensan seguir las autoridades ante los actos que convoque la disidencia: que sea la "espontánea reacción de la población" y no la policial.

 

"Las calles son del pueblo y de los revolucionarios, no de los traidores pagados por EE UU", gritaba durante la gresca en el parque Dolores una señora muy militante y obesa, que llegó a dar un manotazo al disidente y empujones tremendos a varios periodistas, entre ellos el que escribe. Al final no hubo marcha y más bien la concentración disidente fue una fiesta para los estudiantes de la escuela Secundaria Raúl Cepero Bonilla, cuyos profesores combinaron música y arengas patriótica y antimperialistas mientras en el otro extremo del parque se soliviantaban los ánimos. "A nosotros nos han traído porque dijeron que había un acto contrarrevolucionario", dijo una de las jóvenes.

 

La manifestación frustrada es sólo el primero de una serie de actos convocados por la disidencia estos días. Ayer por la tarde otro grupo había convocado una rueda de prensa, mientras que el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, anunció que el viernes se celebrará un gran cónclave de cien grupos de disidentes en una alejada barriada habanera -una especie de Concilio Cubano-, que serviría para fomentar la unidad entre los grupos opositores.

 

"Esa reunión será histórica, tanto si se nos permite hacerla como si no", dijo Sánchez. El disidente opinó que, en caso de que pueda celebrarse esto será "un hito" y se ganará un "importante espacio" político. En medio de esta inusual actividad opositora, las autoridades, que hasta ahora ha sido muy medidas en su respuesta -en las últimas semanas se han producido algunas detenciones de disidentes, la mayoría de breves horas-, han dicho que estas reuniones y manifestaciones son precisamente las que tanto Fidel Castro como el vicepresidente cubano Carlos Lage denunciaron la semana pasada como parte de una campaña de propaganda organizada por Estados unidos. Para más embrollo, ayer fuentes oficiales cubanas hicieron correr el rumor de que tres de los cuatro miembros de Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna (Marta Beatriz Roque, Félix Bonne y Rene Gómez Manzano) recibirán un pase de varias horas para visitar a sus familiares en sus respectivos domicilios. Está previsto que los familiares de los cuatro se entrevisten el próximo día 15 con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, en la Embajada española, al igual que un grupo de cuatro disidentes.

 

Elizardo Sánchez informó de que dos delegaciones iberoamericanas ya han confirmado que mantendrán contactos con los disidentes durante la Cumbre y otras dos tienen interés en hacerlo. Según fuentes de disidentes en la isla hay algo más de 100 grupos opositores, pero en su mayoría son pequeños y están muy divididos. La mayor parte de ellos no tienen más de 10 miembros y muchos están infiltrados por la seguridad del Estado. 

 
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