Cuba cree que la prensa española y mexicana
trató de distorsionar la cumbre
2.000 cartas para explicar el trato dado al Rey
MAURICIO VICENT, LaHabana
El Gobierno cubano ha dejado claro que no está interesado
en alimentar un rebrote de las tensiones con España a pesar del
desencuentro entre José María Aznar y Fidel Castro durante
la IX Cumbre Iberoamericana de La Habana. El portavoz de la cancillería
cubana, Alejandro González, dijo ayer que Cuba "compartía
las apreciaciones del Gobierno español" de que las relaciones entre
ambos países eran positivas.
González evitó pronunciarse sobre lo que había
parecido a su Gobierno la actitud de Aznar durante la cumbre, y señaló
que, durante su estancia en la isla, Aznar tuvo libertad para expresarse
y "desarrolló las actividades que quiso desarrollar". El portavoz
negó que su Gobierno hubiese dado un tratamiento "frío" al
Rey durante el paseo por La Habana Vieja y afirmó que, para explicar
lo sucedido, la cancillería cubana envió cerca de 2.000 cartas
a diputados, políticos y medios de prensa españoles argumentando
su versión. González criticó la actitud de los medios
de prensa: "Apreciamos una cobertura en muchos casos distorsionada y mal
intencionada, cual si cumplieran rigurosamente instrucciones previas con
el propósito de desvirtuar el carácter real del evento".
El miércoles, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque,
calificó ante el cuerpo diplomático de "éxito" rotundo
la IX Cumbre y opinó que durante el encuentro presidencial sólo
hubo dos "elementos negativos": las presiones y maniobras de Estados Unidos
para hacer fracasar la Cumbre y el papel que jugó la prensa extranjera,
específicamente la de España y México.
Mientras tanto, dos adultos y un niño de unos cinco años,
todos ellos de nacionalidad cubana, fueron rescatados ayer en la costa
de Florida (EE UU), donde llegaron en balsas caseras que transportaban
a otras 13 personas, que permanecen desaparecidas, informa Efe. |