'Era como un Cristo popular que se movía como si bailara el son'. Así
describe Carlos Franqui (La Habana, 1921) a Camilo Cienfuegos en el libro que
acaba de publicar sobre este héroe popular de la revolución cubana que
desapareció misteriosamente en un vuelo que salió de Camagüey y nunca llegó
a su destino.
Franqui, activista revolucionario en los años cincuenta, testigo activo y de
primera fila de la revuelta liderada por Fidel Castro, conoció a Cienfuegos y
ha querido rendirle el homenaje que la revolución no le ha sabido dar hasta el
momento, según él. 'En la casa de muchos cubanos hay un altar con una virgen
de la caridad del cobre, un changó, que es el dios africano del fuego y la
guerra y una imagen de Camilo', asegura Franqui, que ha presentado su biografía
Camilo Cienfuegos (Seix Barral) en Madrid.
La relación de este activista, revolucionario de gran carisma, algo
juerguista, que conjugaba perfectamente la pasión por devolver justicia a los
menos favorecidos con el baile, la comida, las mujeres y la aventura
guerrillera, con los dirigentes revolucionarios era curiosa. 'Si Fidel era Dios,
Camilo bien podía ser Jesucristo', asegura Franqui. El líder del régimen
cubano supo ver su potencial y le usó en su beneficio, afirma Franqui en el
libro. 'Fidel sabe cómo tratar a cada cual según le conviene', dice. Con su
hermano Raúl Castro, la cosa cambia. 'Con Raúl, las relaciones fueron siempre
tensas', dice. ¿Y el Ché Guevara? 'Con el Ché hubo grandes discusiones, pero
nunca una relación hostil'.
Fresco de la revolución
Bajo el retrato de Cienfuegos, en el libro de Franqui se descubre un fresco
de esos tiempos. 'He querido escribir esta historia para recrear lo que ocurrió
en aquellos tiempos y su relación con un pueblo esperanzado. Allí él apareció
como un relámpago y también desapareció como tal', cuenta el escritor, que
vive ahora exiliado en San Juan de Puerto Rico.
Al autor y a Cienfuegos les unían varias cosas. 'Coincidíamos en el gusto
por la revolución y en el gusto por la historia', afirma Franqui. 'Los dos éramos
recogedores de papelitos', dice en relación a su gusto por la recopilación de
documentos. Algunos de ellos le han servido a Franqui para elaborar esta biografía.
Muchos son jugosos, como el que muestra la alianza de sangre y fuego que unió a
Fidel y a su hermano para llevar el futuro de la revolución. En su programa,
constaba la reforma agraria, una forma de actuar lenta pero segura y un
enfrentamiento calculado con la potencia vecina, EE UU, que se ha perpetuado
durante más de cuatro décadas de régimen castrista.
Carlos Franqui ve feo el futuro de la isla. 'Viviremos una transición difícil',
asegura el escritor e historiador cubano. 'El régimen, si queda en manos de Raúl,
experimentará una apertura económica, pero no dejará de haber represión política,
se seguirá el modelo chino', pronostica.