Los católicos de Cuba piden a Castro libertad
y una amnistía general
Mejora la situación de la Iglesia en la isla
MAURICIO VICENT, Matanzas
La Iglesia católica cubana acaba de celebrar en la ciudad de
Matanzas su IV Semana social católica, en la cual no han
faltado las voces críticas al Gobierno de Fidel Castro, así
como las solicitudes de amnistía general y de apertura de mayores
espacios de libertad política. Las jornadas de debate, a las que
fueron invitados obispos, líderes católicos, un enviado del
Vaticano y hasta el disidente democristiano Oswaldo Paya, tuvieron entre
sus objetivos principales "favorecer el diálogo y el debate, en
la diversidad, para contribuir a la transformación social y la reconciliación
nacional en todos los ámbitos de la sociedad cubana".
La IV Semana Social Católica fue convocada por la Comisión
Episcopal Justicia y Paz, que preside el arzobispo de Santiago de Cuba,
Pedro Meurice, el dignatario de la Iglesia católica cubana que pronunció
el discurso más crítico al Gobierno durante el viaje del
Papa a la isla en enero del año pasado. En esta ocasión,
sin embargo, Meurice estuvo comedido y reconoció que tras el viaje
de Juan Pablo II se habían registrado avances en materia de libertad
religiosa, aunque admitió -con palabras muy cautas- que éstos
no habían tenido correspondencia en cuanto a las libertades políticas
y sociales.
Más claramente habló Dagoberto Valdés, miembro
del Pontificio Consejo Justicia y Paz de la Santa Sede y Director del Centro
de Formación Cívico Religiosa de Pinar del Río, quien
fue el encargado de presentar la ponencia Participación ciudadana
y reconciliación nacional, una de las cuatro discutidas durante
el encuentro (además de Estado laico y misión de la Iglesia,
Globalización y Solidaridad y Educación para el diálogo),
que finalizó el domingo.
Valdés señaló que uno de los "obstáculos
más serios para lograr la concordia nacional es la falta de voluntad
política", y criticó al Gobierno cubano. "Últimamente,
parece que se vislumbra en Cuba una especie de regreso a las trincheras
ideológicas y políticas, una variante de tolerancia cero
que puede conducir peligrosamente a la resistencia o incluso a la violencia",
dijo.
El encuentro católico tuvo lugar sólo una semana después
de la Celebración Evangélica Nacional, que concluyó
con un culto masivo en la plaza de la Revolución de La Habana, donde
los jerarcas de las iglesias protestantes expresaron su apoyo y "bendición"
al Gobierno de Castro. |